Este miércoles se realizará la primera muestra abierta al público del proyecto «Estimulación Sonora para Personas con Discapacidad”, que dirige el Proyecto Tarabust con apoyo de la Corporación Cultural de Cámara Chilena de la Construcción; una instancia imperdible para ser testigo del desarrollo y las potencialidades expresivas que posibilita la improvisación musical en niños y jóvenes con discapacidades.
En 2009, la orquesta de improvisadores Ensamble Tarabust realizaba un ciclo de conciertos en Centro de Extensión del Consejo de Cultura (Centex) en Valparaíso. En las últimas dos fechas irrumpieron una treintena de niños acompañados por sus educadoras diferenciales. Los músicos sintieron su presencia y la energía que en los niños generaba una música de ruidos y formas libres dirigida por señas. Sin embargo, los niños se fueron antes del fin, por lo que no pudieron compartir ni conocer sus impresiones.
Marcelo Maira señala ese hecho como hito inicial del proyecto “Estimulación Sonora para Personas con Discapacidad” (ESPCD), del que es director y monitor. “Ahí empezamos a imaginar de qué manera podíamos llevar el ruido, la música que hacemos, a otro campo, sacarlo de los conciertos. Ahí surgió la idea de los talleres”, comenta.
Maira averiguó que esos niños y niñas venían de la Escuela Diferencial 349, Las Dalias, de Viña del Mar y, por medio del Centex, gestionaron y financiaron el primer taller de cuatro días, realizado en marzo y abril de 2010. Los niños y niñas de esa escuela son los que este miércoles dirigirán por medio de señas un ensamble de diez músicos de la orquesta de improvisación musical Tarabust Ensemble, brazo sonoro del Proyecto Tarabust.
El proyecto fue realizado por un equipo multidisciplinario que funda sus bases en el enfoque de derechos humanos, “siendo su principal objetivo aportar herramientas a la calidad de vida y la inclusión social de las personas con discapacidad de nuestro país y su entorno familiar”, explica Maira.
Este proyecto se realiza de manera constante desde marzo de 2011 en la Escuela Diferencial Las Dalias (Coanil), en Miraflores Alto, Viña del Mar, y en la Escuela Especial Magdalena Ávalos Crúz (Aspaut), en San Miguel, Santiago.
Los talleres, en que participan cerca de 30 jóvenes mayores de edad, incluyen momentos de relajación y respiración, dinámicas de juegos sonoros o rítmicos donde se emula a la naturaleza a través de la voz y el cuerpo. También se ha trabajado con improvisación dirigida con señas, donde Tarabust es uno de los precursores en Chile.
Paula Espinoza, educadora diferencial y directora de la Escuela Magdalena Ávalos, confirma la importancia del taller, ya que “a través de la música los chicos desarrollan otro repertorio de habilidades en relación a lo social, a la comunicación, a la adaptación, y otras vías de expresión que ellos no las tienen, porque la música es un medio de comunicación, una vía que es de agrado de todos”, comenta la profesora, hecho que es confirmado por los comentarios que los padres hacen del comportamiento de los jóvenes en sus casas.
El 2011 se hicieron conciertos en ambas instituciones, donde algunos niños dirigieron con señas la orquesta de once músicos del Tarabust. Parte del proceso y estas presentaciones están recogidas en un trabajo audiovisual editado este año en DVD, que logra transmitir de manera muy vívida el impacto de la música en estos jóvenes.
Sin embargo, luego de dos años de trabajo se ha decidido realizar fuera del establecimiento educacional la primera muestra al público. Este hito será un emotivo e inédito concierto que se llevará a cabo este miércoles 5 de diciembre a las 17 horas en el Teatro del Centro de Extensión DUOC UC de la ciudad de Valparaíso, ubicado en Blanco 997.
+ INFO: Proyecto Tarabust
Por Cristóbal Cornejo
Fotografías y trailer: Enrique Siqués
El Ciudadano