El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) continúa incrementando su obituario con víctimas inmigrantes de Latinoamérica, esta vez, dos ciudadanos de origen salvadoreño.
Se trata de una mujer transgénero y un hombre que perdieron la vida luego de sufrir problemas de salud en incidentes separados durante este fin de semana.
El primer caso, de acuerdo con los reportes oficiales, se corresponde al ciudadano Jonathan Alberto “Johana” Medina León, de 25 años, quien murió en el Centro Médico Del Sol, en El Paso, el sábado, tras haber ingresado “ilegalmente a los Estados Unidos con una afección médica no tratada y no examinada”.
Al momento de ser detenida por las autoridades norteamericanas, el 11 de abril, fue puesta bajo custodia. Había solicitado audiencia ante un juez de inmigración de Estados Unidos el 22 de mayo.
El 28 de mayo solicitó una prueba de VIH y dio positivo. “Ese mismo día, su caso fue revisado y fue procesada para su liberación bajo libertad condicional”, dijo ICE en una declaración.
Oficialmente, “Johana” Medina León murió el 1 de junio en un hospital de Texas.
Corey A. Price, director local de la oficina de Detención y Deportación de ICE en El Paso, Texas, aseveró que Estados Unidos está enfrentando una crisis en la frontera sur, donde se registra “una afluencia masiva de extranjeros atraídos por las mentiras de los traficantes de personas, que se benefician sin tener en cuenta la vida humana o el bienestar”.
El segundo caso es el de un salvadoreño de 33 años de edad, que murió el pasado domingo de “un aparente ataque”, después de ser detenido en Texas, cerca de la frontera con México.
Poco creíble
La versión de las autoridades es que al momento de ser detenido y solicitársele la documentación, el ciudadano salvadoreño sufrió un ataque. Posteriormente, fue trasladado a un hospital local, donde fue declarado muerto.
“En nombre de los hombres y mujeres de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, extendemos nuestras más profundas condolencias a quienes apenas están aprendiendo de la trágica muerte de su ser querido”, dijo el comisionado interino del Comisionado del Customs and Border Protection (CBP), John P. Sanders, en un comunicado.
Las autoridades se han abstenido de revelar la identidad del sujeto, mientras han contactado a los familiares de la víctima, la Oficina del Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional y el Gobierno de El Salvador.
Inhumano
Otra víctima, una niña salvadoreña de 10 años de edad, fallecida en septiembre de 2018, fue identificada esta semana por las autoridades del Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHS), se trata de Darlyn Cristabel Córdova Valle.
Un reporte de CNN señala que la niña tenía un soplo cardíaco de nacimiento y los médicos le dijeron que algún día necesitaría una operación.
La pequeña no se encontraba con su madre y había emprendido un viaje para reencontrarse con ella, pero la detuvieron el 1 de marzo de 2018.
Un dolor en el pecho la envió al hospital de Nebraska y fue transferida a la custodia del DHS, el 4 marzo de este año. Hasta entonces, la comunicación entre madre e hija fue por videollamada, en dos ocasiones, incluyendo el día en que falleció.
“Esperaba con todo mi corazón poder abrazarla y besarla y decirle lo mucho que la quería”, declaró su madre, Sara, a CNN.
Darlyn murió en septiembre del año pasado, pero su muerte no se anunció hasta esta semana. La suya sería la primera de seis muertes recientes de niños migrantes bajo custodia de las autoridades federales después de viajar a los Estados Unidos, indica una publicación de Univisión.
Estigmatizados
Este lunes se conocieron mensajes de texto denigrantes hacia ciudadanos latinoamericanos por parte de un agente de la Patrulla Fronteriza, de nombre Matthew Bowen, acusado de derribar intencionalmente a un inmigrante con su Ford F-150 para evitar que un hombre huyera y pudiera ser arrestado por ingresar ilegalmente al país, un delito menor, según documentos judiciales presentados en el Tribunal de Distrito de EE. UU. en Tucson, a principios de este mes.
El oficial envió varios mensajes de texto “expresando su descontento con las limitaciones de la Patrulla Fronteriza” sobre cómo los agentes pueden detener a los migrantes y su “repugnancia” hacia los migrantes que encuentra en su rol profesional, de acuerdo con registros judiciales.
En uno de los textos se puede leer lo siguiente: “esta es una agencia fallida, es triste porque BP (la Patrulla Fronteriza) hace un trabajo realmente importante, pero nos tratan como una mierda, y nos juzgan por hacer lo que sea necesario para arrestar a estos salvajes”.
Para el agente, los inmigrantes latinoamericanos son “repugnantes infrahumanos de mierda”.
A finales de mayo, la congresista demócrata de Illinois,, Lauren Underwood, acusó a la administración de Donald Trump de no haber hecho lo suficiente para evitar la muerte de cinco menores migrantes en la frontera bajo custodia federal y sugirió que son parte de una política intencional del Gobierno.
«A estas alturas, con cinco niños muertos y miles separados de sus familias, la evidencia muestra que es algo intencional. Es una decisión política hecha por esta administración y es cruel e inhumana», afirmó Underwood en una audiencia del comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, en la que interpelaba al secretario en funciones del Departamento de Seguridad Nacional, Kevin McAleenan.