Desde el Norte, por un Nuevo Chile

La pasada semana recorrimos con el alcalde de Calama varias comunas de las regiones Arica-Parinacota y Tarapacá

Desde el Norte, por un Nuevo Chile

Autor: Wari

La pasada semana recorrimos con el alcalde de Calama varias comunas de las regiones Arica-Parinacota y Tarapacá. Esta “gira” la hicimos con el propósito de acercarnos a los alcaldes vecinos y líderes sociales de esta parte del país.

Fue una verdadera aventura, pues en un par de días viajamos por tres regiones. Literalmente estuvimos dando “vueltas por el desierto”, concepto que ha utilizado el diputado UDI Felipe Ward para caricaturizar las marchas que se han hecho desde Calama hasta Chuquicamata, por las reivindicaciones loínas.

A la larga, esas vueltas nos ha permitido darnos cuenta que somos cada día más los que añoramos recibir el trato que merecemos los ciudadanos del Norte y dejar atrás la indiferencia del Estado chileno, que dice ser unitario. Más aun, esas vueltas, nos han permitido convencernos que lograr ese trato, depende principalmente de nosotros y no de aquellos que se han (o los han) presentado como a seres caídos del cielo, como iluminados que han venido a salvarnos desde otras latitudes (porque, es bueno precisar, no se trata de hijos nacidos ni adoptados por esta tierra, sino de personalidades en busca de trampolines que les acerquen a sus objetivos particulares o partidarios).

Retomando nuestro periplo por Arica-Parinacota y Tarapacá, es preciso señalar que con ello quisimos plantear, primero, la necesidad de que los gobiernos locales generen sinergias y se agrupen en razón de las necesidades comunes que tienen los habitantes de las comunas del norte. Junto con lo anterior, traspasamos la experiencia de Calama a los líderes comunales, de manera de instar a que se empuje en sus localidades la organización y movilización ciudadana, como vehículo para alcanzar la transformación.

A medida que nos adentrábamos en el desierto, crecía la satisfacción, por cuanto conseguíamos la voluntad de los ediles y el entusiasmo de otros actores sociales.

Resultados esperanzadores que matizan el color tierra de estos rincones con tintes de esperanza. Esperanza de que nuestras comunidades florezcan en la adversidad y resistan todo tipo de inclemencia, tal cual sucede con el verdor de la Pampa del Tamarugal en medio de la sequedad; esperanza de que los tiempos que esperan a nuestros hijos reluzcan tanto como el sagrado sol que nos abraza en Atacama.

En concreto, los alcaldes del Norte han comenzado a vislumbrar la conformación de un Frente de Municipios que atienda las necesidades que son comunes en las ciudades de las regiones Arica-Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama. Una medida que implica descolgarse paulatinamente de la Asociación Chilena de Municipalidades, organización que –como todo el aparataje ligado al Estado- se ha excedido en el centralismo con que opera.

Lo anterior es un gesto de rebeldía, actitud que históricamente ha estado presente en este majestuoso Norte. Tal vez hoy nos resulte difícil dimensionar la importancia de esta iniciativa, pero estoy cierto de que es parte de un proceso que ocupará importantes pasajes en los libros que relaten el desarrollo de nuestro pueblo.

Pero la tarea no es únicamente de los alcaldes. La tarea la tenemos principalmente los ciudadanos, despojándonos del temor, de la comodidad y la indiferencia. Asumiendo que somos protagonistas de esta historia y que podemos construir desde el norte un nuevo Chile… Un Chile más justo, con equidad y libertad. Un Chile que retribuya a nuestras comunidades, por lo mucho que hemos entregado y sacrificado.

Por Miguel Ballesteros


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