Resistencia a los intereses imperiales de Estados Unidos sobre Latinoamérica y el Caribe, y trabajar con base en la construcción del futuro de la región, son objetivos esenciales de la labor que realiza el Foro de Sao Paulo como bloque que busca liberar los pueblos del continente del yugo colonizador y hegemónico norteamericano.
En ese sentido, el embajador de Venezuela en Cuba, Ádan Chávez, resaltó que el bloque de partidos de izquierda latinoamericana y caribeña se constituye en la actualidad como un muro de defensa ante el intento de restauración de la derecha conservadora y extremista en la región, hecho que se ha visto reflejado en gobiernos sumisos y cómplices a las estrategias de Washington contra la que ellos califican su “patio trasero”.
«El Foro de Sao Paulo es el escenario perfecto para crear un plan en conjunto de acción política con todos los movimientos sociales y partidos políticos del continente y del mundo”, precisó recientemente Chávez en entrevista exclusiva para el programa Enclave Política, transmitido por Telesur.
El diplomático resaltó que Estados Unidos, con sus políticas de guerra no convencional, pretende volver a imponer la doctrina Monroe en América Latina, que colocó dictaduras y gobiernos neoliberales que persiguieron, torturaron, desaparecieron y asesinaron a los militantes de la izquierda continental para llevar a los pueblos a sufrir enormes miserias y desigualdades.
Pero, este proceso que busca restaurar el conservadurismo en la región, en manos de extremistas de derecha como Jair Bolsonaro en Brasil, Mauricio Macri en Argentina, Lenín Moreno en Ecuador, Iván Duque en Colombia, entre otros, se ha encontrado con pueblos conscientes y despiertos que muestran una resistencia histórica, como la que ha demostrado durante los últimos años el pueblo venezolano.
Los gobiernos corruptos del pasado, los mismos actores políticos que se enriquecieron antes de que las fuerzas progresistas de izquierda asumieran el poder político progresivamente durante en los últimos 20 años, ahora pretende volver a asfixiar a Latinoamérica y el Caribe.
Resistir y vencer, el espiritu del Foro
Un ejemplo de sumisión son los países que integran el autodenominado Grupo de Lima: gobiernos aliados a Washington para atacar y asfixiar al pueblo de Venezuela mediante la imposición de medidas coercitivas unilaterales multiformes que buscan bloquear comercial, económica, financiera y diplomáticamente al país.
«Han aplicado una guerra económica y mediática, pero no han podido, seguiremos resistiendo y venceremos los ataques. Otro objetivo de sus pretensiones es frenar los avances de los movimientos progresistas y revolucionarios de la región”, relató Chávez en la mencionada entrevista, y agregó que “el pueblo venezolano, en unión cívico-militar, no permitirá que el imperialismo le arrebate sus propios recursos”.
El diplomático venezolano recordó que los intereses de la Casa Blanca en la región, y sobre todo en Venezuela, son usurpar los inmensos recursos naturales que ostenta Latinoamérica, como petróleo, gas, hierro, oro, coltán, diamantes, tierras para el cultivo y ganadería, agua potable y turismo.
En ese sentido, el embajador destacó que en el caso de Venezuela, y otros países como Brasil y Colombia, se ha visto el resurgir de pequeños grupos extremistas de carácter neofascista, capaces de asesinar a mansalva, y hasta quemar personas vivas por ser chavistas o pensar distinto, como le ocurrió al joven Orlando Figuera, quemado vivo por grupos radicales de oposición que apoyan a Juan Guaidó y Leopoldo López, cabecillas de la organización terrorista Voluntad Popular.
En ese sentido, Chávez también resaltó que Venezuela, así como el resto de los pueblos latinoamericanos y caribeños, independientemente de los gobiernos que tengan, cuentan con un escenario global distinto, en donde la hegemonía estadounidense está a punto de morir para dar paso al mundo multipolar, donde Rusia, China, India, Turquía, Irán, entre otras naciones comienzan a mostrar su fuerza con la diplomacia de paz.
«El mundo dejó de ser unipolar desde hace varios años, como diría el comandante (Hugo) Chávez, ahora es multipolar y debemos seguir construyéndolo (…) a pesar de algunas victorias del imperialismo, nuestros pueblos siguen activos y con avances importantes», reiteró.
«El papel de los aliados internacionales, el apoyo solidario de los pueblos con Venezuela y la continuación permanente de las misiones sociales, aunque el Gobierno Bolivariano enfrente un criminal bloqueo, son transcendentales para el futuro soberano de Venezuela y la región, y en ese sentido el Foro de Sao Paulo cobra mayor importancia», acotó Chávez.
Foro reivindicará lucha contra el neoconservadorismo
La próxima edición del Foro de Sao Paulo, la número XXV, se realizará en Caracas del 24 al 28 de julio. Se espera que participen representantes de más de 124 movimientos y partidos políticos de izquierda de Latinoamérica, el Caribe, y otras partes del mundo.
La clausura del evento en Caracas se realizará en el Cuartel de la Montaña, donde reposan los restos del comandante Hugo Chávez.
La anterior edición se realizó en La Habana, Cuba, y el Foro decidió manifestarse “en pie de lucha ante los efectos de una ofensiva reaccionaria, conservadora y restauradora neoliberal de las élites mundiales” impulsadas por “el capitalismo del Gobierno de los Estados Unidos, sus aliados y las clases hegemónicas”.
El Foro ha sido una institución de gran peso en la política regional, por donde han pasado figuras importantes de la historia reciente del continente como los expresidentes de Brasil, Lula da Silva y Dilma Rousseff.
También otros líderes y presidentes han sido partícipes de la FPS, como el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez; Evo Morales de Bolivia, Miguel Díaz-Canel de Cuba, Roosevelt Skerrit de Dominica, Daniel Ortega de Nicaragua, Danilo Medina de República Dominicana, Tabaré Vázquez de Uruguay, Andrés Manuel López Obrador de México, Laurentino Cortizo de Panamá, entre otros.
En 1990, dos líderes de la izquierda latinoamericana, Luiz Inácio Lula da Silva y Fidel Castro, estrecharon sus manos y crearon un gabinete político y estratégico integrado por distintos partidos, movimientos y fuerzas de izquierda, para trascender desde la reflexión y las ideas hacia la concreción del socialismo: el Foro de São Paulo (FSP).
Así nace, en julio de 1990, este gran tanque del pensamiento de las fuerzas progresistas latinoamericanas, una organización internacional que apuesta por profundizar el debate y procura avanzar con propuestas de unidad de acción consensuadas en la lucha antiimperialista y popular.
Su misión también empuja hacia la promoción de intercambios especializados en torno a los problemas económicos, políticos, sociales y culturales que enfrentan los pueblos del continente, así como también las fuerzas de izquierda.
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