La empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) aseguró al pueblo venezolano que tiene garantizada la distribución y el suministro de todos los combustibles necesarios para abastecer el mercado nacional.
La información fue confirmada este martes por el ministro de Petróleo y titular de PDVSA, Manuel Quevedo, a través de su cuenta en Twitter.
Quevedo instó a los usuarios y a la colectividad a mantener la calma y a evitar hacer colas innecesarias en las estaciones de servicio.
Este lunes en la tarde, aproximadamente a las 16:40 horas, el sistema eléctrico venezolano sufrió un nuevo ataque electromagnético que buscó afectar la generación hidroeléctrica de Guayana, informó el vicepresidente Sectorial para Comunicación, Jorge Rodríguez, la noche del mismo lunes.
Rodríguez también informó que la jornada laboral y estudiantil para este martes se encuentran suspendidas, una medida preventiva para ayudar a reestablecer el suministro eléctrico en el país de manera progresiva.
El primer ataque contra el sistema eléctrico venezolano se perpetró el 7 de marzo de 2019. Desde entonces se han registrado varios ataques para tumbar el suministro eléctrico en el país suramericano.
Esta vez el ataque se dio en un contexto muy parecido: alza desmedida en el valor del dólar paralelo, alza de precios en los alimentos y amenazas extranjeras como la incursión de aviones espías estadounidenses y aplicación de medidas coercitivas unilaterales desde gobiernos aliados a Washington como la Unión Europea y el llamado Grupo de Lima.
Pdvsa también está dentro de la ‘operación blackout’
El Gobierno venezolano ha denunciado que Washington, en complicidad con extremistas de la ultraderecha venezolana, es responsable de los ataques al servicio eléctrico, una operación que tiene como fin deponer a Nicolás Maduro para de esa manera asaltar el poder político y controlar las enormes riquezas del país.
Las presiones multiformes que ejecuta de forma constante el gobierno de Estados Unidos contra Venezuela continúan y se mantendrán. En ese contexto la operación ‘Blackout’ (apagón) se mantiene en marcha, razón por la cual el pueblo venezolano debe mantenerse atento ante un nuevo ataque contra el sistema eléctrico nacional.
La petrolera forma parte de ese plan de saboteo a Venezuela, razón por la cual la administración de Donald Trump mantiene secuestrados más de 30.000 millones de dólares pertenecientes al Estado venezolano en bienes de PDVSA y de su filial Citgo, que se encuentran en territorio estadounidense.
El viceministro de Defensa ruso, Alexánder Fomin, en una entrevista con Actualidad RT, explicó que los intereses de EE. UU. para presionar a Venezuela no se detienen y en ese sentido los apagones, producto de ataques al sistema eléctrico, son parte de una «operación planificada» por Washington para desestabilizar la tranquilidad de la población.
Se «puede ver que está en marcha una operación llamada ‘Blackout’. Se trata de un cierre planificado y artificial de instalaciones energéticas, que también afecta negativamente a la atmósfera en el país y sólo hace agravar la crisis existente, principalmente la crisis económica», agregó Fomin.
Un ejemplo de la declaración de Fomin se evidencia que tras los ataques contra el sistema eléctrico venezolano, los continuos apagones han generado un alza de precios en distintos rubros y servicios, la depreciación del bolívar frente al dólar, situación que se había paralizado semanas antes del ataque y que incluso registraba un retroceso de los precios en productos como la carne, el pollo y otros alimentos de la cesta básica.
Por tal razón, Fomin no duda en confirmar que los casos de desconexión masiva de las instalaciones de suministro de energía en Venezuela son el resultado de una operación planificada y dirigida por EE. UU.
«Estados Unidos no se detiene» a la hora de presionar a Venezuela. «No rechazan ninguna herramienta. Utilizan ampliamente las herramientas de las guerras híbridas, las revoluciones de color, así como entrenan a líderes y militantes de movimientos radicales”, declaró el viceministro de defensa ruso.
Algunas tácticas empleadas por EE. UU. contra Venezuela consisten en la imposición de medidas coercitivas, sanciones económicas, financieras y diplomáticas para bloquear al país de manera sistemáticas y cercar a su gobierno constitucional. Además, Washington promueve la instalación de un Estado paralelo en el país suramericano al reconocer como supuesto «presidente» a Juan Guaidó.