El disgusto con la cobertura periodística de los medios televisivos tradicionales ha dado como resultado que las marchas hayan llegado a sus oficinas. Y es que el foco otorgado a los saqueos y filas de supermercados autoconvocadas, por sobre las vulneraciones a los Derechos Humanos y las protestas pacíficas que están ocurriendo en el país, han agotado la paciencia de la población.
