Nuevamente el Museo de la Solidaridad Salvador Allende es invitado al extranjero a compartir su historia en una exposición de arte. Desde marzo, en la Moderna Galerija de Ljubljana, Eslovenia, se exhibirán los capítulos menos convencionales y más desconocidos de este museo que explican su capacidad de diseminación y regeneración en momentos de adversidad.“Eran los años 70, Chile estaba convirtiéndose en foco de atracción cultural y artística. Era un momento en que los fundadores del Museo de la Solidaridad realmente pensaban que podían podían conseguir obras impensadas. Existe una carta en la que planeaban solicitar la donación del Guernica de Picasso”, cuenta María Victoria Martínez, una de las co-curadoras de la exposición que el MSSA realizará en la Moderna Galerija en Ljubljana, Eslovenia, sobre los anhelos, voluntades, interrupciones y fracasos que le dieron la capacidad de resurgir y sobrevivir en momentos de adversidad.
Son ejemplos como este los que se reunirán en Southern Constellations: The Poetics of the Non-Aligned (Constelaciones del Sur: Poéticas de los No-Alineados), exposición curada por Bojana Piškur y que convoca a artistas, galerías y museos de países que alguna vez fueron parte del Movimiento de No Alineados (MNOAL), una agrupación de Estados creada durante la Guerra Fría que buscaba mantenerlos en posición neutral y no alineada a ninguna de las superpotencias en conflicto, la Unión Soviética y los Estados Unidos. Entre ellos, figuraban antiguas colonias y países en desarrollo del sur global o del Tercer Mundo.
La mundialización alternativa
“¿Podría haber una contemporaneidad no alineada?, y si es así, ¿cómo sería?”, es la pregunta que se hace esta exposición que no pretende hacer recuerdo nostálgico del MNOAL. Más bien, se centra en las ideas que persiguió y donde su concepto de una “mundialización alternativa”, contemplaba crear un mundo más equitativo y justo, buscando formas de solidaridad transnacional e imaginando formas de hacer política que consideraran a los pueblos y sociedades relegadas a los márgenes del sistema económico y político de la cultura global.
Abriendo discusiones sobre el significado del arte fuera del canon occidental, Southern Constellations contará con la participación del MSSA en una instalación llamada No Containment. MSSA, the Museum As Spore (No-contención. MSSA, el museo como espora), curada por Daniela Berger, Coordinadora del área de Programación; María Victoria Martínez, productora del área y Federico Brega, ex archivero del MSSA y que hoy es parte del equipo profesional de la Fundación Nemesio Antúnez.
La historia del MSSA destaca en esta exposición por ser un ejemplo de intenciones que, casi sin recursos, hicieron posible mantener con vida una institución atípica y contraria a lo que dicta el sistema tradicional. A diferencia de los grandes museos de arte en el mundo que adquieren las obras de su colección, este surge de donaciones de grandes artistas nacionales e internacionales que fueron a formar lo que hoy es una colección de gran valor patrimonial en Chile y América Latina.
A los curadores de No Containment, sin embargo, no es esa la historia que les interesa contar, sino la de aquellos registros que revelan hasta dónde ellos fueron capaces de llegar con su voluntad e imaginación.
“Se habla poco de los remanentes que quedaron al borde de la historia oficial. Esta exposición ha sido una oportunidad para sacarlos a la luz, para imaginar el qué hubiera pasado si lo mejor que soñaban hubiese sido posible”, plantean los curadores, quienes reconoce también la nostalgia que surge por una gran cantidad de proyectos que en esta historia quedaron truncos.
Así fue como llegaron a crear dos obras de video-animación y una de LED que conectan con un momento en que las utopías encontraban modos de acercarse a la realidad. La primera es una lectura a una carta en que el principal fundador del Museo de la Solidaridad, el crítico brasileño Mário Pedrosa, ensayaba líneas de acción para este museo en el exilio.
“No será un museo tradicional, cercano a lo que sería un simple mausoleo. Será un museo abierto, experimental, dirigido a los visitantes, en el sentido de invitarlos a las alegrías de la creatividad”, escribía con pulso vehemente para después tacharlo.
La segunda, es un intento por reposicionar a modo de collage una obra que debía ser montada en el Desierto de Atacama. Era Desert Cloud, una escultura flotante realizada por el artista británico Graham Stevens, que llevaba un tiempo desarrollando este tipo de obras en zonas urbanas. Quizás habría sido la primera vez que expondría en un desierto. Una carta de la British Council hablaba del proyecto en junio del 73 y John Hulton, entonces director del Departamento de Bellas Artes, parecía interesado aunque no tenía grandes detalles. Aunque se trata de una hipótesis, los curadores plantean que la escultura que Stevens finalmente montó en el 74 en Kuwait, pudiera corresponder a la obra que Stevens o el British Council proyectaban destinar a Chile y que no se pudo realizar por el golpe de Estado.
El museo como espora
Coincidiendo con la propuesta de la Moderna Galerija, los tres curadores decidieron dar además un segundo título a la muestra chilena; MSSA, the Museum As Spore (MSSA, el museo como espora), aludiendo a la capacidad de estas semillas microscópicas para resistir situaciones adversas y multiplicarse por doquier.
A fines de los 40, la doctrina Truman apareció como la primera intención desde la política norteamericana por «contener» al comunismo durante la Guerra Fría como si se tratara de una enfermedad, y para la cual los países del tercer mundo se encontraban vulnerables. Esto inspiró al equipo del MSSA a revelar el hecho casi milagroso de que un grupo de personas prácticamente sin recursos y sin ninguna infraestructura que albergara su trabajo, hubiesen creado un museo como el de la Solidaridad. Se manifestaba la fuerza de una idea que era capaz de diseminarse, resistir en estados transitorios y reactivarse.
“Nos hizo mucho sentido la idea del museo como espora que además vence esta idea de la contención propuesta por la doctrina Truman”, dicen. “El museo es posible gracias a los deseos, no tanto gracias a una infraestructura, por eso mismo no es fácilmente destructible, y tiene obras que viajan con él igual de libres. Tal como pasó en 1975 cuando se reactivó en el extranjero como el Museo Internacional de la Resistencia Salvador Allende (MIRSA)” explican.
Esta muestra organizada por la alianza del Museum of Modern Art de Ljubljana y el Museum of Contemporary Art Metelkova, estará en exhibición del 7 Marzo al 9 junio de 2019 y representa la oportunidad para el MSSA de recuperar el contacto con instituciones de Europa del Este que estuvieron involucradas en su fundación y procesos de resistencia.
Gracias a fondos concursables de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores, los curadores chilenos podrán viajar a Eslovenia a supervisar el montaje de la exposición, para que así particular experiencia chilena continúe reconstruyendo su historia y manteniendo con vida su colección.
Más información www.mssa.cl