El Ministerio de Relaciones Exteriores chino denunció que las recientes manifestaciones son «el trabajo de Washington», y argumentan que se han detectado muchas caras norteamericanas en las acciones de calle
Durante las últimas nueve semanas Hong Kong ha sido el escenario de multitudinarias protestas que han socavado la paz y tranquilidad de esta Región Administrativa Especial de la República Popular China.
Los miles de manifestantes han tomado las calles en protesta por las nuevas políticas de extradición de criminales a la China Continental, lo cual ha conllevado a varias detenciones y generado múltiples actos de violencia.
El caos llegó a tal punto que el Gobierno chino exigió al Ejecutivo de la excolonia británica sancionar a los responsables de los actos vandálicos.
«Creemos que por ahora, la tarea prioritaria de Hong Kong es sancionar los actos violentos e ilegales conforme a la ley, restablecer el orden rápidamente y mantener un ambiente propicio para los negocios«, indicó la portavoz de la Oficina de Enlace de Hong Kong y de Macao de China, Xu Luying
Aseguró que las manifestaciones de los últimos dos meses han irrumpido la estabilidad y prosperidad de la ciudad de forma grave. Además señaló que el Ejecutivo regional deberá encontrar una forma alternativa de abordar los temas de vivienda, empleo y otros de interes social con los jóvenes.
Yang Guang, también portavoz de la Oficina de Asuntos de Hong Kong y Macao, dijo que las protestas son «actos malvados y criminales cometidos por elementos radicales».
«Pedimos al público en general de Hong Kong que sea consciente de la gravedad de la situación actual», enfatizó recientemente en una conferencia de prensa.
Asimismo, Pekín reiteró su apoyo Carrie Lam, la jefa ejecutiva de la Región Administrativa Especial de Hong Kong.
Más de 40 detenidos
Al menos 45 personas han sido detenidas por estar involucradas en los actos vandálicos y en las manifestaciones radicales. Los detenidos han sido acusados de desorden público, un delito por el que pueden ser condenadas hasta por diez años de cárcel
De acuerdo con las autoridades de Hong Kong, los manifestantes han lanzado ladrillos, botellas, líquidos corrosivos, incluso bolas metálicas, y cuentan con arcos y flechas.
Incluso, llegaron a salpicar con tinta negra el emblema nacional del Gobierno chino, provocando la ira de las autoridades en Pekín.
Sin embargo, la gran mayoría de los detenidos han sido liberados luego de cancelar una fianza de 1.000 dólares honkoneses (unos 125 dólares americanos), cumplir un toque de queda a medianoche y la obligación de comparecer semanalmente a una comisaría.
De igual modo, se ha reportado que durante los fuertes enfrentamientos, la policía de Hong Kong ha empleado fuerza excesiva contra los manifestantes, usando gas lacrimógeno y balas de goma.
¿Por qué estallan las protestas?
Hong Kong es una excolonia británica y una ciudad semiautónoma, según el principio conocido como «un país, dos sistemas», después de que volvió a la jurisdicción de China como Región Administrativa Especial en 1997.
Desde entonces, la ciudad ha mantenido su independencia judicial, su propia legislatura, sistema económico y su moneda, el dólar de Hong Kong, y sus residentes gozan de libertades civiles que no están a disposición de sus homólogos en China Continental.
Las protestas en la ciudad comenzaron cuando el gobierno de Hong Kong presentó un polémico proyecto de ley para permitir las extradiciones a la China continental.
Los críticos a la ley señalan que la norma socavarían las libertades de sus ciudadanos, erosionaría su independencia judicial y sería usada para promover detenciones arbitrarias, juicios injustos y torturas bajo el sistema judicial de China.
También afirman que el objetivo es perseguir a todos aquellos que se opongan al Gobierno del Partido Comunista.
Lo cierto es que los cambios propuestos en el proyecto de ley le brindaría a las autoridades en China Continental, Taiwán y Macao la posibilidad de emitir solicitudes de extradición de sospechosos acusados de crímenes como homicidio y violación, pero la decisión sobre la solicitud se hará en base a cada caso individual.
Funcionarios en Hong Kong afirman que los juzgados tendrán la última palabra sobre si autorizar las solicitudes de extradición y los acusados de delitos políticos y religiosos no serán extraditados.
El Gobierno ha tratado de reducir el conflicto haciendo algunas concesiones, incluyendo que sólo entregarán a los fugitivos que sean acusados de ofensas que contemplen sentencias máximas de por lo menos siete años.
La propuesta de la polémica ley se formuló después de que un hombre de 19 años de Hong Kong fuera acusado del asesinato de su novia embarazada de 20 años, cuando estaban de vacaciones en Taiwán, en febrero de 2018.
