Un estudio, publicado el pasado 17 de octubre por Healthy Babies Bright Futures (HBBF), reseñó que se encontraron metales pesados como plomo, arsénico, mercurio y cadmio.
Una reciente investigación realizada a 61 marcas comerciales de alimentos para bebes, arrojó que el 95% de estos productos contiene metales tóxicos que podrían afectar el desarrollo cognitivo de los infantes.
El estudio, publicado el pasado 17 de octubre por Healthy Babies Bright Futures (HBBF), reseña que se encontraron metales pesados como plomo, arsénico, mercurio y cadmio.
Tras analizar una muestra de 168 alimentos para bebés hechos en Estados Unidos, sólo 9 resultaron libres de metales tóxicos. Entre las marcas se incluyen Gerber, Earth’s Best, Beech-Nut, Plum Organic, Sprout y Parents Choise.
El reporte detalla que se encontraron:
95% contenía plomo
73% contenía arsénico
75% contenía cadmio
32% contenía mercurio
Según los investigadores, una de cada cinco muestras contenía más de 10 veces la cantidad límite de plomo legalmente permitida y recomendada por los expertos en salud.
El riesgo aumenta con cada comida
Aunque las cantidades sean pequeñas los investigadores señalan que estos contaminantes pueden afectar el desarrollo cerebral y afectar el coeficiente intelectual de los bebés debido a que con cada comida se van acumulando estos metales pesados en su organismo.
“Incluso en las pequeñas cantidades que se encuentran en los alimentos, estos contaminantes pueden alterar el desarrollo del cerebro y erosionar el coeficiente intelectual de un niño. Los impactos se suman con cada comida o merienda que come un bebé”, señaló el informe.
Pero el peligro se extiende, recientes estudios siguen confirmando una enorme cantidad de riesgos preocupantes, que incluyen además del déficit permanente de inteligencia enfermedades como el cáncer debido a la exposición a estos contaminantes comunes en la comida.
Un análisis señala que los alimentos con mayor riesgo de daño neurotóxico fueron los productos a base de arroz, las batatas y los jugos de frutas.
«Estos alimentos populares para bebés no solo son ricos en arsénico inorgánico, la forma más tóxica de arsénico, sino que casi siempre están contaminados con los cuatro metales tóxicos», se lee en el informe.
Los alimentos más tóxicos fueron el cereal de arroz infantil, los platos de arroz y los refrigerios a base de arroz.
Un problema de larga data
Este problema fue revelado hace casi una década y según parece está lejos de ser resuelto, pues a pesar de la evidencia de los riesgos que representan no hay una regulación legal para limitar la cantidad de metales pesados en los alimentos para bebés.
HBBF resalta que es importante hacer notar que para los padres es casi imposible evitar esta exposición escogiendo comidas orgánicas, o cambiando de marcas comerciales a puré preparado en casa.
Los metales pesados se hayan de forma natural en suelos y agua, y se encuentran en niveles elevados en los campos de cultivo que se han contaminado con pesticidas, algunos fertilizantes, contaminantes atmosféricos, y operaciones industriales y los cultivos alimenticios absorben estos metales de forma natural.
El arroz, que se cultiva en arrozales de agua, es más probable que absorba arsénico inorgánico (el tipo más peligroso), con una toxicidad más alta en comparación con el arroz integral y salvaje, al que no se le quita el cascarón exterior durante el procesamiento.
Se insta a los padres a dar a sus hijos una variedad de alimentos, reemplazando los alimentos a base de arroz con alternativas integrales, dijo a CNN la pediatra Tanya Altmann.
«Los mejores primeros alimentos para bebés son el aguacate, las verduras en puré, la avena con mantequilla de maní y el salmón», dijo Altmann. «Todos proporcionan nutrientes importantes que los bebés necesitan, ayudan a desarrollar sus papilas gustativas para preferir alimentos saludables y pueden disminuir las alergias alimentarias».
La Academia Estadounidense de Pediatría también recomienda que los padres reemplacen las galletas de dentición y las galletas con plátanos o pepinos congelados (limpios y pelados), dejando caer jugo de fruta por agua o leche dependiendo de la edad del niño y el consejo pediátrico, y espaciando las batatas y las zanahorias para evitar exponer a los niños a altos niveles de cadmio o plomo.
El estudio fue encargado por Healthy Babies Bright Futures, una organización que dice que es una alianza de científicos, organizaciones sin fines de lucro y donantes unidos en el objetivo de reducir la exposición de los niños a químicos neurotóxicos durante los primeros meses de sus vidas.
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