Naciones Unidas prevé que para 2050 la población mundial habrá alcanzado los 9.700 millones de personas, y el 19 % habitarán en India
Las perspectivas de crecimiento de la población mundial que maneja la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apuntan que India adelantará a China como el país más habitado del mundo para el año 2027.
En la actualidad, de los más de 7.700 millones de personas que habitan la Tierra, unos 1.377 millones viven en India, frente a los 1.404 millones de China, pero se espera que esa diferencia se esfumará en los próximos 8 años.
En conjunto, estos dos gigantes suman cerca del 40 % de los habitantes del planeta. Sin embargo, mientras que en China la tasa de natalidad está decreciendo, en India se ha mantenido.
Con 10 millones de kilómetros cuadrados, China es una de las principales potencias económicas del siglo XXI gracias a su desarrollo económico y tecnológico, poderío militar e influencia geopolítica.
El gigante asiático cuenta con una tasa de crecimiento poblacional de 0,52 %, que ha venido en picada desde el año 2000, cuando marcó 0,6 %. En el transcurso de este año han nacido 7,9 millones de personas.
Por su parte, India, que emerge como una de las mayores economías del planeta, mantiene un crecimiento poblacional de 1,26 %, que ha permanecido en ascenso desde 2014, cuando se ubicó en 1,23 %. De hecho, entre enero y junio de 2019 se han registrado 12,8 millones de nacimientos.
Por tal motivo, cabe preguntar ¿cuáles son las causas que marcan la diferencia entre el crecimiento poblacional de ambas naciones asiáticas?.
Disminución de la población en China
Un grupo de expertos vinculado al Gobierno chino advirtió a principios de enero que la población del gigante asiático alcanzará un pico de 1.442 millones de personas en 2029, y a partir de allí comenzará un declive largo e “imparable”.
El país más poblado del mundo en la actualidad debe diseñar políticas para hacer frente a la disminución de la masa laboral, según plantea el «Libro Verde de la Población y el Trabajo«, publicado por la Academia China de Ciencias Sociales.
El informe advierte que el crecimiento de la población con edad productiva para el trabajo se estancó, mientras el creciente número de ancianos tendrá un grave impacto en el desarrollo social y económico, especialmente si la tasa de natalidad mantiene la tendencia actual.
Actualmente los chinos mayores de 60 años representan aproximadamente el 17 % de la población. Según las previsiones, para 2050 la proporción de adultos mayores alcanzará un tercio.
“El envejecimiento de la población en comparación con la masa laboral está aumentando, lo que incrementa la carga en la población en edad de trabajar«, explicó el demógrafo chino He Yahu, al portal alemán Deutsche Welle.
De hecho, la cifra de nacimientos en China ha caído a su nivel más bajo desde la fundación de la República Popular en 1949. La tasa de natalidad se redujo el año pasado a 10,94 nacimientos por cada 1.000 habitantes -en comparación con los 12,43 de 2017-, es decir, el número de nacimientos disminuyó hasta los 15,23 millones en 2018, dos millones menos que el año anterior.
La política de un solo hijo
Durante los decenios de 1950 y 1960, las mujeres chinas tuvieron un promedio de cinco a seis hijos, pero en la década de 1970, las autoridades concluyeron que podría ser difícil alimentar a un número creciente de residentes y comenzaron a fomentar los matrimonios tardíos y largas pausas entre los nacimientos de los hijos.
A partir de 1979, China implementó la política de un solo hijo a las familias, con el fin de reducir el crecimiento poblacional y respaldar la explosión económica que estaba comenzando en esa época, por lo que llegó hasta imponer multas y fomentar las esterilizaciones.
Aunque siempre hubo excepciones, especialmente en el campo y para las minorías, el Partido Comunista mantuvo la reglamentación hasta 2016, cuando se le permitió a las parejas casadas que pudieran tener dos hijos si lo desean.
¿Por qué no tienen más bebés?
Al parecer, las acciones y planes para elevar la tasa de natalidad, ahora que Pekín teme el declive de la fuerza laboral y el rápido envejecimiento de la población, no están funcionando.
Según las cifras de la Oficina Nacional de Estadísticas, en 2016, inmediatamente después de que se permitiera el segundo hijo, nacieron 17,9 millones de niños, tan solo 1,3 millones más que en 2015 y la mitad de lo que anticipaba el Gobierno. En 2017 la cifra fue aún menor, 17,2 millones de nuevos bebés. Muy lejos de los 20 millones que se esperaban.
Para la socióloga Hu Xiaojiang, de la Universidad Normal de Pekín, la flexibilización en el número de hijos “tenía que haberse hecho mucho antes, diez años atrás. Ahora ya es difícil enderezar la situación. Pero más vale tarde que nunca”.
Hu advierte que si se elimina por completo la planificación familiar, “el efecto no será muy obvio. Tendrá que haber otros estímulos para que las parejas quieran tener más hijos”.
