Una de las causas del incremento de casos de sífilis en Europa se debe a un mayor número de relaciones sexuales sin protección y a un comportamiento sexual más arriesgado entre los hombres homosexuales.
Los casos de sífilis se han disparado en Europa en la última década y, por primera vez desde el año 2000, se ha convertido en algunos países en una enfermedad más común que el VIH-Sida.
Así lo revela un nuevo informe del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), que subraya que los casos de esta enfermedad de transmisión sexual (ETS) han aumentado en un 70 por ciento desde 2010.
Una de las causas de este incremento se debe a un mayor número de relaciones sexuales sin protección y a un comportamiento sexual más arriesgado entre los hombres homosexuales.
En total, se registraron más de 260.000 casos de sífilis en 30 países entre 2007 y 2017. En 2017, las tasas de sífilis alcanzaron su nivel más alto desde que hay registros, con más de 33.000 casos reportados.
“Esto significó que por primera vez desde principios de la década de 2000, Europa registró más casos de sífilis que nuevos casos de VIH”, reseña el reporte.
Sin embargo, el problema varió significativamente de un país a otro, con tasas que se duplicaron con creces en cinco países (Gran Bretaña, Alemania, Irlanda, Islandia y Malta), pero que disminuyeron en un 50 por ciento o más en Estonia y Rumanía.
Casi dos casos de cada tres de los registrados entre 2007 y 2017 afectaron a hombres homosexuales. Los hombres heterosexuales, por su parte, contribuyeron con el 23% de los casos y las mujeres con el 15%.
«El aumento de las infecciones de sífilis que observamos en toda Europa es el resultado de varios factores, como las personas que tienen relaciones sexuales sin preservativo y con múltiples parejas sexuales, combinados con una reducción del temor a contraer el VIH», declaró a Reuters el doctor Andrew Amato-Gauci, experto en infecciones de transmisión sexual del ECDC.
El informe europeo salió a la luz después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtiera el pasado junio que alrededor de un millón de personas en todo el mundo contraen cada día una infección de transmisión sexual.
Si esta enfermedad no es tratada puede generar complicaciones graves en hombres y mujeres y causar mortinatos y muertes de recién nacidos y aumentar el riesgo de contraer el VIH.
De hecho, esta ETS fue una de las principales causas de pérdida de bebés en el mundo en 2016.
La sífilis se conoce desde el siglo XVI y durante siglos fue la más conocida de las enfermedades venéreas, aunque ahora parezca casi una desconocida. Además se presentó siempre con epidemias cíclicas a lo largo de la historia humana.
La causa la bacteria Treponema pallidum y se volvió curable en el siglo XX gracias a la penicilina. También fue frenada en las últimas décadas por una mayor atención a las relaciones sexuales derivada de la epidemia de sida.
La enfermedad se manifiesta con lesiones cutáneas y genitales, acompañadas con síntomas semejantes a la gripe, pero si no se trata puede dañar gravemente el corazón y el sistema nervioso central, hasta provocar demencia y parálisis.
Asimismo, se transmite de la madre al feto, causando la muerte en el útero al nacer.
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