La lucha por el uso del cannabis de forma medicinal y espiritual ha sufrido un traspié con la declaración de culpabilidad sobre el psiquiatra Milton Flores, acusado por tenencia ilegal de drogas. La lucha y el trabajo con mayor fuerza en pro del uso responsable de esta planta continuará, señalan sus defensores.
En diciembre de 2012 el médico psquiatra, Milton Flores, fue detenido por tener un cultivo de 120 plantas de marihuana en su domicilio, hoy el fiscal del Tribunal Oral en lo Penal de San Bernardo lo declaró culpable solicitando una pena de 3 años y un día de cárcel amparado en la Ley 20.000, en donde especifica que la tenencia y tráfico de plantas de cannabis supone un delito que puede ser condenado con altas multas e incluso la cárcel, dependiendo de las cantidades que se decomisen.
El Dr. Milton es el director de Triagrama, instituto dedicado para el desarrollo de la vida en comunidad y que ha levantado como bandera de lucha la utilización del cannabis como planta medicinal.
Tal como nos explica Gabriela Torres, psicóloga de aquel instituto, a El Ciudadano “somos un equipo de investigación en desarrollo humano que en vista y considerando que la respuestas que se ofrece en salud y educación no dan resultados; entonces nosotros, nos hemos puesto a investigar durante muchos años atrás en pautas que sí permitan solución, en este contexto el término de expansión de la percepción es la estrategia”.
Estrategia que la doctora explicaría como una forma de captar el sentido espiritual del ser humano y así permitir que integren en sus vidas y conciencias la dimensión espiritual que toda persona puede acceder y que no se hace por ignorancia, y así “estar mejor preparados para los momentos difíciles y para momentos de gozo. Herramientas para expandir la percepción existen varias, hemos reconocido plantas de poder enteógenos que permiten acceder a este estado y que es muy potente y útil, una de ellas la cannabis”, afirmó.
Amparados bajo esta premisa es que este grupo de científicos sienten el derecho de utilizar esta planta como herramienta de información para el equipo o para aquellas situaciones en que personas se acercan, con cultura del uso de la marihuana, y le enseñan a re-comprender la manera de emplearla y si existe un multi-consumo se realiza una terapia donde se van eliminando otras drogas y así obtener ese bienestar que todos buscan cuando recurren a sustancias externas.
La justicia chilena se ha comportado con un doble estándar, porque se condenó a un médico e investigador que utiliza la planta de cannabis sin fines de comercialización, mientras que narcotraficantes hacen usufructo de la marihuana en las ciudades. Tal como afirmó Gabriela, “la cannabis está disponible, todo el mundo la usa y la justicia en vez de hacer justicia, nuevamente se apegó a una indicación de una ley que existe para prohibir el narcotráfico. Nosotros consideramos que aquí no había daño a algún bien jurídico protegido, la salud no está dañada, no había ánimo de lucro… una vez más la justicia termina siendo aplicada en injusticia, en violación de derechos”.
En la defensa del Dr. Milton Flores se argumentó que él podía tener plantas de cannabis ya que “la Constitución, en su artículo primero, dice que el Estado está obligado a garantizar, en las mejores condiciones posibles, el desarrollo espiritual y material del ser humano. Entonces cada uno puede decidir cómo alcanzar su desarrollo espiritual y según eso elegir. Además en su artículo quinto dice que la soberanía del Estado termina cuando empiezan los derechos naturales del ser humano”.
La condena recién se conocerá el próximo lunes 18 de marzo, pero se ha reconocido por parte del fiscal la colaboración a la justicia del Dr. Milton Flores, por lo que se aceptó en primera instancia lo que solicitaba la defensa, 41 días y el no pago de las costas y multas.
A pesar de este revés sufrido en el día de hoy, la lucha sigue en pie según Torres, “ahora nos toca aprovechar esta manifestación tan evidente y tan bullada que nos ha permitido mostrar este absurdo (…) la gente está indignada y lo único que nos queda es empoderarnos como ciudadanos de estos temas, como he visto hoy que llaman a los programas y asumen que plantan y fuman cannabis, romper con la ignorancia y discutir esta problemática” sentenció.
Por José Miguel Peiret
El Ciudadano