El segundo escrutinio de la Corte Electoral de Uruguay confirmó que el candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, cuenta con una ventaja suficiente de votos sobre Daniel Martínez del Frente Amplio, lo que lo convierte en el próximo Presidente de la nación suramericana.
Tras este resultado electoral es inminente el regreso de la derecha al poder, tras 15 años de gobiernos progresistas del Frente Amplio, lo que crea expectación sobre cuáles serán las medidas que implementará Lacalle Pou y qué impacto tendrán en la sociedad uruguaya.
Medios locales detallan que, en esta revisión de votos, Lacalle Pou sumó 3.090 sufragios, que harían inalcanzable la diferencia con su rival Martínez, en el reñido balotaje del domingo, cuya diferencia fue de apenas 30.000 votos.
Tras conocerse los resultados, el representante del Frente Amplio afirmó, a través de un mensaje publicado en su cuenta en Twitter, que la tendencia en el escrutinio oficial de los votos no se modifica y le da la victoria al derechista.
Asimismo, Martínez afirmó que seguirá trabajando por la democracia en el país suramericano y que se reuniría con Lacalle Pou.
Coalición de derecha
En la primera vuelta, celebrada el 27 de octubre, el representante del Frente Amplio, Daniel Martínez resultó vencedor con el 39,2 % de los votos, mientras que Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, obtuvo el 28,6 %.
Como en Uruguay es necesario obtener el 50 % más uno de los votos para ganar en primera vuelta, y ninguno de los dos candidatos más votados obtuvo ese porcentaje, fue necesario ir a una segunda.
Para poder lograr su muy ajustada victoria en el balotaje, Lacalle Pou debió recurrir a sumar apoyos de los otros partidos de derecha. Por tal motivo, se propuso formar un bloque que uniera al Partido Colorado, que obtuvo el 12,3 % de los votos en la primera vuelta, y Cabildo Abierto, que logró el 10,9 %.
El conservador Partido Colorado, fundado en 1836, es uno de los más antiguos y tiene una trayectoria en la política uruguaya. Sus gobiernos han estado signados por la aplicación de medidas neoliberales que afectaron la calidad de vida del pueblo.
Mientras que la formación Cabildo Abierto fue creada este año por el militar Guido Manini Ríos, ex comandante en jefe del Ejército destituido en marzo pasado por el presidente Tabaré Vázquez, tras sus declaraciones contra el Ejecutivo y por cuestionar la actuación judicial y el pase al Tribunal de Honor de militares acusados por violación de derechos humanos en la pasada dictadura (1973-1984).
¿Quién es Lacalle Pou?
Luis Lacalle Pou es un abogado de 45 años vinculado a la política desde el 2000, cuando ingresó al Parlamento como diputado. Sin embargo, es conocido por ser hijo del expresidente Luis Lacalle Herrera (1990-1995), caracterizado por ser un férreo opositor al socialismo.
Pese a esto, el derechista, quien ejercía como senador, optó como estrategia para la campaña electoral abandonar su apellido y utilizar como eslogan únicamente su nombre: “Luis”.
Aunque desde un principio estaba claro que iba a ser el candidato de su partido, debió enfrentarse al magnate Juan Sartori, quien casi le quita el liderazgo del Partido Nacional.
Durante esta contienda fue acusado de irresponsable y drogadicto, una etiqueta que arrastra desde 2014, cuando en un debate llegó a confesar que consumió marihuana y cocaína en su juventud, en el período en que su padre fue presidente Uruguay.
¿Qué se puede esperar de su Gobierno?
Como nuevo Presidente de Urguay, Lacalle Pou deberá generar políticas para seguir reduciendo la pobreza y la inseguridad y atender las áreas de salud, educación e infraestructura.
Sin embargo, recibirá un país que durante 15 años vivió una serie de transformaciones sociales: los tres gobiernos de la coalición de izquierda sacaron a un millón de personas de la pobreza. El índice pasó de 34 % al 8 %, y la desocupación bajó del 20 % al 9 %.
Durante sus administraciones se aprobó una ley que reconoce el fuero sindical, la libertad sindical, una ley de negociación colectiva, y se produjo un 53 % de recuperación salarial.
