En el sur de Chile, en territorio mapuche la empresa Endesa Enel pretende construir una nueva central hidroeléctrica, vulnerando los derechos humanos e indígenas de las comunidades Inalafken, Valeriano Cayicul, Antonio Curiñanco, Inocencio Panguilef y Manuel Curilef.
Estas comunidades exigen la paralización y cancelación de los proyectos Central Hidroeléctrica Neltume y Línea de Alta Tensión Neltume Pullinque, impulsados por el conglomerado italiano-español sin el consentimiento previo, libre e informado de las comunidades afectadas.
Estos proyectos suponen el reasentamiento de comunidades humanas, la alteración significativa de los sistemas de vida y costumbres de las comunidades que habitan ancestralmente el sector y la generación de impactos irreversibles sobre el ambiente. Las iniciativas de la empresa pretenden inundar y alterar el complejo ceremonial (cementerio y Rewe) donde se lleva a cabo el Nguillatun o rogativa de las comunidades de los territorios mapuche de Carirriñe, Tranguil, Lago Neltume y Choshuenco-Punahue.
El proyecto Hidroeléctrico Neltume que impulsa la transnacional contralada por ENEL, cuya propiedad corresponde en un 31% al Estado Italiano, no obedece a una necesidad de energía local ni nacional, sino que busca dotar de electricidad a la demanda extractivista (fundamentalmente minera) que pretende acumular riqueza a costa de los territorios, derechos, cultura y vida del pueblo mapuche. Para llevar a cabo este proyecto han ejercido cooptación de dirigentes y violencia contra las comunidades , vulnerando las normas del Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Derechos de Pueblos Indígenas de Naciones Unidas, normas internacionales de derechos humanos que reconocen y protegen los derechos ancestrales del pueblo mapuche, y que están por sobre cualquier otra norma sobre inversiones y libre comercio. Para mayores antecedentes se puede revisar el informe de vulneración de derechos que se adjunta a este documento.
El Estado Chileno, en vez de ser garante de los derechos de la nación mapuche, se ha transformado en un promotor de estos mega proyecto de inversión, utilizando la institucionalidad para presionar a las comunidades, ocultando información relevante y desconociendo sus compromisos internacionales. Las represas no generan energíalimpia y socialmente son rechazadas en el mundo entero, dado que la Comisión Mundial de Represas (WCD)demostró que, por lo general, estos proyectos causan más impactos negativos que beneficios.
Enel-Endesa tiene una gran deuda ecológica, fue sancionada en 2010 por el Tribunal Permanente de Los Pueblos y ya muchos pueblos en todo el mundo (hoy avanzan proyectos de manera irregular en Guatemala, Albania, Eslovaquia, Rusia, Colombia y la Patagonia Chilena) han sido víctimas de sus megaproyectos de energía hidroeléctrica y a carbón.
Por todo lo anterior, y en atención de las normas internacionales de derechos humanos que obligan a todos los estados, incluyendo al Italiano, español y Chileno; y considerando las responsabilidades que les corresponde en el actuar de la empresa transnacional en cuestión, es que convocamos a la comunidad internacional a que manifieste su rechazo ante este modo de operar de ENDESA ENEL y de los Estados comprometidos, firmando aquí.
Convocan:
Comunidad Inalafquen
Comunidad Valeriano Cayicul
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales
Colectivo Editorial Mapuexpress
Grupo de Trabajo sobre derechos Colectivos.
Movimiento Colombiano Ríos Vivos
Parlamento de Koz Koz
Red de Organizaciones Ambientales de Panguipulli
Puelche Comunicaciones
Periódico El Ciudadano