La causa «de los cuadernos», en manos del juez Claudio Bonadio, investiga la supuesta existencia de una red de sobornos durante la gestión de Fernández, que involucraba a empresarios
La expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) solicitó ir a juicio oral por «la causa de los cuadernos» ante las «ilicitudes» de la investigación, en un escrito presentado por su abogado y divulgado este lunes por la prensa local.
«Ante la ausencia manifiesta de un órgano jurisdiccional que en esta instancia pueda reparar la cadena de ilicitudes que se llevaron adelante en el expediente, es imprescindible pasar al juicio oral para reclamar una vez más el restablecimiento de los principios constitucionales que hacen al debido proceso legal, del que deben gozar todos los habitantes de la nación, sin excepción alguna», afirmó el abogado Carlos Beraldi en el escrito, reseña la agencia estatal Télam.
La causa «de los cuadernos», en manos del juez Claudio Bonadio, investiga la supuesta existencia de una red de sobornos durante la gestión de Fernández, que involucraba a empresarios.
El expediente judicial se originó con las declaraciones de la esposa del chofer Oscar Centeno, quien trabajaba para Roberto Baratta, un estrecho colaborador de Julio De Vido, exministro de Planificación.
Centeno asentó en cuadernos escolares la bitácora de los viajes que hacía para Baratta, en la que incluyó detalles sobre el supuesto intercambio de maletas y bolsos con dinero entre destacados empresarios argentinos y funcionarios de las administraciones de Fernández y del fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).
El 2 de julio pasado, un tribunal de segunda instancia en Argentina confirmó el procesamiento con prisión preventiva de la exmandataria y actual senadora.
Sin embargo, Fernández, ahora precandidata a vicepresidenta por el Frente de Todos (centro), sigue en libertad gracias a los fueros parlamentarios.
Beraldi afirmó que en la causa han existido «detenciones arbitrarias a mansalva» y cuestionó la forma en que se usó la llamada «ley del arrepentido».
«Terminó siendo utilizada como un medio coactivo no sólo para arrancar supuestas confesiones a los imputados, sino también para manipular sus dichos, siempre en una misma dirección: imputar, como sea y por cualquier delito, a mi representada», agregó.
Consideró además que «se realizaron detenciones arbitrarias a mansalva» para «arrancar supuestas confesiones a los imputados», por lo que «decenas de imputados fueron colocados ante la siguiente disyuntiva: o reconocían la comisión de supuestos delitos o serían privados de su libertad por un lapso indefinido».
El procesamiento con prisión preventiva de Fernández no es tramitado por el Senado porque la mayoría opositora de la cámara alta se niega a evaluar el pedido.
Fuente: Sputnik
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