Las sanguijuelas son gusanos parásitos, muchos de los cuales se alimentan de la sangre de sus anfitriones.
Una nueva especie de sanguijuela medicinal, denominada Macrobdella mimicus, fue descubierta acechando en los humedales de agua dulce del sur de Maryland, al este de los Estados Unidos.
Esta es la primera identificación de una sanguijuela medicinal norteamericana desde 1975, según un estudio publicado en el Journal of Parasitology, que fue dirigido por Anna Phillips del Museo Smithsonian de Historia Natural.
«Encontramos una nueva especie de sanguijuela medicinal a menos de 50 millas del Museo Nacional de Historia Natural, una de las bibliotecas de biodiversidad más grandes del mundo», dijo el científico en un comunicado.
«Un descubrimiento como este deja en claro cuánta diversidad queda por descubrir y documentar, incluso ante los ojos de los científicos», manifestó.
Superficialmente, la nueva especie se asemeja a la conocida Macrobdella decora, ya que ambas especies poseen 4 poros accesorios dispuestos simétricamente en la superficie ventral.
De acuerdo con los análisis filogenéticos, basados en 2 loci mitocondriales y 2 loci nucleares para un conjunto de taxones estrechamente relacionados, se confirma la ubicación de la nueva especie dentro de la familia Macrobdellidae y la ubican como el taxón hermano de M. decora y M. diplotertia.
Como se sabe, las sanguijuelas son gusanos parásitos que se alimentan de la sangre de otros animales. Las que sienten gusto por la sangre humana se describen como «sanguijuelas medicinales«.
A más de tres siglos de haber experimentado con ellas para fines medicinales, decir hoy «Sanguijuela medicinal es utilizar un nombre común para algunas sanguijuelas que se alimentan fácilmente de los humanos y podrían usarse con fines terapeuticos», dijo Phillips.
De hecho, «hay varias especies que se consideran ‘medicinales’, incluidas Hirudo medicinalis , la sanguijuela medicinal europea y la especie Macrobdella, las sanguijuelas medicinales de América del Norte», afirma.
Tratamiento legendario
Las legendarias sanguijuelas se utilizaban en Grecia, Roma y Siria para extraer la sangre de muchas zonas del cuerpo. Eran las llamadas «sangrías».
Se creía que podían curar todo tipo de enfermedades, desde dolores o procesos inflamatorios hasta enfermedades oculares e incluso obesidad y patologías mentales.
De acuerdo con Nuestro Insólito Universo, durante “los siglos XVIII y XIX, se vendían sanguijuelas en las farmacias europeas, y llegaron a ser muy populares en la medicina de la época. Fue así como la cantidad de sanguijuelas descendió tanto que hoy la especie más utilizada en la medicina, Hirudo medicinalis, está en peligro de extinción”.
Un efectivo anticoagulante
El Rey Carlos II de Inglaterra agonizaba en su lecho de enfermo y los médicos de la corona, en un intento desesperado, le recetaron adherir docenas de sanguijuelas a su cuerpo para que le succionara el exceso de “mala sangre” que corría por su organismo.
De igual forma, se cuenta que médicos del Kremlin aplicaron un tratamiento similar a Iósif Stalin ya agonizante.
A principios del siglo XX el uso de sanguijuelas en la medicina ha sido considerado como algo “medieval”, aunque algunos especialistas los emplean abiertamente sin ningún tipo de estupor como un anticoagulante muy efectivo.
Estas criaturas han sido utilizadas desde la antigüedad por los médicos por su capacidad percibida para tratar una gran cantidad de dolencias.
De hecho, todavía se usan en la medicina moderna, particularmente en situaciones en las que una parte del cuerpo, como un dedo, se vuelve a unir después de cortarla.
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