Proyectan que los seres humanos puedan descargar información a sus ordenadores directamente desde su cabeza.
Desde hace años, distintos grupos científicos trabajan a conciencia en el desarrollo de una tecnología que posibilite que los seres humanos controlen un dispositivo haciendo uso exclusivamente de su mente.
Esta tecnología está ideada, principalmente, para ayudar a aquellas personas que sufren algún tipo de afección neurológica.
Hace unos meses, un grupo de neurocientíficos de la Universidad de California San Francisco (UCSF) consiguieron recoger el pensamiento de una persona mediante la lectura de su cerebro a través de electrodos y de sus movimientos bucales, reseñó el diario ABC.
“Por primera vez, este estudio demuestra que podemos generar oraciones enteras basadas en la actividad cerebral de un individuo”, dijo el neurocirujano Edward Chang, miembro del equipo.
Cascos y realidad virtual
Precisamente, el equipo detrás de esta investigación está subvencionado por Facebook. La empresa se mostró exultante después de que los doctores de la UCSF publicasen su último estudio.
Sin embargo, en las oficinas de Mellow Park no solo interesan las posibilidades médicas que pueda ofrecer, también vigilan que estos avances sirvan para desarrollar dispositivos que permitan al usuario escribir con la mente. Y esa solo sería la punta de un iceberg enorme.
La tecnológica ha afirmado repetidamente que su equipo de investigación Facebook Reality Labs está esforzándose para crear un mundo en el que los seres humanos sean capaces de emplear dispositivos portátiles que les permitan contactar con sus seres queridos mediante el empleo de la realidad virtual, independientemente de la zona geográfica en la que se encuentren y de los problemas de salud que puedan tener.
Una suerte de “Matrix” en el que todo es posible gracias a la unión entre mente y tecnología. “Va a ser algo completamente nuevo, tan limpio como un descanso de todo lo que había antes”, afirmó recientemente en un artículo Michael Abrash, jefe científico de Facebook.
En estos momentos, la empresa está trabajando en un kit de investigación con forma de casco que, esperan, será capaz de decodificar palabras directamente del pensamiento humano en el futuro.
El que esta tecnología esté en fase embrionaria no implica que la red social sea la única interesada en su futura implantación. Elon Musk, propietario de Tesla, lleva tiempo coqueteando con la idea. Con ese fin creó la empresa Neuralink en 2017.
El pasado mes de julio, el propio Musk anunció que su compañía se encuentra trabajando en una interfaz compuesta por hilos que van cosidos al cerebro del usuario y que, en el futuro, permitirán que éste pueda mover una máquina con la mente, conectarse a un ordenador e, incluso, descargar información directamente en su cabeza.
Desde las lecciones de la universidad, hasta un idioma. “Un mono ya ha podido controlar un ordenador con su cerebro, para que lo sepáis”, llegó a decir el CEO de Tesla durante la presentación, que tuvo lugar en la Academia de Ciencias de San Francisco.
¿Y la protección de datos?
A pesar de que la llegada de esta tecnología es todavía lejana, los juristas y expertos en Ética ya comienzan a preguntarse cuáles serán las implicaciones que tendrá en materia de protección de datos.
Y es que, si empresas como Google, Facebook, Apple o Microsoft ya tienen en sus manos actualmente una cantidad de información enorme sobre las personas que emplean sus dispositivos y servicios, ¿qué ocurriría si llegan a captar los datos que guardan en su mente?
“Cuando las tecnológicas sean capaces de crear un dispositivo que funciona mediante la lectura de la mente estaremos ante una revolución al nivel de lo que supuso internet en su día.
En el momento en el que sea funcional y se comercialice será imprescindible que se realicen cambios en la legislación de protección de datos, que actualmente no llega tan lejos”, explicó el jurista digital Samuel Parra.
El experto en esta materia es consciente de que este tipo de dispositivos se encuentran todavía en fase experimental.
Sin embargo, no duda en señalar los cuestionamientos que pueden llegar a entrañar en una década.
“Será importante que pensemos en cómo se puede utilizar esta tecnología desde un punto de vista ético. Por ejemplo, ¿sería correcto emplear un dispositivo capaz de leer la mente para saber si una persona tiene tendencias homicidas o está pensando en cometer un crimen? Es algo sobre lo que deberemos reflexionar a fondo», agregó.