Un misterioso «gato-zorro» de Córcega podría ser una nueva especie de felino silvestre

En la isla francesa de Córcega, en el Mediterráneo, una extraña criatura acecha de noche y es muy difícil de ver. Los lugareños lo llaman ghjattuvolpe (gato-zorro) y durante la última década, los científicos han estado investigándolo para intentar desentrañar el misterio.

Ahora, los agentes de la Oficina Nacional de Caza y Vida Silvestre de Francia (ONCFS) han revelado su trabajo al mundo: es un gato salvaje que podría clasificarse como una especie anteriormente desconocida.

«Creemos que es una especie natural salvaje conocida pero no identificada científicamente, porque es un animal extremadamente discreto y con hábitos nocturnos», dijo a la AFP el técnico ambiental de ONCFS, Pierre Benedetti.

El felino había sido una leyenda local durante años, un depredador que atacaba las ubres de ovejas y cabras por la noche. Pero cuando uno fue atrapado accidentalmente en un gallinero durante la noche en 2008, llamó la atención de los investigadores.

En 2012 se establecieron trampas para obtener el ADN de los animales: palos de madera con un aroma atractivo para los gatos., los que al frotar sus cuerpos contra ellos, dejaban mechones de piel, perfectos para la identificación genética.

«Al observar su ADN, podríamos diferenciarlo del felino europeo, Felis silvestris silvestris«, dijo Benedetti. «Está cerca del gato del bosque africano, F. silvestris lybica, pero su identidad exacta aún está por determinarse».

En 2016, capturaron a su primer gato; desde entonces, han visto un total de 16 y han capturado a 12, etiquetándolos con chips electrónicos para rastrear sus andanzas, incluido un macho particularmente llamativo por tener un ojo dorado y otro marrón; resultado de una lesión por pelear con otro macho.

Estos estudios han demostrado que los gatos merodean por extensos territorios. Se encontró que el rango de un macho cubría 3.000 hectáreas, desde elevaciones de 300 a 2.500 metros de altitud.

Esta especie (si de determina que es una especie particular) puede haber estado viviendo en Córcega durante 6.500 años, desde la época de la segunda colonización humana en la isla, lo que apuntaría a un origen de Oriente Medio, como dicen los investigadores.

Pero ¿qué clase de felino es este díscolo gato-zorro? Lo cierto es que no tiene nada que ver con los zorros (cánidos) y que sería imposible que un cánido y un félido se hibridaran, como afirman los expertos. Los habitantes de la isla lo han llamado gato-zorro por su comportamiento depredador, su tamaño y su cola llamativa.

El gato se diferencia del gato doméstico en varios aspectos clave. Mide hasta 90 centímetros desde la cabeza hasta la punta de la cola (un gato doméstico tiene un promedio de 76), tiene orejas muy anchas, bigotes cortos y dientes caninos largos. Las rayas se sus patas son más oscuras que el resto de su cuerpo y se destacan los anillos oscuros alrededor de la cola con una terminación negra, además de su barriga rojiza. Su pelaje denso lo protege contra pulgas y garrapatas.

Pero también existe la posibilidad de que no sea una especie completamente aparte. Así como se esperaba que el misterioso cánido descubierto en Montana el año pasado, fuera un híbrido lobo-perro y resultó ser solo un lobo, el ghjattuvolpe podría no ser una especie novedosa y simplemente ser un híbrido de dos felinos, de los cuales una posibilidad es el gato silvestre de Cerdeña (F. lybica sarda).

Si este gato realmente es un híbrido, parece que la hibridación podría haber producido una especie distinta. Esto, que se denomina especiación híbrida, no es una forma inusual en que se desarrollan nuevas especies. En cualquier caso, el animal es fascinante y el equipo de Benedetti espera que sea reconocido y protegido cuanto antes.

Fuente: Science Alert