Ante el bloqueo económico que vive el país caribeño las criptodivisas se convierten en moneda de pago para los proveedores foráneos pero también en una forma de resguardar capital
El Banco Central de Venezuela cuenta con una cantidad no definida de Bitcoins y Ethers, y que se está evaluando que se pueden hacer con ellas.
Las criptomonedas fueron obtenidas por medio de la compañía Petróleos de Venezuela (PDVSA) para que el Banco Central pudiera pagar con esas mismas criptomonedas a los distintos proveedores de la empresa de hidrocarburos.
Entre las opciones de más peso que está evaluando el Banco Central se encuentra la propuesta de incluir a las criptomonedas dentro de las reservas internacionales del país que se encuentran en unos 7.900 millones de dólares.
PDVSA se encuentra actualmente explorando todas las vías posibles para poder recibir fondos y pagar a sus respectivos proveedores. Debido a las sanciones impuestas por los Estados Unidos y la Unión Europea, la empresa del Estado venezolano ha tenido serias complicaciones para poder hacer operaciones dentro de los mercados financieros tradicionales.
A pesar de la propuesta del Petro del gobierno de Nicolás Maduro, PDVSA, o los proveedores de PDVSA, parecen confiar más en criptomonedas establecidas como Bitcoin y Ethereum, lo que terminó llevando a la estatal petrolera a entregar los criptoactivos al Banco Central para que este procediera a hacer los respectivos pagos ante los proveedores.
Se está prefiriendo hacer los pagos directamente en criptomonedas debido a que las propias sanciones impuestas a la estatal petrolera imposibilitan su entrada a un exchange para intercambiar las criptomonedas por monedas FIAT que puedan recibir los proveedores.
Cortesía de Ezio Rojas Cointelegraph
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