Durante la madrugada de este miércoles la werken de la comunidad Newen Ñuke Mapu, Ada Huentecol, lideró el ingreso a un fundo que hasta ahora se encontraba en manos del latifundista Hugo Barrientos en el sector de Curaco, comuna de Collipulli, en la Región de la Araucanía.
Son básicamente dos razones las que llevaron a Huentecol a participar de este proceso, el que ha sido acompañado con la presencia de los lof Temucuicui, Colli Mamüll Mapu, Wente Winkul Mapu, Trangol, Calbun, Pailaweke, Weñako Millao, Peleko, Lleu Leu y la comunidad Macheo.
Por una parte, como se lee en una declaración de la comunidad Newen Ñuke Mapu difundida por Aukin.org, la ocupación indefinida «reivindica el derecho histórico de nuestro pueblo a recuperar las 200 hectáreas y en este territorio desarrollar el proceso de reconstrucción cultural, ya que en esta tierra existió un antiguo cementerio mapuche y un fuerte donde nuestra antigua resistencia combatió al invasor». Junto con ello, plantean la necesidad de «desarrollar el proceso de producción agrícola y ganadera para que nuestras familias vivan mejor».
Paralelamente, la toma es una acción de rechazo y protesta en contra de la sentencia que recibió el sargento segundo de Carabineros, Cristian Rivera Silva, quien tras disparar en diciembre de 2016 a quemarropa contra el hijo de Ada, Brandon Hernández Huentecol, solo fue condenado a 3 años de libertad vigilada. «Es una injusticia burlesca», sostiene en un video difundido por redes sociales la madre del adolescente, quien a sus 17 años recibió 180 perdigones de plomo que le trajeron consecuencias a su salud de por vida.
«Se llama a la solidaridad desde todos los territorios a nuestro naciente proceso, en donde nuestra werken Ada Huentecol se ha levantado con fuerza ante la impunidad de la justicia winka», se lee en el comunicado de la comunidad Newen Ñuke Mapu.