Funcionarios del Gobierno de Trump rechazan la idea de comparar los centros de detención de migrantes con los recintos de los nazis en la II Guerra Mundial. No obstante, el mismo presidente norteamericano ha reconocido que en algunos campos de detención las condiciones son «terribles», pero su administración no ha recibido los recursos financieros
El cierre de los centros de detención de migrantes en Estados Unidos será reclamado este viernes en el curso de la celebración de vigilias en diversos estados de los EE. UU., incluidos lugares cercanos a la frontera sur, publicó este viernes Prensa Latina.
Una veintena de agrupaciones, a favor de la protección de dichas personas y organizadoras de la iniciativa, se refirieron a esos centros como campos de concentración.
Según los planes, abogados, activistas y personas que estuvieron en esos lugares participarán en las protestas, con sedes clave en El Paso, Texas; San Diego, California; Miami, Florida; Nueva York, y la capital estadounidense, Washington.
Las velas de “Luces por la libertad: una vigilia para terminar con los campos de concentración de humanos”, nombre de la manifestación, iluminarán la oscuridad de las horribles políticas de la administración del presidente Donald Trump, afirmaron los convocantes.
Elizabeth Cronise McLaughlin, abogada, activista y organizadora, manifestó en el sitio web del evento que los centros de detención del Gobierno de Trump cumplen con la definición de genocidio y crímenes de lesa humanidad de Naciones Unidas.
Subrayó, además, que el Congreso se niega a detener al presidente y sus políticas, y “no podemos permitir que estas atrocidades se cometan en nuestro nombre”, agregó.
“Ahora es el momento de que cada persona se ponga de pie y diga: ¡No aceptaremos esto!”, expresó, por su parte, Kristin Mink, también activista e inmersa en la preparación de la jornada.
“No más vacilaciones. No más miedo. Necesitamos ser audaces, ruidosos e implacables. Esa es la única forma en que podemos detener el problema», indicó.
Testimonios de las víctimas
Hace dos días, la madre de una niña guatemalteca fallecida tras estar en un centro para migrantes en Estados Unidos denunció los maltratos y la crueldad en esos sitios.
De acuerdo con el testimonio de Yazmín Juárez ante el Subcomité de Derechos Civiles y Servicios Humanos de la Cámara de Representantes, a ella le tocó ver morir a su hija lenta y dolorosamente.
Ese grupo legislativo organizó una audiencia titulada “Los niños en jaulas”, cuando el debate sobre las condiciones que sufren los migrantes agita la política interna y crece el rechazo a las acciones de Trump.
Juárez contó que vino a Estados Unidos al temer por su vida en Guatemala, y después de cruzar la frontera norteamericana sur hizo una petición de asilo.
Estuvo detenida, agregó, en un centro en el cual le negaron la atención médica que su hija, de 19 meses de edad, requería luego de enfermarse por estar en una “jaula fría”.
Cuando el ICE (siglas en inglés del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) finalmente nos soltó llevé a Mariee inmediatamente al médico, pero para entonces era demasiado tarde y la pequeña murió seis semanas después, narró la madre.
Recalcó que el mundo debe saber lo que está sucediendo con tantos niños migrantes en Estados Unidos, donde ha ocurrido la muerte de varios de ellos bajo custodia de las autoridades.
Campos de detención en EE. UU. violan los derechos humanos
Activistas humanitarios han denunciado condiciones de hacinamiento e insalubridad en las instalaciones provisionales, creadas por la administración Trump en los últimos meses, donde están detenidos miles de migrantes, en su mayoría de países centroamericanos, publicó, por su parte, el portal de Telesur.
El diario estadounidense La Noticia, enfocado en el público hispano, reveló que en un campo ubicado en El Paso, Texas, se encontró a 900 inmigrantes detenidos, cuando tiene una capacidad para 125 personas.
De acuerdo con un informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., miles de menores de edad dijeron haber sido víctimas de abuso sexual cuando estaban bajo custodia del Gobierno en estos centros de detención.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas ha habilitado unas 200 instalaciones en diversos lugares de EE. UU. donde están detenidas unas 50 mil personas, en su mayoría latinoamericanos sin papeles, refugiados y solicitantes de asilo.
En los últimos dos años, han muerto 24 personas en esos campos, seis de ellas menores de edad.
La congresista demócrata, Alexandria Ocasio-Cortez, inició la polémica en junio pasado al tuitear: «Esta administración ha establecido campos de concentración en la frontera sur de Estados Unidos para migrantes, donde están siendo brutalizados con condiciones deshumanizantes y muriendo».
En su tuit, la legisladora opositora mencionó un artículo de Esquire, en el cual la experta Andrea Pitzer maneja la misma idea, que en Estados Unidos hay «un sistema de campos de concentración», debido a que son recintos donde hay personas detenidas sin ningún juicio en su contra.
«Las condiciones con terribles», pero..
Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo por su parte que “no habría dudas en llamarlos campos de concentración».
Sin embargo, personeros del Gobierno de Trump rechazan la idea de comparar los centros de detención de migrantes con los recintos que usaron los nazis en la Segunda Guerra Mundial, en los cuales murieron alrededor de seis millones de personas, judíos en su mayoría.
El mismo Trump ha reconocido que en algunos campos de detención las condiciones son «terribles», pero argumenta que su administración no ha recibido los recursos financieros para atender la masiva llegada de migrantes registrada en los últimos meses.