Manuel Erazo es vocero del Movimiento de Educación Privada de Chile (Mesup), que agrupa a las instituciones de educación superior privada de Santiago y que rápidamente se siembra en las principales ciudades del país. Esta zona de la enseñanza corresponde a un 60% total de la matrícula.
Manuel tiene 23 años y cursa tercer año de Antropología en la Universidad Arcis, donde también es vocero de su carrera. Con su juventud, ya tiene un largo recorrido como representante de las luchas estudiantiles en el cuerpo y una convicción honda, ilimitada.
-¿Cómo se estructura la educación superior en Chile?
-En tres ramas: la universitaria, los centros de formación técnicas (CFT), y los institutos profesionales (IP). Las dos últimas son completamente privadas. Sólo a nivel universitario existen públicas o ‘tradicionales’.
-¿Cuál es el arancel anual promedio de una carrera en una universidad y en los otros formatos de enseñanza superior privada?
-Unos 2 millones 300 mil pesos al año (casi 5 mil dólares), mientras el salario mínimo está en 193 mil pesos al mes (408 dólares). El costo de referencia de las carreras de los CFT e IP es de 1 millón 600 mil pesos, pero en la realidad cobran 2 millones al año (4 mil 200 dólares).
-¿Cuál es la composición social de la educación superior privada?
-La mayoría pertenece a las clases más populares. Al 40% más empobrecido; por eso son los mismos chiquillos los que tienen que trabajar para pagarse los estudios. Y por eso, si se considera el salario mínimo, el Estado está prácticamente obligando al estudiante a tomar un crédito para costearse la carrera. Con ese crédito, se pasa a endeudar la familia.
-¿Y cómo opera el crédito?
-El Estado funciona como aval, pero el crédito se contrae con la banca privada. Entonces el banco ‘x’ ocupa sus clásicos métodos para cobrar la deuda. Y los intereses que cobraba igualaban a los créditos de consumo, es decir un 7%. Gracias a las enormes movilizaciones que realizamos, el Gobierno debió bajar la tasa a un 2%, y dio un plazo de 15 años para costear la deuda. Recién ahí entra a tallar el Estado que, desde que uno comienza a trabajar, te descuenta automáticamente el 10% del salario.
«HOY NO EXISTE EDUCACIÓN PÚBLICA, TODAS LAS UNIVERSIDADES SON PRIVADAS”
-¿Cuál es la diferencia entre el Mesup y la Confederación de Estudiantes Universitarios de Chile (Confech, que aglutina a las dirigencias de las universidades ‘tradicionales’)?
-Nuestra particularidad es que en muchas universidades privadas está prohibido organizarse y tener centro de estudiantes. Entonces aceptamos a estudiantes individuales y a colectivos donde cada persona tiene voz y voto, independientemente de que existan federaciones, agrupaciones o asambleas generales. Nosotros apuntamos a la unidad de todo el movimiento universitario, respetando las diferencias. Con la Confech mantenemos constantes vínculos con sus representantes, su mesa ejecutiva, etc. Tal como lo hacemos con los estudiantes secundarios. Entendemos este momento como la lucha ampliada de toda la sociedad. Actualmente la Concertación tiene muy poca representatividad en el campo estudiantil, entonces eso facilita las relaciones con las fuerzas de izquierda con quienes sostenemos el mismo análisis: hoy no existe educación pública, todas las universidades son privadas porque todos tienen que pagar prácticamente lo mismo.
-Se asimila a los modos en que se organizan los estudiantes secundarios…
-De hecho nuestra escuela política fue el movimiento pingüino de 2006. Yo estudié en el Centro Técnico Profesional de la comuna de Maipú que nos tomamos ese mismo año. Fui elegido vocero de los liceos de Maipú, y después también fui elegido para ser parte de la comisión política de los colegios de la zona poniente de Santiago.
-¿Cuáles son los objetivos del Mesup?
-En primer término, la gratuidad de la educación en general. Aquí en Chile siempre se está peleando contra el lucro en la educación, es decir, contra el excedente que deja el pago de los estudiantes que es apropiado por los empresarios. En consecuencia, demandamos terminar con los que lucran: la banca privada y los dueños de la industria de la enseñanza. Peleamos por la estatización total de la educación. Pero como el contenido del Estado sólo reproduce el actual sistema injusto, reivindicamos la estatización para generar un nuevo programa nacional educativo con el conjunto de la sociedad que sea el marco regulatorio de la enseñanza bajo control comunitario, como lo plantea la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces). Esto es, exigimos la democratización del espacio universitario en la forma de co-gobierno triestamental.
DISEÑADOR DE VIDEOJUEGOS
-Ha habido recientes situaciones de corrupción y estafa en la educación superior privada…
-El caso más emblemático hoy es lo que pasa en la Universidad del Mar, la cual debió cerrar por corrupción. Hay 18 mil estudiantes y familias que están a la deriva. Como en Chile a los privados no se les regula, es más fácil que ocurran estos hechos. Recién ahora, muy tarde, se metió el Estado para clausurar la universidad. Pero los jóvenes quedaron en la calle. El Fisco está tratando de negociar con otras instituciones para ir distribuyendo a los 18 mil, pero a los estudiantes, en caso de encontrar universidad, no se les respetará la malla curricular y van a tener que empezar a estudiar de nuevo la carrera. También existen estudiantes de provincia que no tienen una universidad en su ciudad, por lo que tendrán que viajar, encareciendo aún más sus estudios. Y se trata de muchos padres de familia y trabajadores.
