El planeta ha sido denominado WASP-121b, y está muy cerca de su estrella anfitriona. Esta proximidad tiene un efecto intrigante en el planeta, una deformidad oblicua.
Casi 25 años después desde que se hallara el primer planeta fuera del Sistema Solar, la cifra de los descubiertos asciende cada día, reportándose has ahora más de 4000. Ahora, un equipo de astrónomos de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) acaba de revelar el descubrimiento de un planeta de «metal pesado», con forma de balón de fútbol.
El descubrimiento fue posible a través de observaciones del telescopio Hubble, que permitió la visualización de metales pesados como el hierro y el magnesio.
Según los investigadores, estos metales escapan de la atmósfera superior del planeta en forma de gases, un fenómeno jamás visto por los astrónomos en un exoplaneta.
El planeta tiene una atmósfera superior que alcanza un abrasador 4.600 F, ubicado a unos 900 años luz de la Tierra.
El planeta ha sido denominado WASP-121b, y está muy cerca de su estrella anfitriona. Esta proximidad tiene un efecto intrigante en el planeta, una deformidad oblicua.
Los expertos explican que las poderosas fuerzas gravitacionales de la estrella han deformado WASP-121b en una «forma oblicua de fútbol».
Metales pesados
Un estudio publicado en el Astronomical Journal señala que los científicos están asombrados por el hecho que los metales pesados puedan escapar como gases de este planeta.
Se cree que esto puede explicarse por la increíblemente alta temperatura de la atmósfera del planeta WASP-121b.
De hecho, la atmósfera superior de WASP-121b es aproximadamente 10 veces más caliente que la de cualquier otro planeta conocido, dicen los científicos.
“A estas altas altitudes, el gas atmosférico Mg II y Fe II no está unido gravitacionalmente al planeta, y estas especies ionizadas pueden estarescapando hidrodinámicamente o podría estar confinado magnéticamente. Los átomos de Mg y Fe refractarios a gran altura también indican que estas especies no están atrapadas en las nubes de condensado en profundidad, lo que impone restricciones en la profundidad temperatura interior”, detallaron los astrónomos.
Un júpiter caliente
De acuerdo con los expertos, el planeta pertenece a una clase conocida como «Júpiter caliente»: exoplanetas gigantes de gas que orbitan extremadamente cerca de su estrella anfitriona.
Sin embargo, “el interior de un planeta relativamente frío puede conducir a la condensación de especies refractarias profundas en la atmósfera, eliminando así las especies gaseosas de las capas superiores de la atmósfera”.
«Se han visto metales pesados en otros Júpiter calientes antes, pero solo en la atmósfera inferior», dijo en un comunicado David Sing, autor principal del estudio de la Universidad Johns Hopkins.
«Así que no sabes si están escapando o no. Con WASP-121b, vemos magnesio y gas de hierro tan lejos del planeta que no están unidos gravitacionalmente», agregó el experto.
Al iniciar la observación de este planeta, los científicos esperaban una oportunidad de ver escapar elementos más pesados, pero debido a que hace tanto calor y es tan favorable de observar este planeta, ha sido “la mejor oportunidad para encontrar la presencia de metales pesados”.
“Estábamos buscando principalmente magnesio, pero ha habido indicios de hierro en el atmósferas de otros exoplanetas. Sin embargo, fue una sorpresa verlo tan claramente en los datos y a tan grandes altitudes tan lejos del planeta. Los metales pesados escapan en parte porque el planeta es tan grande e hinchado que su gravedad es relativamente débil. Este es un planeta que está siendo despojado activamente de su atmósfera «, explicó Sing.
Según los investigadores, los resultados del estudio arrojarán nueva luz sobre nuestra comprensión de la formación planetaria.
«Los Júpiter calientes están hechos principalmente de hidrógeno, y el Hubble es muy sensible al hidrógeno, por lo que sabemos que estos planetas pueden perder el gas con relativa facilidad», dijo Sing.
«Pero en el caso de WASP-121b, el gas de hidrógeno y helio está saliendo, casi como un río, y está arrastrando estos metales con ellos. Es un mecanismo muy eficiente para la pérdida de masa».
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