Nuevas acciones de acecho represivo se han gatillado desde el Gobierno contra las comunidades de San Antonio de Huelden, en Ancud, quienes se oponen a la instalación de un relleno sanitario que pretende emplazarse en un lugar de importantes ecosistemas y que es parte de un territorio ancestral.
Cabe señalar que desde la alcaldía de Ancud y la Gobernación de Chiloé, han señalado que la instalación del relleno sería “transitoria” y por un plazo de 5 años, en El Fundo Los Millanes, de propiedad fiscal y reivindicado por comunidades que poseen un título Comisario.
El lugar se encuentra a 147 metros sobre el nivel del mar, y en él existen numerosos afloramientos de agua y humedales que alimentan ríos ubicados al norte, oeste y este del territorio, en la zona norte de Chiloé, generándose severas intervenciones por las aperturas de caminos para supuestos estudios, entre otras acciones.
Esto es rechazado por las comunidades, existiendo diversos pronunciamientos desde el propio Concejo Municipal, parlamentarios, organizaciones de Chiloé y grupos de derechos humanos, quienes han denunciado las formas y procedimientos empleados por las autoridades del gobierno, en particular, la violencia empleada por Fuerzas Especiales de Carabineros a principios de septiembre contra mujeres, quienes fueron sacudidas, golpeadas y tiradas al suelo, según consta en varios registros audiovisuales.
La Comisión de Medio Ambiente del CORE de Los Lagos, con fecha 01 de octubre de 2019, comprometió su apoyo a san Antonio de Huelden e incluso invitaron al Gobernador a pedir disculpas a la comunidad, cuyos miembros se reunieron también con el alcalde de Ancud, Carlos Gómez; el gobernador de Chiloé, Fernando Bórquez; y la Seremi de Gobierno de Los Lagos, Ingrid Schettino.
La idea de estas reuniones es “trabajar en forma conjunta y así lograr una solución no sólo para la comunidad ancuditana, sino también para el archipiélago de Chiloé”, destacaba el medio Pais Lobo, sumándose así a los numerosos llamados al diálogo de las comunidades, quienes además han hecho entrega de una serie de antecedentes científicos que dan cuenta de la inviabilidad de intervenir estos espacios.
Sin embargo, se ha persistido en ingresar camiones a los terrenos y más aún, ante la negativa de la comunidad, desde la madrugada del 3 de octubre, se agrega la llegada de un amplio contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros provenientes del continente, acto que es considerado un abuso y ensañamiento.
Por su parte, el Grupo de Trabajo sobre Residuos y Derechos Humanos de Chiloé, ha insistido en reiteradas ocasiones frente a la crisis de la basura en el archipiélago, domiciliario e industrial, incluyendo la existencia de recintos ilegales y clandestinos, que el Estado chileno y municipalidades, deben asumir una garantía de «no repetición» de acuerdo al estándar internacional en derechos humanos.
Asimismo, se plantea como «urgente» terminar con iniciativas parceladas como la situación en Ancud, que «continúa repitiendo políticas irresponsables, donde es urgente la coordinación e involucramiento activo e integral de las instituciones públicas competentes, con diversos servicios y municipios, con participación ciudadana, para establecer un plan de ordenamiento territorial y de tratamiento sobre residuos, tendiente a la disminución real de los volúmenes de residuos en el archipiélago».
Para el Grupo de Trabajo, el Estado chileno y sus instituciones, incluidas las municipalidades, deben asumir, como lo exige el estándar internacional, «las garantías de no-repetición, donde se debe asegurar que quienes habitamos Chiloé, no vamos a volver a sufrir ningún tipo de agresión ni discriminación a causa de arbitrarias y descontroladas políticas sobre basura domiciliaria y mayoritariamente industrial. Lo que está pasando con Ancud y las afectaciones a las comunidades Williche, es inaceptable».
El nuevo acecho represivo por defender el territorio
El periódico digital La Revuelta de Chiloé ha publicado la siguiente información de denuncia: Durante la madrugada del 3 de octubre, Fuerzas Especiales de Carabineros, acompañados del carro lanza aguas, hicieron su entrada a la Isla de Chiloé y fueron apostadas en Chacao. El contingente policial se mantuvo en el cruce de la Ruta 5 con el camino a San Antonio de Huleden, comuna de Ancud.
Los vecinos del sector mostraron su rechazo a la presencia de carabineros, los cuales custodiaban la maquinaria con la que se iniciarían los sondeos en fundo Los Millanes para estudio de instalación de centro de manejo de residuos sólidos domiciliarios.
Juan Huentelican, vocero de la Mesa Territorial Senda Chacao que reúne 7 comunidades indígenas del sector norte de la Isla de Chiloé, afirmó que «quisieron entrar el camión para hacer sondajes aquí (Huelden) y la comunidad no los dejó», pero agregó sentir «desazón» debido a que no se sabe si volverán.
Vía Agencia Medio a Medio