El deshilache de las costuras de una sociedad con una cultura arraigada profundamente machista, y con aires de supremacía sobre los derechos de las mujeres, pone en evidencia -lamentablemente- que las violaciones colectivas parecen ser una práctica común
Fue en 2016 cuando un escandaloso caso resonó en los titulares de los medios del mundo entero. Un grupo de hombres -cinco en total- se habrían juntado para complacer su bajos y primitivos instintos con una joven de 18 años de edad.
La «follaron» -así hablan los españoles en referencia al sexo-, pero eso sí, lo hicieron a la fuerza como todo «verdadero» hombre machista debe hacerlo. El suceso ocurrió en medio de las populares fiestas de San Fermín, que se celebran a partir de cada 7 de julio en Pamplona, al Norte de España.
Los cinco, que se hacían llamar «La Manada» en un grupo de WhatsApp, tomaron a su presa la noche del 7 de julio. Era una madrileña de 18 años que se encontraba en estado de ebriedad. La llevaron a un lugar donde pudieron someterla y ahí arremetieron contra ella.
El Tribunal Supremo (TS) español confirmó que en la noche del 7 de julio de 2016 los cinco violadores ejecutaron «al menos diez agresiones sexuales con penetraciones bucales, vaginales y anales» en «contra de la libertad» de la joven.
El acto, además, fue grabado por los victimarios con sus teléfonos celulares, y los videos posteriormente fueron compartidos en su grupo de WhatsApp, con audios y comentarios sobre la violación, de la que se sintieron ampliamente orgullosos. También robaron el teléfono de su víctima y la amenazaron.
Tuvieron que pasar tres años para que los integrantes de «La Manada» recibieran una condena justa por sus actos.
En principio, dos tribunales anteriores los habían condenado por abuso sexual pero no por del delito de violación, fallo que generó polémica en el mundo y grandes protestas en España.
En principio, el caso se llevó a la Audiencia de Navarra en primera instancia y, después, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Los jueces consideraron que los abusos se produjeron sin consentimiento de la mujer, pero a su juicio, no se dio ni uso de la violencia ni intimidación, condiciones para que se considere agresión sexual o violación, según el Código Penal español.
«La Manada» recibió una sentencia de nueve años de cárcel, pero en junio de 2018 quedaron en libertad provisional bajo fianza.
Miles de personas salieron a las calles a manifestar su indignación ante el fallo de la justicia española, hecho que generó reacciones hasta en el Gobierno, que mandó a revisar la legislación vigente en torno al tema.
“Respeto”, “No es abuso, es violación», «Yo sí te creo», fueron algunos de los gritos y mensajes colocados en pancartas durante las protestas que generaron que el caso fuera revisado por el Tribunal Supremo.
Se hizo justicia
El TS consideró que en los hechos ocurridos en las fiestas de San Fermín, en 2016, sí hubo un delito continuado de violación y calificó como incorrectas las anteriores sentencias, porque el relato describe un «auténtico escenario intimidatorio, en el que la víctima en ningún momento consiente a los actos sexuales llevados a cabo por los acusados».
La decisión del TS, que es firme y fue tomada por unanimidad, supuso el reingreso en la cárcel de José Ángel Prenda, Jesús Escudero, Alfonso Jesús Cabezuelo, Antonio Manuel Guerrero y Ángel Boza, quienes estaban en libertad provisional desde junio de 2018.
En el caso de Guerrero, el tribunal lo condenó a dos años más por un delito de robo con intimidación, al quedarse con el teléfono de la joven tras la agresión. En sentencias anteriores, este hecho le acarreó una multa por hurto.
Tras conocerse la decisión del TS, la Policía Nacional detuvo a los cinco de «La Manada» en la ciudad de Sevilla.
El nuevo fallo contempla un «delito continuado de violación», con las agravantes de «trato vejatorio y actuación conjunta de dos o más personas».
Además, el tribunal destaca que la situación «intimidante» del grupo sobre la víctima es la que hizo que la joven «adoptara una actitud de sometimiento, haciendo lo que los autores le decían que hiciera, ante la angustia e intenso agobio que la situación le produjo por el lugar recóndito, angosto y sin salida en el que fue introducida a la fuerza».
