Medios iraníes informan que se registraron explosiones en las embarcaciones atacadas
Un nuevo incidente naval en aguas del Golfo de Omán ha hecho saltar las alarmas este jueves. Dos petroleros y un carguero han resultado dañados en lo que se evalúan como ataques intencionados. El lugar del suceso, cerca del Estrecho de Ormuz, es el mismo en el que otros cuatro buques sufrieron un sabotaje hace justo un mes.
El petrolero Front Altair, uno de los dos atacados este jueves en el golfo de Omán, se fue a pique, asegura la cadena televisiva Al Mayadeen.
«Fuentes confiables confirmaron a Al Mayadeen que el petrolero Front Altair se hundió por completo en el golfo de Omán», señaló el canal.
Más temprano, varios medios iraníes y árabes informaron que dos barcos petroleros habían sido atacados en el golfo de Omán y que se registraron dos explosiones.
Los equipos de rescate de Irán salvaron a 44 marineros de los dos buques, entre ellos se encontrarían nacionales de Filipinas, Georgia y Rusia, según informó la prensa noruega.
Por su parte, las autoridades de Omán confirmaron que al menos una de las embarcaciones fue atacada, afirmó el diario noruego Dagblaget.
El director de Gestión de Protección y Seguridad Marítima de la Organización Marítima y de Puertos de Irán, Alireza Joyaste, ha declarado que “hoy a las 08.50 (hora local) un buque cisterna, que estaba a una distancia de 25 millas del puerto iraní de Yask, se incendió y sus 23 tripulantes fueron rescatados”.
Añade que un segundo carguero, con bandera de Panamá, se incendió a unas 28 millas del puerto de Yask y 21 de sus marineros fueron rescatados por la fuerza martíma iraní.
En específico, se trata de los buques cisterna Front Altair, de las Islas Marshall, y el Kokuka Courageous, que partía de Arabia Saudí hacia Singapur, mientras que el primero acababa de salir del puerto de Al-Fuyaira, en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), donde el 12 de mayo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de EAU confirmó después de horas de negación que cuatro petroleros comerciales de EAU, Noruega y Arabia Saudí habían sido objeto de “operaciones de sabotaje”.
En la zona operan los buques de guerra de la quinta flota de Estados Unidos.
El incidente se produce precisamente el mismo día que el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, visita Irán para mediar entre las tensiones entre EEUU y Teherán. Un viaje que no se realizaba desde 1979.
El 24 de mayo, Washington anunció el envío de 1.500 efectivos, misiles antiaéreos Patriot y aviones espías a esta región.
Poco más tarde, autoridades sauditas confirmaron que dos de sus petroleros estaban dañados después del supuesto ataque, pero descartaron que se hubiera producido alguna víctima o derrame de crudo. Irán, que ha negado su participación en el presunto sabotaje, instó a los países de la zona a mantenerse «alerta» ante cualquier tipo de «aventurerismo de agentes extranjeros».
La inteligencia de EE.UU. sospecha que Irán estuvo detrás del ataque, pero no ha podido probarlo.
Con información de Sputnik, Hispantv y El Imparcial
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