La novelista dejó once obras magistrales que remueven el pasado esclavista y racista de su país
El mundo de la literatura está de luto. Este 5 de agosto falleció a los 88 años la escritora afroamericana Toni Morrison, en el pequeño pueblo newyorkino de Grand View-on-Hudson.
La escritora plasmó en once magistrales novelas verdades históricas que aun hoy día padece Estados Unidos: la esclavitud, el racismo y el maltrato a la mujer.
La Academia Sueca le concedió el Nobel – y la convirtió en la primera mujer negra en recibir este premio- por “su arte narrativo impregnado de fuerza visionaria y poesía que ofrece una pintura viva de un aspecto esencial de la realidad norteamericana», cita El País.
Y es que además del Nobel, Morrison había recibido en 1988 el Pulitzer por Beloved (Amada), obra ambientada en la Guerra de Secesión de EE. UU. En ella, la escritora narra la historia de una afroamericana que huye de un estado esclavista (Kentuchy) a Ohio, en donde estaba abolida esta opresión.
El diario español refiere que la pluma de Morrison tocó, con una magistral profundidad, «temas como la raza, la esclavitud, la memoria, el pasado y lo oculto, la mujer y lo femenino, la identidad; y sobre todos ellos dos aspectos cruciales que son la sangre que dan vida a sus criaturas y a sus propias historias sociopolíticas: la amistad y el amor».
La artista de joven no recorrió un camino de rosas. Hija de un obrero y de una ama de casa, Morrison tuvo que trabajar como empleada doméstica de joven cuando vivió en pobreza extrema.
Nació en 1931 bajo el nombre de Chloe Ardelia Wofford, que luego fue cambiado a Chloe Anthony cuando fue bautizada al catolicismo. La joven Chloe pudo asistir a la Universidad Howard de Washington donde se hizo llamar Toni. Fue en esta casa de estudios en donde obtuvo el título de Filología Inglesa en 1953. Años después trabajó el Random House, hasta que luego se trasladó a Nueva York para trabajar en la misma empresa como editora, cuenta El País.
Fue en 1970 cuando publicó Ojos Azules, que plasma el sufrimiento de una niña negra que se siente fea por no parecerse a Shirley Temple. En esta novela, además de criticar los cánones de bellezas impuestos, toca las divisiones familiares.
Fue a partir de allí que la mirada de los críticos literarios se volcaron hacia Morrison. Luego comenzó una fila de publicaciones todas muy bien escritas y adoradas por la crítica: Sula !973), La canción de Salomón (1977), por la que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica; La Isla de los caballeros (1981), Beloved (1987), Jazz (1992), Paraíso (1997), Amor (2003), Una bendición(2008), Volver (2012) y La noche de los niños (2015).
“Quiero descubrir una verdad sobre la vida cotidiana de Estados Unidos, la vida de los afroamericanos viviendo en un contexto histórico crítico que se ha ocultado”, afirmó Toni Morrison en una entrevista al referido medio español en 2013. Y al parecer así lo hizo en sus once novelas y cuatro ensayos.
Fue el pasado 5 de agosto que la también activista se despidió de este mundo tras sufrir de una breve enfermedad, tal y como lo anunció en un comunicado la casa editorial Alfred A. Knopf, citado por RT.
La escritora murió anoche «rodeada de su familia y amigos» en un centro médico de Nueva York «después de una breve enfermedad».
En una entrevista con El País, Morrison dijo siempre buscar en su pasado los valores que la guían en todo momento. «La memoria es esencial. Si uno no reconoce su propio pasado, ¿de dónde va a sacar sus valores? Si yo no recuerdo mi vida de hace diez o cinco años cómo voy a saber de dónde vengo, quién soy, qué es importante para mí. Tengo que conocer y reconocer el pasado porque algunos de esos aspectos me pueden guiar” (…) «Ocultar elementos del pasado perturba toda la vida y debe confrontarse en un momento dado para aspirar a una vida digna y feliz».
Tras la muerte de Morrison, la guionista y cineasta Tanya Steele dedicó unas palabras a esta magistral escritora.
«La Sra. Morrison tenía una claridad y una creencia inquebrantable de que los negros eran y son el brillo que Estados Unidos niega. Más importante aún, ella nos ayudó a saber que no necesitamos nada para estar completos, pero Estados Unidos nos necesita si alguna vez es para respirar y superar su pasado paralizante», expresó, citada por Indiewire.
Fuentes: El País, Indiewire, RT