«EE.UU. y la construcción del golpe en Bolivia»

Resaltaron el papel que han jugado diversos medios entre ellos: BBC, New York Times, Washington Post, The Guardian, France, sumados a agencias de prensa como Reuters, para consagrar el derrocamiento del líder indígena

«EE.UU. y la construcción del golpe en Bolivia»

Autor: El Ciudadano

El Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (Celag), publicó un informe titulado: «EE.UU. y la construcción del golpe en Bolivia», en el documento se señala cómo se articularon fundaciones, medios de comunicación, personas, funcionarios y organismos para derrocar al Gobierno de Evo Morales, fabricando matrices de opinión falsas para deslegitimar al líder indígena y al proceso de cambio.

En este sentido, el Celag, plantea la importancia geopolítica y geoestratégica del territorio boliviano y los intereses del sector público-privado estadounidense. Importante destacar en este punto que en el año 2003, la población boliviana defendió en las calles los recursos naturales de su país, al enterarse que el Gobierno de Jorge Quiroga, a través de un convenio vendería gas a Estados Unidos (EE.UU.) a precio irrisorio.

La lucha que protagonizaron los ciudadanos de la nación andina se conoce como la Guerra del Gas y, producto de la represión del Estado dejó más de 60 muertos.

En el documento resaltan que la disputa por el acceso y apropiación de los recursos naturales puede ser apreciada en los cables de Wikileaks e informes de think tanks estadounidenses en los que se hace explícita la importancia de determinados recursos bolivianos (en especial, el litio y el gas).

En definitiva, según el material, dejan percibir un clima de “guerra por los recursos” en la que China se dibuja como gran rival. En un artículo de fecha 6 de agosto de 2018 titulado “El papel de Bolivia en la transición energética amenazado por la incertidumbre del litio”, el Atlantic Council -think plantea que:

Bolivia tiene un alto potencial para ser crucial en el desarrollo de litio. (…) Después de asumir el cargo en 2006, Morales nacionalizó la industria de hidrocarburos de Bolivia, despojando la propiedad de compañías extranjeras. (…) Morales ha lanzado un referéndum público para permitirle enmendar el límite constitucional del mandato, declarando su candidatura para las elecciones del próximo año a pesar de alcanzar el límite de mandato decretado constitucionalmente. (…) El litio puede convertirse en un problema geopolítico. China ya tiene una producción nacional significativa y ha comprado una gran parte de la compañía de litio más grande de Chile, consolidando cierto control sobre el suministro de litio”

Hacen referencia a otro documento, el de Stratfor (consultora que realiza investigaciones de inteligencia para el Gobierno estadounidense) con fecha de 3 de enero de 2018, en el que se indicaba:

Las elecciones de 2019 serán el momento clave para la inestabilidad política en Bolivia (…) Una elección muy disputada, en donde proliferen las acusaciones de fraude electoral, podría prender la llama en una escena política interna ya tensa. Las manifestaciones se extenderían, particularmente en provincias orientales como Santa Cruz, centro de la oposición política boliviana.

Tal como sucedió, el cívico de Santa Cruz, Luís Fernando Camacho fue fundamental en el derrocamiento de Morales tras liderar las acciones violentas en el territorio.

Por otra parte, ofrecen la postura oficial de EE. UU. antes de las elecciones y después del golpe.

Papel de la Organización de Estados Americanos (OEA)

El material indica que la OEA ha tenido un papel protagónico en el golpe de Estado contra Evo Morales, de la mano de su secretario general, Luis Almagro, que se ha destacado por declaraciones de alto contenido partidario e injerencista.

La Misión de Observación Electoral de la OEA, luego de desarrollarse las elecciones del 20 de octubre, siempre planteó una segunda vuelta. Ante esta petición y las presuntas irregularidades que planteaba el organismo, Evo Morales invitó al bloque multilateral a liderar una auditoría al proceso comicial. La solicitud fue aceptada y se ejecutó la revisión con 30 expertos de la OEA.

El informe final difundido también señaló «irregularidades» en la jornada que daba como vencedor a Morales con el 47.08% de los votos.

En el texto resaltan que cuando la misión de la OEA llega a Bolivia, ya cuentan con una serie de juicios (prejuicios) y declaraciones que clasificaron al proceso electoral como irregular, dudoso, tal vez fraudulento, desde un inicio.

Ante esta situación, el informe plantea la articulación con los medios de comunicación para lograr que la injerencia que perpetraba la OEA se mostrara a la opinión pública no sólo como conveniente sino como necesaria para rescatar la legalidad del proceso democrático.

En este sentido, resaltaron el papel que han jugado diversos medios entre ellos: BBC, New York Times, Washington Post, The Guardian; France, sumados a agencias de prensa como Reuters, al afirmar que «instalaron que lo normal u obligatorio era ir a una segunda vuelta aun cuando no se había concluido el conteo de los votos», plantean.

Fuente: Celag.gob.

El financiamiento también fue estudiado en el documento de 16 páginas, entre el que destaca «los proyectos apoyados» por la NED «En 2018 estuvieron claramente orientados a los comicios presidenciales, enfocándose principalmente al “apoyo” de partidos políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación.

Destacan los siguientes:

El informe concluye con la importancia de estudiar los golpes de Estado en la región y en especial el de l país altiplano, «Es urgente, y sobre todo para Bolivia, país que en el siglo XX fue el que más golpes tuvo y que desde la llegada de Evo había construido continuidad institucional en una nación divida racialmente y con fuertes diferencias de clase y género (…)» finalizan.

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