EE. UU. impone su poder como gendarme del planeta y aplica arbitrariamente sus políticas en el resto del mundo para neutralizar, hostigar y manipular, cerrando los espacios aéreos e impidiendo el libre tránsito de personas, aunque no vayan a EE. UU. Todo esto con la complicidad de Gobiernos corruptos.
Es el caso de lo que ocurrió con Geraldina, a quien le cerraron la salida de Italia, primero por España, para ir a Cuba; luego por Turquía, para ir a Venezuela; y luego, cuando fue plata en mano a comprar el pasaje, no se lo vendieron. O sea, está presa en su país, por orden de EE. UU. ¿Qué pasaría si quisiera salir por carretera a otro país?, ¿será que podría?, ¿qué delito cometió? ¿el ser libertaria, el ser mujer, el ser revolucionaria, el haber estado presa?
No, el delito mayor es pensar con cabeza propia; decir y hacer lo que piensa.
El querer un mundo mejor y actuar consecuentemente para ello. El llevar la palabra de millones y exponerla, de esa forma magistral que tiene, con su palabra, escribiendo y narrando la realidad.
Tengo la suerte de conocerla, compartir charlas y debates con ella; militar por la comunicación libre e independiente; saber y comprender que es el camino correcto, intentando, desde donde estamos, llevar la voz de los sin voces.
Si eso es delito, bienvenido sea.
No nos callaremos, seguiremos alzando nuestra voz por una sociedad más justa e igualitaria, contra los tiranos del planeta.
Al decir de Mario Benedetti «en la calle codo a codo somos mucho más que dos», seguiremos construyendo patria grande que dejó de ser América Latina para ser el mundo.
Con Geraldina, con millones de compañeros, seguiremos avanzando en el proceso integrador.
Gracias, Geraldina, por tu ejemplo de lucha, perseverancia, fraternidad y amor por los pueblos del mundo.
Rubén Suárez
Director Internacional CONAICOP