Los sectores de la extrema derecha venezolana han desplegado una campaña mediática para defender la imposición del criminal bloqueo total de Estados Unidos contra Venezuela. Insisten en que -tal arbitrariedad ejecutada por Washington- es «solo» una medida «contra la dictadura», razón por la cual aseguran que, «de ninguna manera», afectará a la población.
Pero, hay que ser un poco más que iluso para creer en tal aseveración, aún más cuando -un argumento tan vacío y falto de intelecto- busca esconder lo evidente y es generado por un grupo de engañadores de oficio que -parcialmente- ha estafado a la comunidad internacional con el surgimiento de un pseudo «presidente interino» o «encargado», que en términos reales es sólo un parapeto utilizado por la Casa Blanca para tratar de crear un Estado paralelo que les permita usurpar y adueñarse del Poder Político y los recursos energéticos de Venezuela.
Ni siquiera el propio Donald Trump, ni su mismísimo consejero de seguridad, John Bolton, han sido capaces de decir que el bloqueo contra Venezuela no afectará a los ciudadanos comunes.
Basta con revisar las redes sociales de este grupo, acusado por Caracas de participar en una red criminal internacional que pretende robarse los recursos del Estado venezolano en el extranjero, principalmente en Estados Unidos.
La mencionada red la lideran miembros del grupo sedicioso Voluntad Popular, del que forman parte Leopoldo López, Juan Guaidó, Carlos Vecchio, Freddy Guevara, Iván Simonovis y una larga lista de evadidos de la justicia venezolana, muchos de ellos entrenados por empresas dedicadas a inducir conflictos políticos por la vía de la desestabilización.
Prueba fehaciente de ello está en lo que ha vivido por más de medio siglo el pueblo de Cuba, asediado y bloqueado brutalmente por Washington, a pesar de que casi la totalidad de los países que integran la Organización de las Naciones Unidas (ONU) han deplorado y exigido el cese de esa arbitraria medida que sólo aprueban Israel y Estados Unidos.
Fue este lunes -5 de agosto de 2019- cuando finalmente Trump decidió oficializar el bloqueo total contra los venezolanos. Pero el asedio continuado contra Venezuela tiene dos décadas enteras, desde el mismo momento en que el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, ganó las elecciones de 1999 y desde entonces comenzó un proceso político totalmente ajeno a los intereses de Washington.
Las mayores dificultades vividas por los venezolanos se han registrado desde la muerte de Chávez, que algunos analistas atribuyen a un asesinado planificado a través de la inoculación del cáncer. Desde entonces, ha sido Nicolás Maduro quien ha estado al frente de la Presidencia de Venezuela tras ganar dos elecciones.
El Gobierno de Maduro nunca ha gobernado en paz. Venezuela ha recibido el ataque desproporcionado y saboteo continuado de Estados Unidos y sus aliados -dentro y fuera de Venezuela- para inducir y «fabricar» como lo confesó el propio secretario de Estado, Mike Pompeo, la «crisis» venezolana.
La población venezolana ha vivido los embates de ataques multiformes contra su economía, una guerra que incluye desabastecimiento inducido, especulación, sobreprecios, hiperinflación, dependencia del dólar estadounidense, fallas en los suministros de medicinas, alimentos, materiales estratégicos para transporte, tecnología, energía, así como también el constante saboteo al sistema eléctrico -planificado desde el Pentágono-, la distribución de agua potable, el gas doméstico y la telefonía fija y móvil.
A pesar de toda esta realidad, que los venezolanos enfrentan cotidianamente e incluso han sabido sobrellevar y en algunos casos superar, sectores de la oposición radical (derecha extremista vinculada en este momento al entorno de Guaidó) insisten que es el Gobierno venezolano, o «la dictadura» como ellos le califican, la responsable de la crisis.
Es en ese periplo -fundamentado en la mentira y con apoyo de la mediática internacional- serpentean los actores de la extrema derecha venezolana: Julio Borges, Antonio Ledezma, Lilian Tintori, Luisa Ortega Díaz, María Corina Machado, Freddy Guevara, Luis Florido, por nombrar algunos, que protagonizan una campaña de desprestigio internacional contra Venezuela con giras alrededor del mundo en las que promovieron la imposición de medidas coercitivas contra el país para así «cercar al régimen» y a «Maduro».
Se evidencia que el argumento de personalizar la guerra contra «Maduro y su régimen» no es más que una fachada para lavarse las manos y decir que sus acciones son por «el futuro» y el «bienestar» de «Venezuela» y que en nada tienen que ver con el deterioro exponencial en la calidad de vida de los venezolanos, sin distinto alguno de sus preferencias políticas.
Bloqueo va contra las necesidades básicas de los ciudadanos
No pasaron más de 12 horas desde la imposición del bloqueo contra Venezuela cuando ya varios expertos comenzaron a reportar en las redes sociales el impacto negativo de la medida coercitiva en las necesidades básicas, las labores cotidianas, e incluso, en las responsabilidades laborales.
