Ian Milaski, alumno de la universidad de Florida, está acusado de retener a una chica e intentar tocarle los genitales tras ser rechazado por ella
Un estudiante de la Universidad de Florida (EE.UU.) fue arrestado el pasado 29 de agosto luego de que otra alumna de esa institución educativa lo acusara de agresión sexual y privación ilegítima de libertad.
De acuerdo con la denunciante, los hechos ocurrieron unos días antes, cuando Ian Milaski, de 21 años, la llamó diciéndole que se encontraba ebrio y le pidió que le trajera agua. Cuando la joven acudió en su ayuda y lo acompañó hasta su dormitorio, el acusado presuntamente intentó besarla y, tras recibir un rechazo, la sujetó de una muñeca y le dijo que «quería dormir con ella».
Según su testimonio, el estudiante continuó insistiendo e incluso, cuando ella intentó abandonar la habitación, la levantó en el aire y la colocó sobre la cama, tras lo cual intentó tocar sus genitales a través de su ropa interior. La víctima afirmó que finalmente logró escapar y se fue a dormir a su propio cuarto, pero en medio de la noche se despertó al escuchar un ruido y vio una silueta en la puerta.
La denunciante aseguró que reconoció a Milaski, agregando que este intentó acostarse a su lado pero desistió y se retiró luego de que ella y otra compañera de habitación le gritaran que se fuera.
La semana pasada, un juez autorizó a que el causado saliera en libertad bajo caución tras pagar una fianza de 125.000 dólares. El magistrado aceptó los argumentos de una moción de defensa a favor de Milaski, la cual lo describió como «un estudiante de alto rendimiento» e hizo hincapié en sus obligaciones académicas, dado que se está preparando para graduarse en dos carreras en paralelo en mayo de 2020.
La defensa prometió, además, aportar evidencias demostrando que el incidente no fue más que «un malentendido entre amigos platónicos, incitado por el alcohol«, y destacó que el estudiante realizó voluntariamente más de 210 horas de trabajos comunitarios en los últimos dos años.
Mientras tanto, Milaski deberá cumplir con una orden de restricción que le impide acercarse al campus universitario salvo en las ocasiones en que el proceso educativo requiera de su presencia allí, y llevará una pulsera electrónica que indicará su ubicación vía GPS. De momento no fue fijada la fecha en que deberá comparecer ante la corte.
Cortesía de RT
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