Además de la pena de cárcel, el TS prohibió a los victimarios acercarse a la joven durante 20 años a menos de 500 metros, así como comunicarse por cualquier medio con ella. También elevó a 100.000 euros la indemnización a la joven.
La Fiscalía pública y la acusación particular consideraron desde el inicio del caso que sí hubo violación por parte de «La Manada», ya que la joven se sintió intimidada por el número y la fortaleza de los hombres.
«Hoy se ha hecho justicia y se ha dado un paso más en la defensa de los derechos de las mujeres en España. Tenemos derecho a vivir libres y sin miedo», señaló tras conocer el fallo la ministra portavoz del gobierno español, Isabel Celaá.
Niña de 14 años fue víctima de otra ‘manada’
«La Manada de Manresa», así le llaman los medios españoles, para diferenciarla. En este caso fueron siete los implicados, seis violadores y un sádico que se masturbaba mientras los otros arremetían contra la niña de apenas 14 años de edad.
El hecho ocurrió a las 23:30 del 29 de octubre de 2016, en una fábrica abandonada en Manresa, una localidad de Barcelona, España.
Aquella noche un grupo de jóvenes se divertían en una fiesta, y ahí estaba la víctima del caso junto a otros menores de edad, que según testigos estuvieron bebiendo licores y fumando marihuana.
De acuerdo con el tribunal de la sección 22 de la Fiscalía de Barcelona, esa noche uno de los violadores se aprovechó de que la chica de 14 años estaba en estado de ebriedad y orquestó un plan para satisfacer sus deseos sexuales, así como la de otros seis de sus compañeros de fiesta.
“Bryan Andrés M.” sería el autor intelectual de la violación colectiva, según la Fiscalía. Él se habría aprovechado de la condición de la víctima para llevársela a una casa abandonada junto al lugar de la fiesta, la violó y la dejó en el lugar. Seguidamente regresó e incitó a otro de los acusados, “Walter Diego C.” a que continuara con la agresión sexual.
“Va, te toca a ti, 15 minutos cada uno. Y no tardes”, le dijo Brian a Walter. La acusación pública sostiene que a partir de ahí entraron en la caseta y abusaron de la víctima -por turnos- un total de seis adultos mientras un séptimo contemplaba la escena y se masturbaba. Horas más tarde de la primera violación colectiva, dos de los victimarios volvieron al lugar a violar a la menor.
Una vez la Fiscalía comenzó las indagaciones, los perpetradores aceptaron haber trasladado a la menor hasta una casucha ruinosa en una fábrica abandonada, donde la violaron repetidamente y por turnos.
En testimonios preliminares, los autores -quienes actualmente gozan de libertad condicional- admitieron que la menor se encontraba absolutamente borracha y sin conciencia en el momento de la agresión.
Este nuevo caso nuevamente ha escandalizado a España no precisamente por el hecho en sí, sino por cómo la justicia califica este tipo de crímenes y permite mucha libertades a los acusados.
Justicia española dice que no es violación
Para la Fiscalía de Barcelona, el suceso se trata de abuso sexual continuado y no de violación, pues considera que no hubo “violencia” ni “intimidación” por parte de los victimarios, sino que se «aprovecharon» de la situación de “inconsciencia” de la víctima.
La Fiscalía, en su escrito provisional y a la espera de lo que declare la menor, ha imputado a seis de los acusados con un delito de abuso sexual y pide penas de 10 a 12 años.
En el caso del séptimo acusado, que según la acusación se masturbó mientras contemplaba a sus compañeros, pide una multa de 4.320 euros por no impedir que violaran a la joven.
El caso vuelve al punto de conflicto que surgió por La Manada de Pamplona. El Ministerio público repite así su punto de vista de acusar por abuso y no por agresión, decisión que enmendó el TS el 22 de junio pasado.
La propia víctima califica el ataque de agresión sexual, pues fue intimidada y sometida mediante violencia. Si esto se considerara por la Fiscalía, las condenas contra sus violadores podrían subir de 15 a 20 años de cárcel.
Por esta razón, ya las protestas se comienzan a sentir en las calles de Barcelona, solicitando que la calificación de la fiscalía cambie de abuso a violación. De esa manera, los familiares de las victimas acompañados por organizaciones sociales y activistas femeninas manifestaron frente al Tribunal Superior de Cataluña para exigir ese cambio.