Al respecto, la internacionalista Giovanna de Michele explicó a varios medios de comunicación que el bloqueo total que ha decidido imponer Trump contra Venezuela afectará «prácticamente todo lo que se está consumiendo en Venezuela» y complicará «todo lo que tiene que ver con los insumos necesarios para la satisfacción de las necesidades básicas de los venezolanos».
«Siempre, en la medida que se le restringe la capacidad de maniobra financiera a la administración de Nicolás Maduro, hay una afectación sobre el ciudadano común, porque debemos considerar que los venezolanos y todos los que residimos en Venezuela dependemos básicamente de la importación de cualquier cantidad de bienes», explicó De Michele.
La internacionalista acotó también que «todo lo que consumimos, no solamente de alimentos y medicinas, inclusive vestimenta, calzado, prácticamente todo, en un alto porcentaje, son productos que vienen importados y quien concentra el grueso de las transacciones en el comercio exterior venezolano es el Gobierno de Nicolás Maduro, es decir, él es el gran importador en Venezuela y eso -sin lugar a dudas- complica todo lo que tiene que ver con los insumos necesarios para la satisfacción de las necesidades básicas de los venezolanos».
Al respecto, el presidente de la encuestadora venezolana Datanálisis, Luis Vicente León, reconoció que en los países donde Estados Unidos ha decidido imponer un bloqueo, la calidad de vida de sus habitantes se ha deteriorado sustancialmente, producto del deterioro acentuado de su economía.
Además, agregó que bajo este régimen de sanciones impuestas por Estados Unidos, ningún gobierno «sancionado» ha salido del Poder.
El titular de la encuestadora agregó que, tras la imposición del bloqueo, “la probabilidad de que se llegue a un acuerdo en las negociaciones políticas» (entre el Gobierno venezolano y la oposición extremista) «en este momento es muy baja».
Personalizar el bloqueo busca tapar su impacto social
A pesar de esta clara explicación, los miembros de la extrema derecha insisten que el bloqueo es contra «la dictadura» de Maduro y por ende -según ellos- no afectará al pueblo.
Tras las primeras horas de la imposición del bloqueo criminal de Estados Unidos contra los venezolanos, integrantes de Voluntad Popular se han dedicado a defender el robo anunciado por el Gobierno de EE. UU. contra los activos de Venezuela, valorados por al menos 30.000 millones de dólares, y entre los que se encuentra bienes de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y su filial Citgo.
El bloqueo de la administración de Trump incluye el «embargo» total de los bienes de Venezuela, así como la prohibición de las transacciones y negocios comerciales con el Estado venezolano, hecho que tiene como objetivo, más allá de sacar a Maduro, asfixiar aún más a la población y evitar que entren alimentos, medicinas y otros rubros de primera necesidad.
Según Freddy Guevara, prófugo de la justicia venezolana y buscado por alentar las acciones violentas de la oposición extremista en 2017 en los que resultaron asesinadas más de 160 personas y actualmente protegido por el gobierno de Sebastián Piñera en la embajada de Chile en Caracas, argumentó que «las sanciones» no deberían preocupar a nadie sino a quienes tienen «negocios» con el Gobierno.
En ese sentido, dijo que la población no debería seguirle «el juego» al Gobierno Nacional, pues aseguró que cuando haya escasez de alimentos, medicinas y otros rubros necesarios como repuestos importados para reparar servicios públicos, no se debe culpar al bloqueo sino a «la dictadura» y sobre todo a Maduro.
En la misma retórica se sumaron Juan Guaidó, José Ignacio Hernández, Orlando Viera Blanco, entre otros integrantes del grupo criminal que pretende robar los activos de Venezuela en el extranjero y que pretenden crear un Estado paralelo, acción que el Gobierno venezolano ha denunciado como una operación vinculada al crimen organizado transnacional que dirige EE. UU.
«El bloqueo no va a afectar a la población» ¡FALSO!
Lenín Maury, periodista venezolano que resultó afectado por “los daños colaterales del bloqueo”, describió gran parte de las implicaciones que en la cotidianidad de las personas tiene la medida unilateral. El experto en telecomunicaciones explicó todo a través de un hilo publicado en su cuenta Twitter:
Maury detalló que en menos de 12 horas de activarse el bloqueo de Trump, recibió un correo electrónico de la empresa alemana SEDO -dedicada a la compra y venta de nombres de dominio de Internet a nivel internacional- para informarle que fueron suspendidas todas las cuentas de venezolanos ante las actuales sanciones impuestas por Washington.
«No dice que suspenden mi cuenta por chavista, es para todos los que vivan en Venezuela», explica Maury, quien perdió tres dominios que tenía con esa empresa, con la que ha trabajado por más siete años.
Bloqueo es inoficioso y pudiera generar hambruna
El dirigente opositor del partido Avanzada Progresista y ex candidato presidencial, Henri Falcón, dijo este miércoles que el bloqueo total que decidió imponer EE. UU. pudiera generar «una situación de hambruna en Venezuela».
