Hasta este mes podría trabajar la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa, por sus siglas en inglés), si no recibe nuevas contribuciones en lo inmediato.
La advertencia la hizo este miércoles el director de la Oficina de la Unrwa en Nueva York, Peter Mulrean, durante una conferencia de prensa.
El funcionario recordó que tras el drástico recorte de los fondos proporcionados por Estados Unidos, la agencia enfrentó una crisis de financiamiento en 2018 y sigue con grandes problemas ahora, reseñó Prensa Latina.
Asimismo, mencionó que las poblaciones de refugiados que resultan afectadas por la crisis que provocó la medida de Washington son las que se encuentran en el Líbano, Siria, Jordania, además de Gaza y Cisjordania.
La agencia ha tratado de mantener su trabajo como proveedor de alimentos, educación, salud, saneamiento y servicios sociales.
Sin embargo, los problemas de financiamiento ponen en riesgo al 80 % de los refugiados palestinos que ―según declaró el director de operaciones de la Unrwa en Gaza, Matthias Schmale― dependen de esa ayuda.
A eso se le suma las miles de personas que dependen de los empleos que proporciona el organismo en el terreno.
En busca de soluciones, para el 25 de junio está previsto que se desarrolle una conferencia de donantes en la sede de la ONU en Nueva York.
A mediados de mayo, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, el enviado de la Casa Blanca para Oriente Medio, Jason Greenblatt, criticó que «año tras año, la UNRWA y otros donantes han acudido a EE. UU. para cubrir los déficits. Y año tras año, los palestinos en campamentos de refugiados no han tenido la oportunidad de construir un futuro».
Días después, el jefe de la agencia, Pierre Krähenbühl, aclaró que no son responsables «por la cantidad de refugiados y el agravamiento de sus problemas». «No permitiremos ningún intento de deslegitimar la organización y su trabajo«, acotó.
La arremetida de EE. UU. empezó en 2018
En agosto del año pasado, la Unrwa denunció que el retiro de 300 millones de dólares por parte de Estados Unidos provocó una crisis de financiación «sin precedentes» y amenazó la continuidad de servicios y personal, refirió Europa Press.
Lo que provocó que la organización tomara una serie de decisiones que derivaron en manifestaciones de los palestinos. En ese momento, los refugiados advirtieron que la instrucción de miles de niños palestinos estaba en peligro así como la vida de muchos de los que dependían de sus ayudas.