Por Benjamín Aguayo / A tan solo unos metros bajo el Palacio de La Moneda se encuentra ubicado el Café Torres, punto de encuentro un tanto irónico en donde me espera sentado puntualmente, vestido con un terno azul, con el pelo impecablemente peinado y una taza de café vacía, Diego Ancalao.
Con 38 años de edad, hijo de padres mapuches, y proveniente de la localidad de Puren, Diego se perfila hoy como una de las posibilidades para liderar un proyecto social mapuche, que como el señala, tiene la necesidad de transformar las demandas sociales en avances políticos. Ancalao fue el primer político mapuche en liderar un partido de gobierno y actualmente es presidente de la Fundación de Liderazgo y Desarrollo Indígenas.
La situación indígena en Chile está pasando por uno de los momentos más violentos y críticos en cuanto a su bienestar. La región de la Araucanía es actualmente la con peor calidad económica, y la persecución policial a líderes políticos indígenas termino con la muerte del comunero mapuche, Camilo Catrillanca.
Junto con esto, la consulta indígena, principal política del gobierno en cuanto a la inclusión de pueblos originarios, ha conseguido un rechazo transversal por parte del bloque mapuche, el cual ha logrado cohesionarse para decir no a la propuesta. Recientemente la Asamblea Originaria por la Descolonización y Plurinacionalidad (Asodeplu) envió a la cámara del senado una carta que pide bajar el proyecto del parlamento.
Conversamos con Diego acerca de los desafíos políticos del pueblo mapuche en pos de una verdadera autonomía.
Si bien la consulta indígena se encuentra fundamentada en los principios del Convenio N° 169 de la OIT, diversos sectores se han mostrado en contra de la iniciativa propuesta por el gobierno, ¿A que se debe este rechazo?
– La consulta parte fracasada por que no se informó, no se indicó nada, no fue consultada, no fue previa ni libre. Pero fundamentalmente la denuncia que nosotros hacemos es debido a que se veía la existencia de un plano oculto debajo de esta ley. Hay una propuesta política que quiere flexibilizar la ley para obtener dividendos económicos de las tierras indígenas. Pero además el punto ocho del artículo 19.253 de la consulta, te pregunta a ti como indígena, si quieres que se mantenga la letra C, la cual habla de otorgar calidad indígena a los cónyuges. Eso lo que busca en el fondo es legalizar la venta de tierras a funcionarios públicos.
Ancalao fue de los primeros en sostener una argumentación en contra de esta consulta, criticado por diversos actores del mundo político asegura que la participación de los pueblos indígenas no es solo una encuesta de mala fe, sino también una mayor participación en la toma de decisiones. Cuenta como ciertos personajes tras enterarse del rechazo transversal por parte del bloque mapuche a la consulta, decidieron “subirse al carro”.
¿Existen grupos indígenas a favor de esta consulta?
-Claro que sí, había grupos urbanos que efectivamente apoyaban la consulta porque no tienen intereses en temas territoriales. También hay grupos que han sido permeados con esa teoría de que si usted es pobre, la solución se encuentra en que usted resuelve su problema personal privatizando bienes que son un consecuencia de la lucha de un pueblo, no de una lucha personal, eso ha permeado.
¿Por qué estar a favor?
-Hubo un tiempo en la dictadura, en donde se decía que se tenían que privatizar las instituciones públicas porque así se solucionaban los problemas sociales, esa teoría se está implementando en el mundo indígena, cosa que está totalmente fracasada. La Araucanía es la región más pobre de chile, a pesar de la existencia de un gran número de latifundistas y la presencia de las industrias forestales, que actualmente poseen cerca de 3 millones de hectáreas desde la séptima región al sur.
La relevancia geopolítica y económica de las tierras que ustedes defienden es innegable, ¿Crees que esta tiene implicancia en las respuestas negativas que han recibido durante los años?
-Efectivamente existe hoy en día una sobreexplotación de las tierras y un agotamiento de recursos por parte de las industrias forestales y latifundistas, y como las tierras mapuches no han sido explotadas, son las materias primas para la producción de ellos. Pero también porque el cambio climático ha corrido las zonas de producción frutícola, ovina, bobina etc. Al menos se ha corrido desde la provincia de Arauco hacia el sur, eso ya está estudiado.
Diversas comisiones para la paz en la Araucanía incluyen a grandes conglomerados como el grupo Angelini o los Matte, entre otros empresarios. Ancalao asegura que el pueblo mapuche es tratado de interdicto, y por eso otros grupos con intereses particulares deciden por ellos.
Actualmente eres presidente del Instituto de Liderazgo y Desarrollo Indígena ¿Crees que existe una noción distinta entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche en cuanto a términos como desarrollo y bienestar?
