El responsable de la entidad que organiza la actividad dijo que es clave explotar los recursos de los yacimientos «presal» en un momento de transición energética
El Gobierno de Brasil confía en que la mayor subasta de explotación de crudo de su historia, que se celebra este miércoles, coloque a este país en la primera liga mundial del sector, dijo al abrir la oferta el director de la estatal Agencia Nacional del Petróleo (ANP), Décio Oddone.
«Esta subasta es la mayor de la historia, recaudará más que todas las anteriores juntas, y servirá para catapultar la industria de petróleo de Brasil hacia la primera liga mundial, y para que Brasil no sucumba a la maldición del petróleo», dijo Oddone en la apertura del acto que se celebra en un hotel de Río de Janeiro.
El responsable de la entidad que organiza la subasta dijo que es clave explotar los recursos de los yacimientos «presal» (bajo una capa de sal en aguas profundas del océano Atlántico) en un momento de transición energética, cuando el petróleo «camina hacia la obsolescencia», no hacerlo, añadió, sería «renovar una opción por la pobreza».
Los cuatro bloques subastados este miércoles para su explotación son Atapu, Búzios, Itaipu y Sépia, ocupan 1.385 kilómetros cuadrados frente a la costa de Río de Janeiro sobre el Atlántico y podrían arrojar una recaudación de al menos 106.500 millones de reales (más de 26.500 millones de dólares), según espera el Gobierno.
Oddone añadió que «el principal enemigo» del ambiente es la pobreza, y que los recursos financieros que el Estado obtendrá con esta subasta servirán para generar riqueza y de esta forma ayudar a preservar la naturaleza.
El ministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, destacó la «grandeza del momento» y aseguró que a corto plazo Brasil podrá duplicar la producción y llegar a 7.000 millones de barriles diarios.
«Brasil se consolidará como exportador y será uno de los cinco mayores productores del mundo», afirmó.
Además, destacó la relevancia de la subasta para la economía nacional, ya que por primera vez los ingresos que el Estado obtendrá de manos de las empresas adjudicatarias se repartirán entre Gobierno central, estados y municipios.
Los bloques a subastar tienen la particularidad de que el riesgo para las empresas interesadas es muy bajo, porque ya se sabe la cantidad de crudo que albergan.
Además, la empresa semiestatal Petrobras ya trabaja en ellos; de momento, ha extraído apenas el 2,4 por ciento del total de 5.000 millones de barriles a los que tiene derecho.
Las 14 empresas habilitadas para participar son la brasileña Petrobras, la británica BP, la francesa Total, las estadounidenses Chevron y ExxonMobil, las chinas CNODC y CNOOC, la colombiana Ecopetrol, la noruega Equinor, la portuguesa Petrogal, la malaya Petronas, la catarí QPI, la anglo-holandesa Shell y la alemana Wintershall Dea.
Sin embargo, BP y Total anunciaron que no participarían.
Fuente: Sputnik
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