Soy Carla Verdugo, prisionera política, secuestrada en las cárceles del Estado, procesada por ley antiterrorista. Habito la cárcel de San Miguel que hoy funciona como centro de detención preventivo femenino.
Debo convivir con los funcionarios de Gendarmería, que procuran limpiar la muerte que manchan las paredes con políticas “humanizadas”.
El esclavismo contemporáneo que significan las cárceles nunca será humano. No nos engañemos. Está instituido que el pueblo pobre entregará sus hijos e hijas a la máquina de tragar carne humana al encierro y la tortura cotidiana.
No lo aceptamos, ni hoy ni ningún día olvidemos rebelarnos, desde los detalles de lo cotidiano hasta el calor de la revuelta. Que la memoria nutra nuestra rebeldía.
A dos años de la matanza de San Miguel, ni su pintura blanca ni la multitud de ceremonias supersticiosas nos permita reconciliarnos con la muerte.
81 hombres ya no están, y ni estarán: aquí se extinguió su vida. Pero las/os que estamos vivas/os y somos rebeldes no los olvidamos y eso les da de nuevo la oportunidad, es el renacer.
FUERZA y cariño íntimo a sus familias.
Desde esta cloaca vuelvo a gritar ¡LA CÁRCEL ES UN CENTRO DE TORTURA, REPRESIÓN Y MUERTE!
ABAJO LAS CÁRCELES DEL ESTADO
NI UN MINUTO DE PAZ
LIBERTAD A LOS/AS PRESOS/AS DEL ESTADO/CAPITAL
ARRIBA LOS/AS QUE LUCHAN
Carla Verdugo Salinas
Torre 5 CDP San Miguel
Publicado por Pikete Jurídico
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