Los testimonios que han llegado a los medios indican que uno de los participantes, identificado como “Marco Antonio R.”, exhibió una pistola de fogueo (de salva) y amenazó a los testigos que si contaban algo sobre lo sucedido tendrían problemas.
El pasado martes, 2 de julio, en la primera sesión del juicio, los siete acusados negaron los hechos.
Este miércoles, el tribunal que lleva el caso suspendió la revisión con la presencia de los victimarios, después que una letrada se ausentara por el fallecimiento de su madre.
En las afueras, familiares y grupos feministas increparon a los procesados por lo que hicieron. Incluso, un tío de la víctima quiso golpear a los acusados pero la policía lo detuvo.
La víctima declarará el próximo lunes y posiblemente lo haga con protección de cámara así como la de testigos de los hechos.
Lo de Pamplona no es un caso aislado
Alicante
En marzo pasado, otro caso difundido por los medios como «La ‘Manada de Alicante», generó un nuevo escándalo en la sociedad española, tras la detención de cuatro menores de edad que habrían violado y grabado la agresión contra otra menor con el propósito de extorsionarla.
Los detenidos grabaron la violación y extorsionaron a la menor -de 15 años de edad- durante meses. Ella pagaba 50 euros o difundían el vídeo en redes sociales.
La joven tomó la decisión de denunciarlos, informó Antena 3. Cinco días después de interponerse la denuncia, la Guardia Civil detuvo a tres de los implicados en el caso; el otro se encontraba en Francia, huido.
En las declaraciones, los implicados se culparon los unos a los otros negando una violación y diciendo que tenían el consentimiento expreso de ella. La Fiscalía le impuso medidas cautelares, como la prohibición absoluta de acercarse a la víctima y de establecer una conversación con ella de cualquier tipo mientras dure la investigación.
El suceso se produjo en julio de 2018 en la localidad de Marina Alta y la denuncia fue interpuesta el pasado 1° de marzo. Por ahora, los cuatro menores se encuentran detenidos y en disposición de la Fiscalía de Menores.
Gran Canaria
Durante la noche de San Juan de 2018, una joven menor de edad de Gran Canaria sufrió una violación múltiple por parte de cinco hombres. La joven se encontraba en la famosa playa del Inglés, en la zona de Maspalomas, celebrando el solsticio de verano, cuando se produjeron los hechos, informó el diario La Razón.
Las detenciones se produjeron cinco días después de los hechos, tras la denuncia de violación de la víctima. Entre los violadores, cuatro eran adultos y uno era menor, quien confirmó que sí hubo relaciones sexuales pero dice que fueron “consentidas e individuales”. Hasta la fecha no hay condena ni se ha determinado nada.
Sabadell
La madrugada del 3 de febrero de 2019 hubo otra víctima: una chica de 18 años residencia en Sabadell, parte de la comunidad de Cataluña. En su declaración al juzgado alegó que se encontraba en un bar con muchos amigos, el mismo sitio en el que se encontraban sus agresores.
En un momento puntual, acudió al baño y se cruzó con un hombre que “la besó, la tocó por todo el cuerpo, la metió la mano por debajo de la ropa interior y la masturbó”.
Acto seguido la sacó del bar y la llevó, a la fuerza, a una nave abandonada donde tres hombres la violaron por turnos y abusaron constantemente de ella.
La víctima, según recoge su declaración, no paraba de llorar y sentía pánico de sufrir algo peor de lo que ya estaba viviendo. Cuando uno de los agresores la llevó a la calle, fuera de la nave, la chica corrió y pidió auxilio a un carro que transitaba. Los ocupantes del vehículo la acompañaron a una comisaría a denunciar los hechos.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña abrió un proceso judicial por un presunto delito de agresión sexual que determinó la prisión para uno de los múltiples detenidos; a los otros se les prohibió la salida de España y están sometidos a un exhaustivo control.
Azuqueca de Henares
El 15 de marzo de 2018 otra niña, de 12 años, fue violada. La pequeña se encontraba en el Lavadero de Azuquera, un parque de la zona, cuando varios jóvenes se la llevaron junto a una amiga suya hacia una residencia abandonada.
