Las islas del Caribe francés atraviesan una crisis económica sin precedentes y un 20% de cesantía. Ayer se completó un mes de huelga general en Guadalupe con la muerte de un sindicalista en confusas circunstancias. Martinica lleva diez días paralizada y las movilizaciones se expanden a la Guyana y los departamentos franceses del Índico. Sarkozy respondió enviando soldados blancos a una isla cuya población es de raza negra.
Las Antillas francesas, departamento del país galo ubicado en el mar Caribe, atraviesan una crisis económica y social sin precedentes en su historia. La tasa de desempleo se empinó por sobre el 20%, tres veces más que la tasa de la Francia continental, mientras la carestía de la vida y la concentración de la riqueza tienen a la mayoría de la población viviendo en condiciones de pobreza.
Guadalupe cumplió ayer un mes de huelga general. Desde el 20 de enero la vida diaria en la isla pasó a estar ocupada por las barricadas, los autos quemados y los enfrentamientos armados entre los jóvenes precarizados de raza negra y la policía blanca. En las barricadas también participan vecinos que respondieron positivamente al llamado a “reforzar la movilización” que lanzó el movimiento que lidera las protestas, el Colectivo Contra la Explotación (LKP).
La cúspide de la violencia se alcanzó la madrugada del miércoles, cuando un sindicalista del LKP fue asesinado en Pointe-à-Pitre, principal ciudad de la isla. El hombre de 50 años manejaba su auto al salir de una reunión sindical cuando fue alcanzado por una bala disparada, según la policía, “desde una barricada controlada por jóvenes”, afirmación que todavía no es posible confirmar.
El líder del LKP, Elie Domota, pidió a los manifestantes “no responder a la provocación” y advirtió al gobierno francés: “cuanto más sean los guadalupeños en las rutas, más comprenderán Sarkozy y sus consortes que deben satisfacer nuestras reivindicaciones”, dijo Domota a través de la radio.
Guadalupe exige en lo inmediato un aumento de 200 euros del sueldo mínimo y un recorte en los precios de los productos de la canasta básica. Sin embargo, hay un descontento mucho más profundo con París producto de la relación “colonial” que mantiene con las islas. “No se trata simplemente de la firma de un protocolo sobre sueldos. Eso no va a resolver la situación. El malestar es aún más profundo: Guadalupe está siendo explotada”, sentenció Domota.
REACCIONA PARÍS
Michèle Alliot-Marie, ministra francesa del Interior, sostuvo ayer una reunión de urgencia para tratar el problema de la seguridad pública en las Antillas. La ministra convocó al director de la Policía Nacional, al responsable de Seguridad Pública y al director de Gendarmería, miembros de la cúpula de las fuerzas de orden, para poner coto a la violencia que según el Elíseo es “injustificada”.
En Guadalupe la seguridad pública cuenta con una dotación de sólo mil gendarmes y 993 policías, por lo que París resolvió enviar 280 soldados y un número aún no determinado de móviles policiales. De hecho, no sólo la población civil y los sindicatos están molestos con la metrópolis, también la policía, que lamentó la falta de recursos y el abandono de las islas por parte del gobierno central. “Durante meses habíamos aumentando las advertencias sobre la tensa atmósfera que venía apoderándose de Occidente (en alusión a las colonias del Caribe y el Índico)”, señaló la Unión General de Policía de las Antillas.
Los manifestantes también denuncian racismo por parte de la policía, lo que hizo eco en la oposición francesa. Malek Bouthin, dirigente de la Oficina Nacional del PS francés, dijo estar escandalizado por el carácter racista que está tomando el conflicto. “Imagínese que usted está en un territorio donde la mayoría de la población es de color y casi el 100% de las fuerzas de seguridad son de color blanco”.
El Gobierno francés, consternado por la muerte del sindicalista, condenó las movilizaciones y a través de su portavoz Luc Chatel llamó a la calma, declarando que el lugar para discutir “era una mesa de negociaciones y no las barricadas”. Pero André Santini, secretario de Estado de la Administración Pública, reconoció que en las Antillas “hay un problema de monopolio, el de una economía insular que es herencia de las colonias”, con “algunas empresas que dominan el mercado de esas islas”.
REFUNDAR LA ECONOMÍA
Mientras tanto, Yves Jégo, ministro francés de Ultramar, aseguró que la intención del gobierno es “volver a fundar la economía: queremos hacerlo con las herramientas que son las nuestras, la ley de desarrollo económico y la voluntad política”. Agregó que: “actualmente estamos revisando los parámetros de esta ley para dar a las empresas más débiles el mejor apoyo, no para determinar el monto de los salarios, sino para apoyar una economía frágil”.
Actualmente se desarrolla una Cumbre Social entre el gobierno francés y los representantes de los sindicatos de Guadalpe y Martinica para encontrar una solución al conflicto. Si bien el Eliseo consideró que el problema salarial debe resolverse entre sindicatos y empresarios, las presiones lograron que el reajuste salarial también sea tema en la mesa de diálogo.
«Los guadalupeños están en la calle desde el 20 de enero. Nicolas Sarkozy se manifiesta un mes después. Creo que todo el mundo entiende que los guadalupeños son tratados con un gran desprecio», dijo el líder del LKP, Elie Domota, en la emisora radial RTL.
A las movilizaciones de Guadalupe y Martinica se suman las del departamento de La Reunión, en el océano Índico, y de la Guyana francesa. Ayer en Cayena, la capital de Guyana, cerca de mil personas participaron de la Marcha por la Vida, con las mismas reivindicaciones de Guadalupe. “Esperábamos un poco más de gente, pero no es tan malo porque la marcha se convocó con menos de 48 horas y los sindicatos no llamaron, lo que no facilitó la tarea”, dijo a la agencia AFP Liabaste Raymond, presidente de la Asociación de Consumidores.
Video de las protestas aquí:
http://www.dailymotion.com/video/k7GDTEK8al6lChXgVP
El Ciudadano