Pfizer ocultó información valiosa sobre un fármaco eficaz contra el Alzheimer

La farmacéutica desarrolló un potente antinflamatorio para tratar la artritis reumatoide, con el que se podía reducir el riesgo de padecer Alzheimer

Pfizer ocultó información valiosa sobre un fármaco eficaz contra el Alzheimer

Autor: Pedro Pérez

Pfizer, Inc., el laboratorio líder a nivel mundial en el sector farmacéutico, está en el ojo del huracán tras reconocer abiertamente que ocultó información valiosa sobre un medicamento que podría «reducir el riesgo de Alzheimer un 64 %». ¿La razón? Evitar gastos por unos 80 millones de dólares.

El fármaco en cuestión lleva por nombre Enbrel y se perfilaba en el mercado sanitario como un tratamiento para prevenir una enfermedad que azota a unos 50 millones de personas en todo el planeta y que, de acuerdo a las proyecciones, podría superar los 130 millones de enfermos para 2050.

Un artículo del diario estadounidense The Washington Post reveló que el gigante farmacéutico, tras estudiar el caso de cientos de miles de reclamaciones de compañías de seguros, entre 2015 y 2018, decidió cancelar la línea de investigación del medicamento y no hacer públicos los últimos datos recabados.

Al parecer, el Enbrel, un potente antinflamatorio para tratar la artritis reumatoide, podía reducir el riesgo de padecer Alzhéimer.

“El Enbrel podría potencialmente prevenir, tratar y ralentizar la progresión del Alzhéimer”, decía el documento de PowerPoint que fue revelado por los científicos de Pfizer, según TWP.

La farmacéutica debía haber vuelto a hacer los estudios de toxicidad del medicamento, pero priorizó sus intereses.

De hecho, un grupo de investigadores de Pfizer, del departamento de enfermedades inflamatorias e inmunología, pidieron a la empresa llevar a cabo un ensayo clínico con miles de pacientes.

Si bien las compañías farmacéuticas han sido blanco frecuente de críticas por ocultar los efectos negativos de sus productos, “no existe consenso sobre qué obligaciones tienen de difundir posibles efectos positivos”. Imagen: Web

El dinero primero

A pesar de tener en sus arcas más de US$ 12.000 millones y un beneficio que superaba los US$ 67.420 millones en 2011, Pfizer decidió no llevar a cabo un “costoso” ensayo clínico para indagar en un posible nuevo uso del medicamento.

Tal y como explica el rotativo estadounidense, la farmacéutica reconoció haber ocultado la información y se habría justificado basándose en sus “rigurosos estándares científicos” y sobre la escasa certeza que ofrecían los nuevos datos del fármaco.

La portavoz de la empresa, Ed Harnaga, explicó que ocultaron la información para evitar iniciar una línea de investigación que hubiera desaprovechado muchos recursos sin demasiado sentido.

La ciencia fue el único factor determinante para no seguir adelante”, dijo.

Pfizer argumentó que la expectativa de la efectividad del Enbrel para prevenir el Alzhéimer no era alta, porque el fármaco no alcanza directamente el tejido cerebral.

Por lo tanto, consideraron que publicar un resumen de sus hallazgos estadísticos no habría cumplido con sus «rigurosos estándares científicos”.

El Alzheimer es una enfermedad degenerativa, que a pesar de los estudios y los avances tecnológicos de que dispone la humanidad, no se encuentra un fármaco que lo prevenga o trate eficazmente. Foto: Web

Reacción en cadena

Las críticas, por supuesto, no se han hecho esperar en la comunidad científica. Rudolph E. Tanzi, investigador especializado en la genética del Alzheimer y profesor en la Harvard Medical School, no entiende cómo es posible que no se publicaran datos fundamentales en un trastorno frente al que aún la humanidad está tan indefensa.

Keenan Walker, profesor asistente de medicina en la Universidad Johns Hopkins también opinó: «Positivos o negativos, son datos que nos dan más información para tomar decisiones mejores”.

Un artículo del diario español El País rescata que si bien las compañías farmacéuticas han sido blanco frecuente de críticas por ocultar los efectos negativos de sus productos, “no existe consenso sobre qué obligaciones tienen de difundir posibles efectos positivos”.

Aumentan casos de Alzheimer

El Alzheimer es una enfermedad degenerativa, que, a pesar de los estudios y los avances tecnológicos de que dispone la humanidad, no se encuentra un fármaco que lo prevenga o trate eficazmente.

Datos que podemos encontrar en ADI (Alzheimer’s Disease International), la federación mundial de asociaciones de Alzheimer que es una de las entidades más importantes a nivel mundial, indican que desde 2015 han aparecido más de 10 millones de casos nuevos en todo el mundo, una media de 1 cada 3 segundos.

El reparto por regiones mundiales es el siguiente: América (9,4 millones); Europa (10,5 millones); África (4 millones); Asia (22,9 millones).

Tomando en cuenta estos datos y las proyecciones, al aumentar el número de personas con la enfermedad cada año, también se supone que habrá un incremento en el gasto medio en la atención médica y asistencial, y es aquí donde es lucrativo el negocio de la farmacéutica y las empresas de seguros.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el Alzheimer y la demencia son el grupo de enfermedades que más han aumentado en mortalidad en los últimos años, tras haberse duplicado en los últimos quince años.

La farmacéutica Pfizer anunció que se reorganizaría a principios del año fiscal 2019 en tres áreas de negocio: una de fármacos innovadores, otra de salud para los consumidores y otra de medicamentos consolidados. Foto: Web

Falsas promesas

La farmacéutica Pfizer anunció que se reorganizaría a principios del año fiscal 2019 en tres áreas de negocio: una de fármacos innovadores, otra de salud para los consumidores y otra de medicamentos consolidados.

«Esta estructura posiciona mejor cada negocio para alcanzar su potencial de desarrollo», explicó en un comunicado el presidente y consejero delegado de Pfizer, Ian Read, de cara al período posterior a 2020, cuando la firma espera que se incrementen sus ingresos.

Read estima que a partir de esto se reducirá el impacto de sus pérdidas por protección de patentes, uno de los problemas básicos con el fármaco Enbrel.

La empresa, con sede en Nueva York, está actualmente dividida en dos negocios, el de fármacos innovadores ―que engloba el de salud para los consumidores― y el de salud esencial. Vale preguntarse: ¿Dará continuidad a sus investigaciones para un tratamiento del Alzheimer?

La respuesta no hay que esperarla, pues en enero del año pasado Pfizer anunció que ya no seguiría buscando nuevas medicinas para tratar el Alzhéimer y la enfermedad de Parkinson.

Por irónico que pueda parecer, el mismo presidente Donald Trump criticó en julio de 2018 a Pfizer y otras farmacéuticas por subir los precios de los fármacos «sin ningún motivo» y sostuvo que se están «aprovechando de los pobres» mientras ofrecen precios rebajados a otros países, publicó PMFarma.


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