Estados Unidos señala al presidente de Honduras , Juan Orlando Hernández, como conspirador junto a su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández, y el expresidente Porfirio Lobo.
El presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, está acusado por Fiscales federales de Estados Unidos (EE.UU.) de recibir dinero del narcotráfico para su campaña electoral a cambio de proteger personas vinculadas al negocio de la cocaína.
Los funcionarios de Justicia señalaron al mandatario hondureño como conspirador junto a su hermano, Juan Antonio “Tony” Hernández, y el expresidente Porfirio Lobo, tras presentar un documento de 49 páginas ante el distrito sur de Nueva York, que devela una asociación ilícita para consolidar el control político en Honduras con fondos provenientes de la venta de drogas.
Algunas de las pruebas clave recopiladas por los fiscales contra el acusado, a quien señalan de ser un «violento, narcotraficante de multi-toneladas» que presuntamente abusó de sus conexiones políticas para obtener ganancias personales y políticas y al menos dos veces “ayudó a planear el asesinato de rivales del narcotráfico».
De acuerdo con la investigación se ratifica que las campañas políticas del exmandatario Lobo y del actual jefe de Estado presuntamente tuvieron financiamiento del narcotráfico a cambio de protección para «capos» del país centroamericano.
El documento complementa otros escritos de una corte federal que vincula al presidente Hernández y colaboradores cercanos entre los objetivos de una pesquisa de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).
En 2017 el hijo del expresidente Lobo, Fabio Lobo, fue condenado en EE.UU. a 24 años de prisión por tráfico de drogas. El año pasado fue capturada su esposa por desvío de fondos equivalentes a 700.000 dólares, y también un hermano menor del actual jefe de Estado hondureño, Tony Hernández, quien deberá enfrentar un juicio por cargos de contrabando de cocaína.
Por su parte, el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dijo este sábado que «es falso» que esté implicado en una conspiración para usar dinero del narcotráfico con el fin de mantenerse en el poder.
Aseguró, además, que la denuncia es un «ataque con un afán de venganza» de parte de narcotraficantes hondureños.
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