EE. UU. estudia nuevas medidas que impidan los envíos del petróleo venezolano a Cuba

El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, rechazó de forma categórica las restricciones norteamericanas al indicar que «tienen el objetivo de sofocar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para obtener forzosamente concesiones políticas»

El Gobierno estadounidense se encuentra estudiando nuevas medidas a aplicar que sirvan de forma complementaria para evitar que siga la exportación del petróleo venezolano a Cuba, así lo aseguró el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.

«Planeamos hacer más para impedir el transporte de petróleo de Venezuela a Cuba», dijo el alto funcionario al sitio web The Washington Free Beacon y reseñádo por la agencia Sputnik.

Bolton afirma que Cuba tiene una muy estrecha vinculación con el país caribeño al que presta ayuda militar a cambio de petróleo a precios inferiores a los del mercado. De igual forma señala que el Gobierno venezolano siempre esta en la búsqueda de formas que eviten las sanciones estadounidenses, acción que les obliga a diseñar nuevas estrategias para impedirlo.

El 4 de junio, la Casa Blanca impuso nuevas medidas contra Cuba al prohibir los viajes grupales de estudiantes estadounidenses y los cruceros a la isla, decisiones que fueron criticadas por las asociaciones sociales y empresariales, además de políticos y medios de comunicación de Estados Unidos.

El ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, rechazó de forma categórica las restricciones norteamericanas al indicar que «tienen el objetivo de sofocar la economía y dañar el nivel de vida de los cubanos para obtener forzosamente concesiones políticas». Herramientas que vienen utilizando alrededor del mundo como elemento coercitivo a los gobiernos.

«Una vez más van a fallar», sentenció el jefe de la diplomacia cubana en su cuenta de la red social Twitter.

Cuba acusa a Bolton de adueñarse de la política exterior de Estados Unidos, lo que constituye la principal amenaza a la paz y la estabilidad de toda la región.

Las actuaciones del Gobierno estadounidense responde a la defensa de sus intereses en la región (América Latina), espacio que siempre a visto como su «patio trasero», por lo que intenta imponer por medio de la presión sus normativas de mercado y políticas.

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