Condenan a local McDonald’s por accidente de practicante que resultó quemado en rostro y otras partes del cuerpo

Se estableció indemnización de $20 millones para la víctima

Condenan a local McDonald’s por accidente de practicante que resultó quemado en rostro y otras partes del cuerpo

Autor: Daniel Labbé Yáñez

El Décimo Quinto Juzgado Civil de Santiago condenó a la sociedad Arcos Dorados Restaurantes Chile –administradora de la franquicia McDonald’s– a pagar una indemnización por daño moral de $20.000.000 a Víctor Hugo Parrao Andrades (18). El 20 de mayo de 2016 el estudiante de electricidad sufrió graves quemaduras producto de un accidente al interior del local ubicado en la Alameda Bernardo O’Higgins 68, poco antes de llegar a Plaza Italia, en momentos en que realizaba su práctica profesional.

En el fallo se detalla que a Parrao se le ordenó aquella jornada limpiar la tapa de vidrio de los soquetes que se encuentran en el techo sobre las cajas registradoras del mesón de atención a clientes, «para lo cual sólo se le proporcionó un paño y un vaso de diluyente». Mientras realizaba dicha labor -detalló el denunciante- se soltó el foco que aseaba, cayendo este sobre los clientes que hacían fila para comprar. Al intentar atajarlo, el joven no soltó el disolvente que sostenía con su mano izquierda, «provocando el derramamiento del líquido inflamable y recibiendo en esos momentos una descarga eléctrica». «La combustión del diluyente originó una llamarada que se propagó por sus manos, brazos y tórax», añade la resolución.

A raíz de esto, la magistrada Carolina Montecinos Fabio condenó entonces a la sociedad franquiciada por la responsabilidad en la falta de medidas y elementos de seguridad del trabajador.

Local donde ocurrió el accidente

«Las graves quemaduras que sufrió en su cuerpo y que son visibles en su rostro, tórax y extremidades (…) no sólo implicaron el sometimiento a una serie de procedimientos clínicos de curaciones e injertos de piel, sino que le causaron aflicciones en su esfera psicológica (…), como un trastorno de estrés post traumático, con una sintomatología evitativa angustiosa asociada a las secuelas del accidente», sostiene la resolución.

En ese sentido, se agrega que tal perturbación emocional «aparece vinculada no sólo a la situación de estrés que vivió el día 20 de mayo de 2016 y al extenso y doloroso proceso de recuperación que ha debido sortear, sino que emana precisamente de las alteraciones físicas que ha padecido, secuelas estéticas notoriamente visibles y deformantes, y de mejoría sólo en forma parcial».

Esto último -apunta el tribunal- «compromete su autoestima y puede devenir en problemas de interrelación social, lo cual es especialmente relevante en el curso de la vida, proyecciones y anhelos de un joven de 18 años que se encontraba siguiendo estudios, en plena transición a la vida adulta».

Cabe consignar que en su denuncia, Víctor Parrao señaló que tras ser trasladado al Hospital del Trabajador luego del accidente, «permaneció sin compañía alguna de parte de la empresa, tanto en la espera previa como en la atención».


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