Según la organización ambientalista A Greener Future, se tiran aproximadamente 4,5 trillones de filtros de cigarrillo cada año.
La presencia de residuos de cigarros en el suelo reduce el éxito de la germinación y la longitud de la planta afectando directamente su crecimiento, según un estudio publicado en la revista Ecotoxicology and Environmental Safety y realizado por científicos de la Universidad Anglia Ruskin del Reino Unido (ARU).
Y es que los cigarrillos están catalogados entre los principales contaminantes del medio ambiente a nivel mundial, pero poco se ha estudiado su efecto sobre las plantas, aunque se cree que generan un daño irreversible.
“A pesar de contaminar las calles y los parques de todo el mundo, nuestro estudio es el primero en mostrar el impacto de las colillas de cigarrillos en las plantas. Descubrimos que tenían un efecto perjudicial en el éxito de la germinación y en la longitud de los brotes tanto en la hierba como en los tréboles, y redujeron el peso de la raíz de los tréboles a más de la mitad”, dijo Dannielle Green, autora principal del estudio.
El experimento se llevó a cabo recolectando colillas de cigarro (fumadas, a medio fumar y sin fumar) y colocándolas en macetas que contenían dos tipos de plantas comunes en parques: Lolium perenne (ballica inglesa, mejor conocida como césped) y Trifolium repens (trébol blanco) recién sembrados.
El resultado de las pruebas de laboratorio indicó que la presencia de colillas afectó el éxito de la germinación del trébol en un 27% y la longitud del tallo en un 28%, mientras que el peso de la raíz se redujo en un 57%.
En el césped, el éxito de la germinación se redujo en un 10% y la longitud del brote en un 13%.
“El césped inglés y el trébol blanco, las dos especies que probamos, son cultivos forrajeros importantes para el ganado y se encuentran comúnmente en espacios verdes urbanos. Estas plantas sustentan una gran biodiversidad, incluso en los parques de la ciudad, y el trébol blanco es ecológicamente importante para los polinizadores y fijación de nitrógeno” dijo Green.
Bas Boots, profesor de biología en la Universidad Anglia Ruskin (ARU) y coautor del estudio, ha detallado que aunque se necesita más trabajo de investigación, creen que es la composición química del filtro la que está causando el daño a las plantas.
También, las fibras de acetato y los productos químicos añadidos que hacen que el plástico sea más flexible pueden filtrarse y afectar negativamente las primeras etapas del desarrollo de la planta, apunta el profesor Boots.
Un contaminante difícil de reciclar
Según la organización ambientalista A Greener Future, se tiran aproximadamente 4,5 trillones de filtros cada año, suficiente para matar peces en una corriente y para elevar los niveles de toxicidad en los peces que sobreviven.
“En algunos parques, particularmente en los bancos y papeleras circundantes, encontramos más de 100 colillas de cigarrillos por metro cuadrado”, señalan.
Y es que dejar caer colillas de cigarrillos parece ser una forma socialmente aceptable de tirar basura, pero se debe crear conciencia de que los filtros no desaparecen y, en cambio, pueden causar graves daño al medio ambiente.
Como parte de este estudio, los académicos tomaron muestras de ubicaciones alrededor de la ciudad de Cambridge y encontraron áreas con hasta 128 colillas descartadas por metro cuadrado.
Los cigarrillos, en especial los filtros, pueden resistir años antes de descomponerse y mientras que eso sucede van causando estragos en la naturaleza, esto se debe a que en su mayoría están compuestos por una fibra llamada acetato de celulosa.
“Muchos fumadores piensan que las colillas de cigarrillos se biodegradan rápidamente y, por lo tanto, en realidad no las consideran basura. En realidad, el filtro está hecho de un tipo de bioplástico que puede tardar años, si no décadas en descomponerse”, indicó Dannielle Green en una nota difundida por su universidad.
Estos pequeños trozos de basura contienen además varios productos químicos como el arsénico y el benceno, que suponen un peligro mortal para muchas especies animales.
Campaña mundial
En un intento por frenar el efecto contaminante de estos desperdicios a nivel mundial, varios países llevan a cabo campañas de reciclaje, de prevención e incluso han establecido leyes que multan la acción de arrojar estos residuos al suelo en lugar de hacerlo en papeleras.
En Portugal, por ejemplo, se aprobó recientemente una ley que prohíbe lanzar cigarrillos y la multa va desde 25 a 250 euros.
Por otra parte, en Australia, la multa es de hasta 300 euros, mientras que en Lisboa podría costar 1.500 euros.
En Sao Pablo, Brasil, se llevó a cabo en 2017 un proyecto que consistió en reciclar las colillas de cigarrillos y convertirlas en papel.
Tomando en cuenta que para elaborar una hoja de papel A4 se requiere de 35 a 50 colillas, a través de este proyecto se recaudaron alrededor de 18 millones de colillas.
Hace poco, en las redes sociales se posicionó la etiqueta #FillTheBottle, vinculada a un challenge que consiste en tomar una botella de plástico y la llenarla con las colillas que recolectadas en la calle, en la playa o en el parque, para luego publicar una foto con el hashtag y el tiempo que llevo realizar esta tarea.
Así como esta, son muchas las iniciativas que se llevan a cabo para contrarrestar estos efectos contaminantes a nivel mundial. Sin embargo, el mayor aporte radica en evitar desechar los restos de tabaco en los lugares no apropiados para este fin.
Es importante tomar conciencia, los efectos negativos del cigarrillo para la salud se conocen desde hace muchos años pero hacia el medio ambiente es que empiezan a verse las consecuencias.
El efecto tóxico de los residuos del cigarrillo se suma a muchas otras crisis ecológicas, acelerando el daño al medio ambiente a raíz del cambio climático causado por el hombre, que amenaza la extinción de todas las especies.
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