-¿Cuál fue la trasgresión de la Universidad del Mar?
-En el país existe una Agencia Nacional de Acreditación Universitaria cuyo fin es investigar a cada institución antes de que se incorpore al sistema. La acreditación ‘certifica calidad’, digamos. La Agencia está definida como un órgano autónomo del Estado formado principalmente por accionistas de distintas universidades, amigos de consorcios universitarios y de políticos. Entre ellos mismos se ‘evalúan’. Para el caso, se comprobó que algunas universidades les pagaban a directores de la Agencia para ser acreditadas. En la actualidad hay autoridades de la Universidad del Mar que están presos. Otro tanto pasó con la Universidad Pedro de Valdivia, y está siendo investigado el Instituto Arcos, que también se va a cerrar.
-¿Cuáles son aquellas carreras ofrecidas que claramente carecen de campo laboral?
-Sin desmerecer ningún oficio o profesión, pero considerando los precios carísimos que cobra la educación superior, están las carreras de Maquillaje, Perito en Criminalística, Naturopatía, Técnico en Prevención y Rehabilitación de Adicciones, Diseñador de Videojuegos.
-¡Diseñador de Videojuegos!
-Hoy la crisis es tan profunda que la gente que se matricula en cualquier carrera no sabe si en dos o tres años más seguirá impartiéndose. Como ya están cayendo universidades, reina la incertidumbre mientras el Estado toma palco.
«NOSOTROS PERSEGUIMOS LA UNIDAD DE LA CLASE OPRIMIDA”
-¿Cuál fue el nivel de participación del sector que tú representas en las grandes movilizaciones que fueron noticia planetaria y desenmascararon la propaganda gubernamental de un Chile exitoso y envasado en una botella de vino?
-Los estudiantes de base éramos justamente los que llenábamos las calles, nos tomábamos los establecimientos. Muchos fuimos expulsados. No estábamos en la primera línea mediática, pero en términos del trabajo-hormiga, nosotros alimentamos el movimiento real. Por lo mismo el 2012 y en lo que va de este año ha crecido tanto nuestra organización dentro de las universidades privadas. De hecho, antes en los institutos profesionales, donde las carreras duran dos años, los estudiantes no se organizaban. Hoy piensan distinto: ‘Estoy sacando un título, pero también tengo problemas sociales’. Cuando la mayoría de ellos comienza a venir de barrios populares, la educación superior privada empieza a movilizarse. Ese proceso tomó cerca de 10 años.
-¿Y los académicos?
-Es un tema complejo porque se encuentran entre que apoyan al estudiante y se quedan sin trabajo, o se convierten en meros espectadores. En todo caso, por abajo, siempre hay quienes nos ayudan, nos prestan asesorías, nos dan datos para que tengamos cuidado. Ahora bien, muchas universidades ‘buena onda’ que intentan levantar un proyecto más alternativo entran en contradicción por su condición de empresas.’
-¿Cuáles son las tareas del Mesup a corto plazo?
-Fortalecer a nivel nacional el movimiento, que existan Mesup en todas las regiones (además de los pasos concretos que ya hemos dado en ese sentido).
-¿Y cómo se financian?
-A los congresos que hacemos en Santiago viajan estudiantes de regiones y ahí hacemos los contactos. Una de las facilidades para acortar las distancias ha sido el uso masivo de la tecnología. El Mesup es autogestionado por todos los estudiantes que participamos. Las federaciones se mueven para conseguir locales, colaciones.
-¿Qué relación tienen con los trabajadores?
-Estamos convencidos que sólo la unión nos llevará a ganarles al poder y los empresarios. Y hablo de la unidad práctica, porque muchas organizaciones hacen muchos comunicados donde afirman que apoyan a tal o cual lucha. Sin embargo, la solidaridad tiene que ser concreta, práctica, o no es. Más allá de la unidad interna de la izquierda, nosotros perseguimos la unidad de la clase oprimida. Ante el típico discurso de la izquierda que pretende que todos los trabajadores se vuelvan de izquierda, nosotros decimos que toda la izquierda se vuelque a los trabajadores. La izquierda de la Concertación y el Partido Comunista nos acusa de asambleístas y horizontales, que no tenemos cargos específicos. Y nosotros les respondemos que sí tenemos responsabilidades específicas, pero lo importante es entender la dinámica concreta de las universidades privadas.
-Yo veo que ustedes tienen formas de organizarse parecidas a las del Pueblo Nación Mapuche, al igual que los estudiantes de secundaria…
-Sí, porque nosotros les preguntamos a todos hacia dónde ir. Para mí es la manera más pura de participación. Aquí tampoco se le permite a un solo personaje del movimiento monopolizar su voz, sino que el movimiento mismo es su voz. Todos son capaces de llevar el discurso y la práctica a todos lados. Al fin y al cabo, nos une la idea. Las vocerías son eso: las voces del movimiento.
-¿Cuáles crees que son las perspectivas del movimiento estudiantil para el 2013?
-Continuará nuestra movilización. Ha cobrado superior empatía con la gente. La acumulación de fuerzas ha sido grande, entonces se expresará. Hoy, en todas las salas de clases se está discutiendo la construcción de una nueva sociedad. Eso no existía hace unos años. Yo siento que vamos de la toma de colegios y universidades a la toma del poder.
Por Andrés Figueroa Cornejo
Periodista
05.02.13
Fuente: Adital