Desde las abejas melíferas hasta las libélulas, las poblaciones de insectos están cayendo en picada hacia un «colapso catastrófico» en todo el mundo. Estados Unidos, con una economía hiper industrializada y centrada en el crecimiento, es una de las naciones foco de esta crisis. Si bien las causas son complejas y aún confusas, los científicos han logrado encontrar un factor innegable y crucial en los paisajes agrícolas estadounidenses, que pone en peligro al reino de los insectos.
Un nuevo estudio ha sugerido que el «apocalipsis de insectos» en Estados Unidos podría ser el resultado de la reciente toxicidad de la tierra, que en los últimos 25 años se ha vuelto 48 veces más hostil para los insectos, principalmente debido a los pesticidas neonicotinoides.
«Es alarmante que la agricultura estadounidense se haya vuelto mucho más tóxica para la vida de los insectos en las últimas dos décadas», dijo la PhD Kendra Klein en un comunicado. Klein es coautora del estudio y científica sénior de Friends of the Earth.
«Necesitamos eliminar gradualmente los pesticidas neonicotinoides para proteger a las abejas y otros insectos que son críticos para la biodiversidad y las granjas que nos alimentan», sentenció Klein.
El informe, publicado en la revista PLOS ONE por toxicólogos, biólogos y expertos en pesticidas, analiza los niveles de insecticidas en las tierras agrícolas y áreas circundantes entre 1992 y 2014, explicando su nivel de toxicidad y la cantidad de tiempo que persisten en el entorno.
El estudio arrojó que la carga de toxicidad aguda de los insecticidas en las tierras agrícolas en EEUU fue 48 veces mayor en 2014 que en 1992. El gran salto en la toxicidad de la tierra comenzó a mediados de la década del 2000, cuando los neonicotinoides comenzaron a usarse para recubrir semillas de cultivos básicos como el maíz y la soja.
El estudio también destaca que los neonicotinoides representaron entre el 61 y 99 por ciento de la toxicidad total. En particular, destacaron tres neonicotinoides: imidacloprid y clothianidin, fabricados por Bayer, y tiamethoxam, fabricado por Syngenta-ChemChina.
Los neonicotinoides son un grupo de insecticidas sintéticos químicamente relacionados con la nicotina. Han estado en la controversia pública en las últimas décadas por sus efectos en el medio ambiente circundante; las abejas melíferas, las aves, los invertebrados acuáticos y otros animales salvajes. Como afirma el nuevo estudio, los neonicotinoides no solo son más tóxicos que otros pesticidas, sino que también son mucho más persistentes en el medio ambiente y a menudo matan insectos durante meses o años después de la aplicación.
El problema traspasa con creces las fronteras de EEUU. Un estudio con carácter de metaanálisis ha demostrado que el 40 por ciento de las especies de insectos del mundo podrían enfrentar la extinción en las próximas décadas. Si bien el cambio climático apareció como un factor notable en esta estudio, los investigadores argumentaron que la «causa raíz» del problema es la intensificación de la agricultura en las últimas seis décadas, que implica contaminación, pérdida de hábitat y un uso cada vez más implacable de pesticidas sintéticos.
Fuente: IFLScience