Cada máscara tiene un significado en particular
El colorido y el incomparable dramatismo de las máscaras que la caracterizan, le imprimen a la celebración de los Diablos Danzantes de Yare, una relevancia que va más allá de las fronteras venezolanas.
Esta manifestación popular, representada por Los Diablos danzantes de Corpus Christi y otras 11 agrupaciones o cofradías, ingresaron a la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que aprueba la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y la Cultura (Unesco), en París, el 6 de diciembre del año 2012
En Venezuela, desde el pasado miércoles 19 de junio, las 11 cofradías de los Diablos Danzantes que hacen vida en varios estados del país, siguiendo esta tradición, rindieron tributo al Santísimo Sacramento, con sus bailes, sus máscaras y coloridos trajes.
Más de 2.500 promeseros de los Diablos Danzantes y los visitantes de la población de San Francisco de Yare, municipio Simón Bolívar del estado Miranda, pidieron al Santísimo Sacramento del Altar por la paz, el encuentro y el diálogo en esa nación suramericana, reseñó el portal de Venezolana de Televisión.
Siguiendo una tradición centenaria, Los Diablos Danzantes de Yare, pertenecientes al estado Miranda, desde 1749, cada jueves de Corpus, cientos de hombres vestidos con máscaras de diablos, en compañía de las mujeres, se agolpan hasta las puertas del templo, “para rendir homenaje al creador, por sus infinitas bendiciones”.
Este 2019 la manifestación de fe, cumple 270 años de historia, dicha tradición se remonta a la época colonial. De acuerdo a la historia, luego de un año de fuerte sequía, sobre esas tierras, los negros esclavos e indígenas, clamaron al dios de los españoles: pidiéndoles que lloviera. Al cabo de un año, al verse bendecidos con abundantes cosechas, prometieron al “Dios vivo, el Santísimo Sacramento”, cumplir su promesa, «convirtiéndose a la fe”, reseñó en diario El Universal.
De acuerdo con Ernesto Herrera, presidente de la cofradía, esta festividad “es una fiesta religiosa, es una fiesta para orar. Es un encuentro de tú a tú con Jesús Eucaristía”.
Dinorah Cruz, gerente del Instituto del Patrimonio Cultural (IPC) de Venezuela, afirmó que para participar de esta ceremonia, se “requiere preparación física y espiritual de los danzantes, porque el diablo puede aparecer y tienen que estar preparados”.
Los cuernos de las máscaras
De acuerdo a IPC, existen en Venezuela un total de 11 comunidades en todo el país, los cuales tienen una manera diferente de vestirse, de organizarse, de crear sus máscaras, que simbolizan diablos, animales y otras representaciones y hasta en el modo de escoger a los «diablos» de las procesiones, un proceso que dura gran parte del año, explicó Cruz.
Para protegerse contra las fuerzas del mal, los diablos, vestidos de colores vivos, usan cruces, escapularios y otros amuletos, y van rezando durante la procesión.
Explicó Herrera que cada máscara tiene un significado en particular. Máscara de cuatro cuernos: significan los cuatro puntos cardinales y la santísima cruz, ya que también se la hace reverencia al sagrado madero.
Éstas son empleadas por el primer capataz de los Diablos Danzantes de Yare. Máscaras de tres cuernos: son utilizadas por el segundo y el tercer capataz, además de los arreadores. Esto simboliza la Santísima Trinidad y los tres reinos: agua, vegetal y animal. Máscaras de dos cuernos: son empleadas por el resto de los promeseros y significan dualismo y pensamiento: el bien y el mal.
Para este 2019 más de 400 máscaras serán entregadas a los danzantes que participen de la celebración. Así mismo, dentro de la cofradía existen diferentes roles o jerarquías, explicó el director de la cofradía de Yare.
Los personajes están integrados por tres
capataces, cinco arreadores, un primer cajero, segundo cajero (personas
encargadas de tocar el tambor que guía el baile), junto a un auxiliar. Integra
el grupo una mujer capataz, su asistente, y un segundo asistente para el
capataz, el portaestandarte, una madrina y un padrino.
Este año 2.575 personas, vestidos de diablos,
rinden un homenaje a Jesús Eucaristía, en los 47 altares, dispuestos en los
diferentes puntos del pueblo.