El sospechoso huyó de Taiwán y regresó a Hong Kong el año pasado. Los funcionarios taiwaneses han buscado asistencia de las autoridades en Hong Kong para extraditar al individuo, pero estos alegan que no pueden cumplir porque no tienen un acuerdo de extradición con Taiwán.
Sin embargo, Taiwán declaró que no buscará la extradición del sospechoso de asesinato bajo los cambios propuestos y exhortó a Hong Kong que administre el caso separadamente.
Aunque Hong Kong tiene acuerdos de extradición con 20 países, incluyendo Reino Unido y Estados Unidos, no se han logrado pactos de ese tipo con China a pesar de las continuas negociaciones en las últimas dos décadas.
Conflicto sin resolución
A mediados de junio, la jefa de esta región administrativa especial de China, Carrie Lam, anunció que el debate y votación sobre la ley de extradición sería pospuesto.
Indicó que la prioridad de las autoridades al suspender el proyecto de ley era restaurar la paz y el orden, añadiendo que su objetivo inicial era «evitar que Hong Kong se convirtiera en un paraíso para los criminales».
«Quiero subrayar que el Gobierno está adoptando una mentalidad abierta para prestar atención a diferentes puntos de vista de la sociedad hacia el proyecto de ley», afirmó en esa oportunidad.
Sin embargo, ante el anuncio de Lam de posponer el debate sobre la ley, los opositores no cedieron su postura.
«Si ella (Lam) se niega a retirar, a descartar por completo esta controversial ley, eso significará que nosotros no nos retiraremos», dijo Claudia Mo, legisladora que se opone al proyecto. «Si ella sigue, nosotros seguimos».
De hecho, al día de hoy, los manifestantes han ampliado sus demandas a cinco puntos: retirada oficial de la ley de extradición —en el origen de las protestas—, amnistía para los detenidos, investigación independiente sobre la actuación policial, dimisión de Lam e implantación efectiva del sufragio universal.
China acusa a EE. UU. de promover las protestas
Ante el conflicto, el Gobierno chino ha reafirmado su oposición a cualquier interferencia extranjera y ha advertido que algunos países occidentales tratan de ‘usar a Hong Kong como plataforma para socavar China’.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China denunció esta semana que las recientes protestas en Hong Kong son «el trabajo de Estados Unidos», y agregó que Washington le debe una explicación al mundo.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, defendió hace poco «la racionalidad» de las protestas en Hong Kong y expresó la esperanza de que Pekín respete los acuerdos en esta región administrativa de China.
«En cuanto a las declaraciones del señor Pompeo, me parece que no se ha ubicado todavía en su nuevo puesto y se piensa que sigue siendo director de la CIA (Agencia Central de Inteligencia)», indicó la vocera de la cancillería china, Hua Chunying, en rueda de prensa.
«Para Pompeo los recientes actos violentos en Hong Kong son racionales porque los ha creado Estados Unidos«, manifestó Hua.
Como evidencia, Hua proporcionó ejemplos de la reciente «interferencia» de Estados Unidos en las manifestaciones antigubernamentales en Hong Kong.
La portavoz reveló que el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, el asesor de seguridad nacional John Bolton y Pompeo se reunieron con figuras de la oposición varias veces durante las protestas.
«Ha habido muchas caras estadounidenses en las manifestaciones violentas e, incluso, algunas banderas estadounidenses», agregó Hua.
Desde finales de febrero de 2019, altos funcionarios de la administración de Donald Trump empezaron a criticar en público las enmiendas a la ley de extradición y celebrar reuniones con la oposición, recordó.
Al instar a Estados Unidos a «dejar» el asunto de Hong Kong, Hua advirtió: «Aquellos que juegan con fuego solo se queman».
«Quien juega con fuego, atrae desgracia. La historia conoce muchos de estos ejemplos. Instamos con insistencia a la parte estadounidense a que quite sus manos sobre nosotros lo más rápido posible y deje ese peligroso juego», agregó.
Intervención del Ejército chino
El conflicto en Hong Kong no asoma indicios de bajar de intensidad y se espera que sigan las protestas, a las que se han sumado funcionarios públicos, pues existe la amenaza de que se produzca una general.
Hasta el momento, las fuerzas militares de Pekín no han interferido, pero la ley permite que el Gobierno de Hong Kong pida ayuda al Ejército chino para mantener el orden público o en caso de desastre natural.
Al respecto, el portavoz del Ministerio de Defensa de China, Wu Qian anunció la semana pasada que el Ejército Popular de Liberación (EPL) podría ser desplegado en Hong Kong si el gobierno de la ciudad así lo solicita para mantener el orden público.
«Seguimos de cerca los desarrollos en Hong Kong (…) Las acciones de algunos manifestantes radicales desafiaron la autoridad del gobierno central y dañaron el principio de ‘Un país, dos sistemas'», agregó el portavoz, sentenciando al final que se trata de una situación totalmente «absolutamente intolerable».