Aunque las ideologías indianista y katarista respectivamente, tienen una larga trayectoria, en especial durante la segunda mitad del siglo XX. A partir de la entrada del pacto político-económico neoliberal con el mandato de Gonzalo Sánchez de Lozada, comienza hacerse explicita una crisis del indianismo. La cual también, tiene su expresión con la derrota que tuvo la versión guerrillera de los kataristas mediante el Ejército Guerrillero Tupak Katari (EGTK) frente al gobierno en turno. Esto produjo un mensaje de fracaso en los planteamientos principales indianistas dentro del imaginario organizativo del indígena, al igual que hizo que quedaran dispersas dichas ideas en la memoria de la militancia y activismo de las izquierdas o en casos extremos fueron cooptados algunos sus integrantes por el sistema liberal de la política.
Sin embargo, pese a ésta derrota significativa que tuvo el indianismo, algunos ex integrantes del EGTK como Felipe Quispe, no dejaron de lado los discursos indianista y katarista. Al contrario, desde finales de los noventa ha existido un esfuerzo por materializar estos planteamientos en la organización de la lucha indígena. Muestra de ello, fue el pronunciamiento de Quispe en el año 2000 dirigido a los habitante de La Paz, cuyo fin era motivar los bloqueos de rutas y establecer una respuesta de resistencia en oposición al régimen político dominante de ese momento.
Luego, el 14 de noviembre de 2006 con la Declaración de Qharqha Marka en Peñas (provincia de La Paz), un documento emitido que plantea la reactualización del indianismo y el katarismo, en términos de su articulación ideológica. En dicha declaración se hace una convocatoria para tratar de poner a discusión en el siglo XXI, aquellos antiguos documentos de origen indianista provenientes de las décadas de los setenta y ochenta. Tales como La Declaración de Tiwanaku de 1973 y la Tesis India de 1970. Pero también, propone integrar referencias enunciativas recuperadoras de la rebeldía india de principios de este siglo. Ejemplo de esto último son la Declaración de Achacachi en el 2000 y luego, el Manifiesto de Achacachi en el 2001.
Debe aclararse que durante las Guerras del Agua y “Gas” (1) ( respectivamente 2000 y 2003), vuelven a estar presentes las figuras históricas de Tupak Katari, Bartolina Sisa y la memoria de las revueltas indias de siglos anteriores, solo que a diferencia del 2006, no se hacen explícitas como tal en un discurso ideológico articulado indianista-katarista, sino más bien aparecen en términos reivindicativos de la lucha indígena aymara-quechua. Antes de la Declaración de Qharqha Marka distintos militantes, activistas y participantes de las movilizaciones sociales centraban sus discusiones en la “Asamblea Constituyente” (2) y la manera en que podía ser impulsada a cargo del entonces candidato presidencial Evo Morales del Movimiento Al Socialismo (MAS).
La Declaración de Qharqha Marka, contiene una crítica y denuncia del colonialismo interno todavía vigente en la construcción del Estado plurinacional a cargo del presidente Morales. Por lo tanto, propone en su dimensión discursiva, un nuevo horizonte de lucha descolonial para el indígena. Con el fin de elaborar un proyecto fundado en alternativas diferentes a la modernidad estatal-eurocéntrica.
Con base a los párrafos anteriores, la elección del periodo histórico entonces sigue una lógica de un documento que convoca a la articulación indianista-katarista, pero también debe señalarse que hay un cuestionamiento a los pendientes y políticas evistas, por lo tanto, el 2006 obedece al inicio del primer periodo gubernamental que termina apenas el año pasado. Pero que volvió a ser elegido en el 2010 hasta 2014. Por eso, en este análisis se toma de referente y delimitación histórica ambos periodos, en los cuales los intelectuales, pequeñas organizaciones y militantes de diversos organismos políticos hacen una crítica al proceso de institucionalización de la movilización social.
Por Odín Ávila Rojas
NOTAS
1) La “Guerra del Gas” se dio en octubre de 2003, las poblaciones en El Alto se levantaron para defender los recursos naturales. Para saber más: MAMANI RAMÍREZ, Pablo, Microgobiernos barriales. Levantamiento de la Ciudad de el Alto (octubre 2003), Bolivia, Centro Andino de Estudios Estratégicos, 2005, 161 p.
2) PRADA ALCOREZA, Raúl, Horizontes de la Asamblea Constituyente, Bolivia, Ediciones Yachaywasi, 2006, 207 p.
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