Los investigadores encontraron que el consumo de aceite de cocina, azúcar refinada y proteínas animales, como el pollo y el cerdo, tuvo repercusiones en los niveles de grasa corporal de esa población indígena
La etnia de los tsimanés, un pueblo indígena de la Amazonía boliviana, era conocida porque sus habitantes gozaban de corazones particularmente sanos, pero esto parece haber cambiado con algunos nuevos hábitos en su dieta.
Un artículo publicado en la revista Obesity (Obesidad) refiere que el uso de aceite para cocinar modificó los antes bajos índices de sobrepeso y obesidad de los integrantes de la etnia.
Tras examinar durante nueve años (2002-2010) a un grupo de 365 hombres y 339 mujeres de esa etnia, los investigadores encontraron que el consumo de aceite de cocina, granos, azúcar refinada y carnes como pollo y cerdo, tuvo repercusiones para los tsimanés en lo que respecta a sus niveles de adiposidad, como se le llama a la acumulación de grasa en el cuerpo.
Sobrepeso y obesidad
Los resultados de este periodo muestran que la prevalencia de sobrepeso en las mujeres aumentó de 22,6 a 28,8%; y de 2,4 a 8,9% en obesidad. En el caso de los hombres de la etnia, registraron un aumento en la prevalencia de la obesidad de 0,7 a 2,2 %; y pasaron de 16,2 a 25 % en sobrepeso.
«Descubrimos que el uso doméstico del aceite de cocina se asoció positivamente con el BMI (Índice de Masa Corporal) femenino, lo que refuerza la idea de que consumir más alimentos ricos en energía promueve el aumento de peso», refieren los investigadores Hilary Bethancourt, William Leonard, Susan Tanner, Alan Schultz y Asher Rosinger.
En el caso de los hombres, el estudio indica que eran más propensos a consumir menos de lo pautado por sus necesidades energéticas estimadas y reportaron un consumo de grasas más bajo, lo que podría explicar que no se observara en ellos una fuerte relación entre el consumo de aceite y los índices de adiposidad.
La diferencia entre hombres y mujeres en relación a los niveles de acumulación de grasa también pudo haber estado influenciada por las marcadas divisiones de trabajo en la comunidad, según el estudio.
Vida más sana
La etnia de los tsimanés aún conserva un estilo de vida basado principalmente en la subsistencia, en el que predomina el consumo de arroz, maíz, yuca y plátanos y un consumo de carne magra mayor que en sociedades industrializadas.
En investigaciones recientes, se encontró que el 85 % de los sujetos analizados mostraban un nivel cero de calcio en las arterias coronarias, lo que implica una probabilidad muy baja de obstrucción de los vasos sanguíneos y de ataques cardíacos.
Además, los tsimanés practican una vida saludable: no fuman ni toman alcohol y hacen al menos 15.000 pasos al día.
Cortesía de RT
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