Ambas chicas iban a ser violadas, pero la amiga de la víctima fue echada a la calle por ser “negra”. Los violadores llevaron a la niña a un baño, la tumbaron boca abajo y le bajaron la parte inferior de la ropa.
La violaron analmente uno a uno durante cerca de 45 minutos. Los amigos estaban fuera y escuchaban los gritos de socorro, pero uno de los relacionados con el abuso figuraba allí con un palo para evitarlo, explica el diario El Mundo.
El propio medio comentó que uno de los agresores se encuentra en prisión preventiva por agresión sexual y, además, por detención ilegal. Uno de los adultos quedó en libertad mientras que tres menores llegaron a un acuerdo con la Fiscalía: tres años de internamiento y cinco de orden de alejamiento sobre la víctima.
Mataró
En 2016, tres hombres -uno con discapacidad psíquica- fueron detenidos por violar a una menor de 17 años que padece discapacidad intelectual.
La joven sufre una diversofuncionalidad de 57%, lo que la convierte en una chica “muy ingenua y muy inocente”, tal y como recoge el porta El Periódico a través de unas declaraciones de su madre, quien hizo la denuncia.
La madre comenzó a presenciar comportamientos extraños en la niña y ello le animó a denunciar. Su estado habitual era de actividad, pero de repente pasaba largas jornadas encerrada en su habitación.
Así, la progenitora entró en su cuenta de Facebook y presenció cosas extrañas, como una foto de un pene acompañada de una pregunta: era la prueba definitiva para denunciar lo sucedido.
Dos jóvenes fueron detenidos por las autoridades y se les acusó de un delito de agresión sexual; el tercero tenía que acudir periódicamente al juzgado hasta la celebración del juicio.
Callosa
Cuatro jóvenes fueron detenidos tras ser acusados de drogar y forzar sexualmente a una joven con el objetivo de abusar de ella.
Ocurrió el 31 de diciembre de 2018. La víctima apareció en un vídeo completamente rodeada y sujetada por sus violadores.
Los cuatro están en prisión. Durante el juicio aseguraron no recordar nada de esa noche. Permanecerán en prisión hasta que la sentencia sea firme.
Santa Coloma
En noviembre de 2018, un grupo de 15 hombres apuñalaron a un joven en un vagón de metro y procedieron a abusar de su novia que le acompañaba.
Dos de los agresores eran menores de edad. El juez dejó en libertad a 10 de ellos y decretó el ingreso en prisión de los cinco restantes.
Bilbao, el caso más reciente
La población española no había terminado de sentir que se había hecho justicia con el caso de La Manada de Pamplona, cuando salió un nuevo caso de ésta índole. Esta vez la víctima fue una turista finlandesa de 17 años de edad.
El hecho ocurrió el pasado 24 de junio en la zona del Casco Viejo de Bilbao, durante la celebración de la fiesta de la noche de San Juan
En medio de la agresión, un testigo alertó a los agentes policiales quienes lograron intervenir y detener a dos sospechosos. Sin embargo, trascendió que al menos cuatro personas estuvieron implicadas en la violación.
Tras la detención se conoció que uno de ellos tiene 27 años y el otro de 24 años. La víctima fue trasladada a un hospital donde fue atendida.
Horas después, otro hombre de 35 años fue detenido y llevado a una cárcel del Palacio de Justicia de Bilbao. Los tres sujetos están detenidos a la espera de comparecer ante la justicia.
España se encuentra en pleno proceso de retipificación de los delitos sexuales, luego de la ola de indignación que produjo el caso de la primera ‘manada’.
Desde 2016 hasta hoy han actuado al menos 101 manadas en España, cita un despacho del diario El Mundo, en las que han participado más de 350 hombres.
Sólo desde que empezó este año, 18 mujeres han denunciado en otras tantas comisarías -una incluso por duplicado el pasado viernes en Castellón, la violaron dos veces los miembros del mismo grupo criminal.
De esas violaciones, 14 de ellas se han producido en los últimos tres meses, las otras cinco tuvieron lugar en 2018 pero las víctimas no habían reunido el valor para ir a la policía hasta ahora.
La situación es grave, pero por como avanzan los hechos y su masificación, parece que el porvenir es peor.