Al parecer, tanto a Trump como Bolsonaro no se les da muy bien el protocolo que deben cumplir durante reuniones con otros líderes mundiales.
Constantemente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump y su homólogo brasileño, Jair Bolsonaro, suelen ser comparados, ya que tienen muchos puntos en común. Ambos son fervientes defensores de las políticas de la ultraderecha, persiguen la polémica y no tienen problemas para emitir declaraciones ofensivas.
«Tenemos muchos valores comunes, admiro al presidente Trump», ha dicho el mandatario brasileño en varias oportunidades, quien incluso es conocido como el “Trump del Trópico”.
Al parecer, tanto a Trump como Bolsonaro no se les da muy bien el protocolo que deben cumplir durante reuniones con otros líderes mundiales, y durante la cumbre del G20 celebrada en Osaka, Japón, fueron tildados por la prensa internacional como maleducados, al protagonizar desplantes a otros jefes de Estado.
Desplante a Pedro Sánchez
El gesto que le hizo Trump al presidente español Pedro Sánchez en el que parece que le señala su sitio en la sesión plenaria de la cumbre del G-20 no pasó desapercibido por los medios.
En un video que se difundió a través de las redes se puede ver a Sánchez saludando rápidamente al mandatario norteamericano, quien le señala con gesto serio el sitio donde debe sentarse.
Acto seguido, Sánchez se sentó con una sonrisa incómoda y se acomodó en la mesa.
Tras las críticas a la actitud brusca y cortante del gesto de Trump, fuentes del gobierno español aseguran que el episodio ha sido «una broma» y que en ningún momento se trató de una situación en la que el inquilino de la Casa Blanca mandó a sentar a Sánchez.
“Según una persona de protocolo que se encontraba al lado de los mandatarios en el momento del saludo, Trump ha bromeado con Sánchez y le ha dicho que tenía «un buen sitio» en la mesa. Tras el comentario, Trump le habría señalado su lugar en la mesa y Sánchez se habría sentado y reído de la ocurrencia”, reseña el portal El Confidencial.
Bolsonaro ignora a Trudeau
Durante la mesa de negociaciones de la cumbre del G20 en Osaka, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, vivió una situación incómoda cuando quiso saludar a Bolsonaro, junto a quien le tocó sentarse.
Tras un leve toque en el brazo derecho, Trudeau extendió su mano y sonrió para saludarlo, mientras que el mandatario brasileño le dio la espalda para darle una calurosa bienvenida al primer ministro de Australia, Scott Morrison.
Como se puede ver en las imágenes, Trudeau se quedó pasmado y con un gesto entre la incredulidad y la desaprobación.
Aunque después de un rato Trudeau y Bolsonaro finalmente se dieron la mano, la mirada de confusión del canadiense sirvió para que se publicaran decenas de memes en Twitter.
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