Las declaraciones de Falcón, durante una entrevista en televisión, también destacan que aquello que la extrema derecha «ha planteado como nuevas sanciones» es una medida que va a «terminar afectando a las grandes mayorías».
«Nadie puede negar que las sanciones han venido agudizando el problema, han generado un impacto muy negativo en áreas como la distribución de alimentos y medicinas (…) Una sanción en condición de bloqueo es inoficioso».
«Esto no genera un efecto real frente al gobierno, sino por el contrario le da argumentos a Maduro para seguir insistiendo que la culpa del gran deterioro del país obedece a las sanciones y a la presión que se ejerce desde las fuerzas democráticas. Con estas sanciones de Estados Unidos pudiera generarse una situación de hambruna en Venezuela», subrayó.
Falcón también dijo que “es un error” seguir convocando a la intervención militar en Venezuela, una opción promocionada por la oposición extremista vinculada a Guaidó y Voluntad Popular.
Indicó que no está de acuerdo con algunas de las decisiones tomadas por Guaidó -como ficha emblemática y mediática de la oposición-, como lo es el tema relacionado al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) del cual Venezuela se apartó en 2013 y el pseudo Estado paralelo de Guaidó decidió retomar sin ningún tipo de legitimidad.
Es «la nada, porque es obsoleto, ineficaz y no resolverá los problemas de los venezolanos”, dijo Falcón sobre el TIAR, para luego agregar que «los sectores que apuestan a una salida no democrática y que solicitan intervención militar no tienen conocimiento exacto de las explicativas de las grandes mayorías de los venezolanos».
Para Falcón la mejor salida ante la actual coyuntura política, económica y social de Venezuela es el diálogo, el cual considera como la solución «pacífica y democrática» para los problemas del país.
“No hay otra salida que no sea negociada y hemos insistido en una propuesta de un gobierno de coalición, de salvación y de unidad nacional. El diálogo debe continuar y ese camino no lo debemos abandonar, de manera que el planteamiento que hace (John) Bolton nosotros lo rechazamos de plano. El diálogo se debe fortalecer, si fracasa sería un revés para todos nosotros, los demócratas”, acotó.
Añadió que en el diálogo “deben darse acuerdos progresivos (…) creemos en la paz, es el único camino que nos puede llevar a un estado de estabilidad y que se genere confianza para rescatar el aparato productivo en el país, mientras una salida forzada implica años de inestabilidad».
Lobby internacional continúa para «mantener la presión»
Un día después de imponerse el bloqueo a Venezuela, Estados Unidos organizó en Lima, Perú, la autodenominada “Conferencia Internacional sobre la Democracia en Venezuela”, evento mediático que concluyó este martes sin mayores aportes y pocas novedades, salvo los discursos emitidos por el asesor de seguridad de la Casa Blanca, John Bolton, quien aprovechó el periplo para hablar sobre la medida.
Bolton aseguró delante de un grupo de representantes de gobiernos aliados y serviles a Washington que los objetivos directos del bloqueo que decidieron imponer son: Nicolás Maduro, las «instituciones ilegítimas dirigidas por él», así como todos aquellos que permitan su “dictadura” o “menoscaben” al “presidente interino”, Juan Guaidó.
Bolton explicó a los asistentes los alcances de la decisión unilateral del presidente Donald Trump, un paso tomado con la intención de «negar a Maduro el acceso al sistema financiero global y para aislarlo aún más internacionalmente».
“Además, estamos enviando una señal a terceras partes que quieran hacer negocios con el régimen de Maduro para que procedan con extrema precaución. No hay necesidad de arriesgar sus intereses económicos con Estados Unidos por intentar beneficiarse de un régimen corrupto y moribundo”.
Aclaró que la orden ejecutiva autoriza sanciones a empresas e individuos extranjeros, es decir, no estadounidenses, que provean apoyo, bienes o servicios al «Gobierno de Venezuela» en pleno y sus funcionarios.
«Quiero dejar claro que esta amplia orden ejecutiva autoriza al Gobierno de Estados Unidos a identificar, apuntar e imponer sanciones a cualquier individuo que continúe dando apoyo al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro», añadió.
El evento en Lima tuvo un momento crítico cuando varios de los países presentes de Europa y Latinoamérica que siguen el caso de Venezuela de manera más centrada, decidieron no participar por la presencia de Julio Borges, un “enviado” de Guaidó ante el autodenominado Grupo de Lima, quien finalmente fue excluido de la conferencia general y sólo pudo participar en una reunión previa de carácter más íntimo.
Según la agencia de noticias españolas EFE, citando a “fuentes diplomáticas”, la participación de Borges, unida a las sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos, ocasionaron que varios países europeos decidieran no participar en ese encuentro preliminar; mientras que Uruguay y México, que también estaban anunciados en un principio, ni siquiera aparecieron en el foro principal.