-Para los pueblos indígenas el bienestar, es lo que se llama en pueblos Quechuas “Sumak Kawsay”, en los Aymaras “Suma Qamaña” y en el pueblo mapuche se llama “Kume Mongen”, el cual se refiere a un estado ese bienestar, de buen vivir, que es una concepción milenaria. Entonces el desarrollo tiene que ver con una conexión distinta con el medio ambiente y con las personas. La teoría económica que se implementa es que se es feliz mientras más desarrollo económico se tenga, a diferencia de los pueblos indígenas que en general somos felices en medida que estamos en nuestro territorio y compartimos con nuestra naturaleza, esa es una cuestión básica. Pero este aspecto recién se está intentando equilibrar.
Mientras gesticula con las manos, explica las nociones distintas entre crecimiento económico y desarrollo económico, en donde deben cumplirse necesidades múltiples. Chile, según Ancalao es una nación atrasada en cuanto a temas de desarrollo, debido a la brecha económica e índices de desigualdad.
¿Cómo visibilizas la estabilidad económica del pueblo mapuche como condicionante para la lucha política?
-Si tú no tienes las necesidades básicas cubiertas no tienes ninguna posibilidad en ocupar tu tiempo para resolver tus problemas, por eso parte de la teoría de represión del estado es mantenerte pobre. Todos los pueblos que se han liberado han conseguido la autonomía económica para luego luchar por la autonomía política, nosotros estamos lejos de eso y es uno de los pilares que debemos fomentar.
Hace una semana se creó la coordinación territorial mapuche, liderada por loncos. Todos ellos poseen una movilidad que les permite hacer política, todos ellos llegan en sus Toyota y en sus Corola. Diego Ancalao piensa que no se puede resolver el problema económico sin correlación de fuerzas, más los éxitos personales o partidarios no siempre se reflejan en la realidad concreta.
¿Consideras que no se ha logrado traspasar de manera trascendente la lucha social mapuche a avances en un plano político?
Los dirigentes mapuches tuvieron un rol importantísimo en la recuperación de la democracia, y se ha mantenido una lucha social hasta la fecha. El problema está cuando la lucha social se queda solo en la denuncia y no se transforma en una lucha política. Para resolverlo tú tienes que acceder al poder del estado, porque de lo contrario el estado te pone fuera de la legalidad, no esto no es una lucha social, es terrorismo y ahí es cuando nos matan.
Por eso es que no ha habido avances efectivos según Ancalao en cuanto a las grandes demandas, que se pueden encontrar en los discursos de Aburto Panguilef refiriéndose a la libre determinación.
¿Existe una cohesión considerable en el bloque mapuche?
-La cohesión política es coyuntural, pero después hay peñis trabajando en la Forestal Arauco, los compran y los polarizan a todos. La muerte de Camilo fue un punto de convergencia para resolver problemas de sentido, pero hubo un grupo, que es el mismo que viene de la post dictadura, que se adueñó y no resolvieron nada. No tuvo la repercusión que nosotros quisiéramos.
A pesar de eso Diego cree que existe un gran desafío, comenzar a entablar el dialogo con los chilenos, demostrar que existen las mismas condiciones. Es por eso que Ancalao no asiste a reuniones de la sociedad civil con manto o trarilonco, debido a la caricatura que se ha levantado de los mapuches. Caricatura que ocupa el estado para desprestigiar la lucha legitima.
¿Cómo proseguir en esta lucha que se interpone drásticamente en los intereses económicos y políticos del poder?
Para lograr cambios sociales necesariamente tenemos que unirnos con la sociedad civil chilena, encontrar puntos en común y determinar que tenemos los mismos opositores. Las luchas de los sectores postergados de la sociedad chilena están íntimamente ligadas con los pueblos indígenas. Lo que nosotros tenemos que unir es mucho más allá de la lucha social mapuche. Sino tenemos los ejemplos de partidos mapuches que han terminado siendo una minoría de la minoría, el poder del estado es tan grande que te sataniza rápido.
¿Y cómo llevar esto a la práctica?
Tenemos una gran tarea en sentar temas en común, decir lo que nos une; estamos en contra de las AFP, estamos en contra del clasismo en la educación. Sin correlación de fuerzas no tenemos ni una posibilidad de incidir un milímetro en el poder. Debemos madurar una consciencia de pueblo mapuche, y una consciencia ciudadana para unirnos.
“El futuro de Chile postergado está íntimamente unido a los pueblos indígenas, no podemos caminar solos”…
Estamos llamados a crear una fuerza política, utilizando las reglas del estado, porque de lo contrario nos ponen afuera, pero no solamente debemos pensar en nosotros como mapuches, si no en que también podemos ser una oportunidad para resolver los problemas de Chile.
No sería extraño pensar en Diego Ancalao como una figura posible en las próximas elecciones para la cámara, o porque no, una posible candidatura a la presidencia. Ancalao hace años viene solidificando un proyecto político, fue candidato independiente a senador, y tal como plantea, necesita la fuerza de un bloque político social y plurinacional.