Pablo Sepúlveda Allende confía en que el sueño de cambiar a Chile, como quería su abuelo Salvador Allende, es parte de una historia por venir y de la que él desearía formar parte. Médico de profesión, actualmente coordinador Internacional de la Red de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad de Venezuela, Pablo no conoció a Salvador Allende.
«Nací después del golpe de Estado, durante el exilio de mi familia en México», dijo en diálogo con Prensa Latina y Resumen Latinoamericano, a su paso por esta capital, con motivo del aniversario 46 de la asonada que derrocó al Gobierno de la Unidad Popular.
«Sin embargo, crecí -afirmó- con esa carga histórica y eso tiene un peso importante, porque uno se va dando cuenta y formando poco a poco la conciencia política y revolucionaria». Para él, «septiembre tiene el día más feliz, pues fue cuando se elige a Salvador Allende como presidente el 4 de septiembre (de 1970), y creo que es una de las fechas más alegres en la historia de Chile».
Pero septiembre -lamentó- tiene también el día más oscuro, «cuando tres años después se abre uno de los capítulos más terribles y tristes con el golpe de Estado, y todo eso se refleja en un país donde persiste la herencia de la dictadura militar».
Con la interrupción del orden democrático en la nación sudamericana hubo una ruptura del proyecto que había iniciado su abuelo. «Hoy Chile -aseveró- califica como uno de los más desiguales del mundo», detallando que el país posee «altos índices de muchos indicadores negativos en términos de desarrollo social y de medio ambiente. Hasta el agua es privada, el mar, la biomasa».
Para Sepúlveda, hijo de Carmen Paz Allende, esas son cosas que deben cambiar, y explicó que a nivel social existe en Chile cierto despertar político, iniciado con los movimientos estudiantiles de 2006 durante las grandes movilizaciones ocurridas en el primer gobierno de Michelle Bachelet. En ese sentido, apuntó que en un Chile futuro -y es algo que estaba en la propuesta de su abuelo- hay que recuperar los recursos naturales, principalmente los mineros.
«Chile cuenta con el 40 por ciento de las reservas mundiales de cobre y ahora se sabe que además posee importantes reservas de litio, un estratégico mineral al que llaman ya el petróleo del futuro», detalla Sepúlveda, quien destaca lo positivo que sería para el país hacer una redistribución de la riqueza para eliminar las desigualdades y atacar los pilares del neoliberalismo.
Finalmente, el nieto del Presidente Allende se refirió a la «arremetida» de la Derecha en América Latina, así como a la agresividad del gobierno de Estados Unidos contra Cuba y Venezuela, país donde reside. En esa línea, apuntó a las similitudes en el actuar de EEUU contra Chile en 1973 y ahora en Venezuela, anunciando que regresará a Chile para estar «donde sea más necesario y útil» en esta etapa que se viene.
Por Deisy Francis Mexidor / Resumen Latinoamericano