Menos del 30 % de los investigadores del mundo son mujeres

Numerosos estudios han encontrado que las mujeres en los campos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) publican menos

Menos del 30 % de los investigadores del mundo son mujeres

Autor: Pedro Pérez

La inversión de los distintos países en investigación y ciencia en América Latina mantiene a los hombres en la cúspide académica, siendo mayoría en el campo, mientras que la mujer ha quedado relegada a otros oficios y, una vez más, con menos oportunidades.

Como si se tratara de una cuestión de género, la situación se extiende a lo largo y ancho del planeta, las cifras están allí y así lo demuestran los últimos datos de la UNESCO y un estudio de la Universidad Industrial de Santander: menos del 30 % de los investigadores del mundo son mujeres.

Si bien las mujeres latinoamericanas han hecho avances importantes en lograr la igualdad con los hombres en el acceso a derechos básicos como la salud y la educación, todavía están relegadas cuando se trata de sus ingresos, y parecen estar reducidas a menos y peores trabajos, y esto se constata en los sectores público, privado o académico, así como en sus campos de investigación.

De hecho, la Universidad IEU (México) señala que numerosos estudios han encontrado que las mujeres en los campos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) publican menos, pagan menos por sus investigaciones y no progresan tanto como los hombres en sus carreras.

Sin embargo, hay muy pocos datos a nivel internacional que muestren el alcance de estas disparidades.

Los expertos aseguran que está comprobado que a partir de los seis años las niñas comienzan a creer que los hombres son más inteligentes y tienen más talento que las mujeres.

Más por menos

Una investigación publicada en 2017 por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) muestran que las mujeres en la región ganan, independientemente del campo al que se dediquen, sustancialmente menos que sus pares masculinos.

De acuerdo con el trabajo, los mercados laborales en América Latina no funcionan como deberían: la mayoría de los trabajos son informales (sin acceso a los beneficios de la seguridad social), altamente inestables y poco productivos.

En cifras, el Índice de Mejores Trabajos, una nueva herramienta que permite comparar las condiciones laborales en 17 países de América Latina, advierte que las mujeres representan el 51,7 % de la población económicamente activa en América Latina; es decir, más de la mitad del talento del que dispone la región.

A pesar de ello, los hombres de la región tienen más trabajos y de mejor calidad que las mujeres.

Las mujeres representan el 51,7 % de la población económicamente activa en América Latina, es decir, más de la mitad del talento del que dispone la región.

La camaradería

En el campo de la investigación, evidentemente es una situación que afecta a todos los Estados del mundo, sea cual sea el porcentaje del PIB que dedican a este sector y el número de investigadores por millón de habitantes que tengan.

Y es que la razón es simple, en opinión de los expertos: los países que más invierten en este sector tienen menos mujeres científicas.

«La razón es el sexismo. La cultura de las instituciones académicas no está basada en la excelencia sino en el nepotismo (…) Los amigos apoyan a los amigos y los hombres prefieren a otros hombres”, dice a DW la socióloga experta en feminismo, Capitolina Díaz.

Christine Venneras y Agnes Wold, dos investigadoras suecas, demostraron esta afirmación en un artículo titulado Nepotism and sexism in peer-review, en el que revisaron los datos del centro público que subvenciona la investigación en Suecia.

Sus conclusiones fueron claras: para que las mujeres alcanzaran la misma posición que un hombre, necesitaban por promedio más de dos puntos en su currículum que los hombres.

La sentencia es lapidaria: “La vida científica está organizada alrededor de la idea del hombre al que le resuelven la vida doméstica”. Así, las oportunidades son dispares en el campo científico.

Predispuestas

En el particular de América Latina, hay menos recursos para la ciencia «y los procedentes de la empresa privada ponen condiciones más duras para las mujeres”, pues persiste la idea de que los hijos son de la madre y ella es la que debe cuidarlos. Esto, evidentemente, dificulta mucho la profesionalización de las mujeres, afirman los expertos.

Las cifras de la UNESCO señalan a Argentina y Venezuela como los dos únicos países del mundo con un mayor número de mujeres que de hombres en la investigación.

En el mundo de las ciencias, el estereotipo es tan marcado que de los 7,8 millones de investigadores que el Instituto de Estadísticas de la UNESCO dice que hay en el mundo, únicamente el 28 % son mujeres.

Por sexista que pueda sonar, los expertos aseguran que está comprobado que a partir de los seis años las niñas comienzan a creer que los hombres son más inteligentes y tienen más talento que las mujeres, dando como resultado que la niñas de esa edad se alejen de los retos que parecían más exigentes.


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