Esto se debe en gran medida al costo económico de la vivienda, la educación, alimentación y otros gastos. Además, muchas de las parejas están conformadas por hijos únicos a los que se le ha inculcado toda su vida que el modelo familiar ideal era el de un padre, una madre y un solo niño.
Asimismo, le otorgan una importancia desmesurada al trabajo y la productividad, en detrimento de la familia, a pesar de que aún continúa siendo un pilar fundamental de la sociedad.
Más niños que niñas
La política del “hijo único” también dio como resultado el nacimiento de más niños que niñas. Algunos padres recurrieron al aborto a causa de que sus fetos eran de sexo femenino, lo cual reflejó la preferencia tradicional de tener niños, a pesar de que los abortos selectivos estaban prohibidos. Debido a eso y a otros factores, ahora hay menos mujeres que puedan contraer matrimonio y tener hijos.
De acuerdo con el demógrafo He Yafu, se espera que la cantidad de mujeres entre los 20 y 39 años descienda en más de 39 millones en la próxima década, por lo que pasará de 202 millones a 163 millones.
“Sin la puesta en marcha de medidas para alentar la fertilidad, la población en China se reducirá drásticamente”, advirtió.
La Comisión Nacional de Salud reconoció que las familias enfrentan muchos obstáculos para tener un segundo hijo y afirmó que el Gobierno está trabajando en políticas, tanto tributarias como educativas, que los ayuden a superarlos.
Ya en el Congreso del Partido Comunista está abierto el debate, y entre las propuestas figura la eliminación de la las sanciones financieras por los bebés nacidos fuera del matrimonio, reducir la edad legal para casarse, prohibir la discriminación laboral contra las madres y expandir la licencia de paternidad.
Crecimiento demográfico en India
Según el informe «Perspectivas de la Población Mundial 2019” elaborado por la ONU, y publicado en web este lunes 17 de junio, para 2050 se espera que la población mundial habrá alcanzado los 9.700 millones de personas, al menos 2.000 millones más que en la actualidad
Para esa fecha, India representará el 19 % de la población global, mientras que China contará con un 18 %.
El crecimiento demográfico de esta nación se debe a que la tasa de natalidad es ampliamente superior a la tasa de mortalidad. En detalle: por los 12,8 millones de nacimientos registrados en 2019 se han producido solo 4,6 millones de muertes.
Asimismo, la tasa de fertilidad (el número de hijos por mujer) se ha mantenido en 2,33 hijos por mujer, una cifra muy superior a la de otros países, incluyendo China, que se sitúa en 1,62.
Estas dos causas, sumadas a la falta de políticas públicas para controlar la tasa de nacimientos, están encaminando al país a una superpoblación aparentemente irreversible.
¿Por qué hay superpoblación en India?
En India el matrimonio ocurre en edades tempranas. A pesar de que la edad legal para casarse se sitúa en los 18 años para las mujeres, la idea de un matrimonio prematuro prevalece. Las mujeres se casan en una edad mucho más fértil y, como consecuencia, el número de hijos por mujer aumenta.
Por motivos culturales y religiosos, el matrimonio es considerado una obligación, por lo que la mayoría de las jóvenes contraen nupcias durante su edad reproductiva.
Otro factor del rápido crecimiento de la población es la pobreza, pues las familias mantienen la creencia de que con un mayor número de miembros en el núcleo familiar, mayores serán las posibilidades de obtener ingresos.
Además, tradicionalmente se piensa que al tener un mayor número de hijos, los padres estarán mejor cuidados cuando lleguen a ancianos.
La pobreza incide en que el uso de anticonceptivos y métodos de control de natalidad sean reducidos, debido al analfabetismo y la falta de educación sexual.
Otro factor que se suma a esta lista es el de la inmigración ilegal, desde países como Bangladesh o Nepal, un fenómeno que aumenta la densidad de población.
Efectos de la superpoblación
La superpoblación en India ha provocado un aumento del índice de desempleo. Durante el año fiscal 2017-2018 subió a 6,1 %, la cifra más alta de los últimos 45 años.
Por otro lado, la superpoblación lleva a ejercer una importante presión sobre las infraestructuras que no desarrollan a la misma velocidad que crece la población. Esto trae como resultado la falta de transporte, el aumento de barrios marginales, casas hacinadas y la congestión del tráfico.
El creciente número de habitantes ocasiona que los recursos naturales estén sobreexplotados y que el agua y la producción de alimentos no sea suficiente para abastecer a una población creciente. Asimismo, las epidemias y enfermedades cada día afectan a miles de indios.
De este modo, la superpoblación dibuja una cada vez más desigual situación entre los indios.
Los expertos coinciden en señalar que el Gobierno debe de tomar la iniciativa ante esta situación, pues así la política demográfica debe conseguir que el desarrollo económico experimentado en los últimos años pueda seguir el ritmo de las demandas de una población que no para de crecer.
Plantean que es preciso mejorar considerablemente la situación de las mujeres y niñas, extender la educación, aumentar el uso de los anticonceptivos y las políticas de planificación familiar, así como la educación sexual.
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