El Frente Amplio acompañó la lucha feminista y la agenda de derechos igualitarios y otorgó derechos como aborto legal, el matrimonio igualitario, la ley de personas transgénero y la regulación del cannabis.
En el campo productivo, Uruguay enfrenta el gran desafío del estancamiento económico, ya que su crecimiento en 2019 será del 1 %, debido a la baja en los precios de las materias primas y al escenario convulsionado en Suramérica, como consecuencia de las medidas neoliberales aplicadas por Jair Bolsonaro en Brasil y la situación de Argentina, envuelta en una profunda crisis cambiaria y financiera, ocasionada por la gestión de Mauricio Macri.
Durante la campaña, el abanderado del Partido Nacional basó su oferta electoral en la “necesidad de cambio” y de la “renovación de los partidos”, y en su discurso se dirigió a los jóvenes y a las “oportunidades” que su administración les ofrecería.
Lacalle propuso una reorganización del Estado “para poner en marcha otro estilo de gestión”.
En el campo económico, su oferta se basó en una agenda económica centrada en la competitividad, típica de las agendas neoliberales.
“Lo que el país está necesitando es un “shock de competitividad”, dijo al presentar su programa de gobierno, explicando que se debían concretar “en un plazo razonablemente breve un conjunto de cambios”, entre los que figura el aliento a la inversión privada.
En su campaña, prometió no aumentar impuestos y «ahorrar 900 millones de dólares del gasto público, sin explicar cómo. Sin embargo, el actual ministro de Economía, Danilo Astori, alertó que ese plan «es imposible sin tocar áreas como educación, salud y seguridad».
Medidas antipopulares
El analista Pablo Kunich indicó que con un gobierno de Lacalle Pou se podría imponer en Uruguay una serie de medidas neoliberales que atentaría contra los logros sociales alcanzados durante los 15 años en que gobernó el Frente Amplio.
“Probablemente se venga una política de ajustes económicos y tocará ver si alcanzan los consensos necesarios para hacerlo por la vía del shock o gradual” dijo Kunich en una entrevista concedida a Telesur.
Kunich explicó que el abanderado del Partido Nacional viene de una tradición de políticas represivas y neoliberales; por lo que durante su actividad como senador no votó a favor de ninguna de las políticas que ampliaban los derechos de los uruguayos, por lo que es previsible que las medidas que tomará su administración serán antipopulares.
Se espera que Lacalle Pou declare la emergencia en seguridad pública y promueva una reforma que incluya la participación de militares en seguridad interior.
Sin embargo, el analista señaló que ante la posible aplicación de una agenda neoliberal en Uruguay la movilización social reaccionará y “no va a permitir que le quiten los derechos conquistados”.
Explicó que ante una coalición de derecha muy inestable y una sociedad con altos niveles de organización que ha ganado muchos derechos durante los últimos 15 años será muy difícil recortar los derechos sociales.
En opinión de Kunich, Lacalle Pou debería enfocarse en tomar medidas que garanticen los derechos de vida y sociales de la mayoría de la población, dentro de una situación regional compleja en parte por la ralentización económica de América Latina.
Política exterior y Mercosur
Para el derechista, “el shock de competitividad también incluye a las relaciones internacionales”, por lo que es partidario de impulsar tratados de libre comercio y el acercamiento a potencias en busca de inversión.
En el documento “Compromiso por el País” que acordaron los partidos de derecha en su coalición, se incluyen los lineamientos que tendrá la política exterior, cuyo objetivo será “la inserción internacional para abrir mercados y hacer alianzas”.
Pese a que su receta se asemeja a la que ofreció Mauricio Macri en Argentina, Lacalle decidió distanciarse del empresario debido al rotundo fracaso de aquel. En cambio, eligió tender un puente con Alberto Fernández, muy consciente de que obtendría la victoria electoral.
“Gane quien gane en la Argentina, va a ser mi socio en el Mercosur, mi socio en la región”, afirmó, al tiempo que reconoció que la crisis cambiaria de la nación vecina “nos preocupa y nos castiga”, aunque el tiempo dirá si mantendrá esta postura.
Con respecto al Mercosur, Lacalle Pou apostará, “tras años de una política exterior movida por las afinidades ideológicas”, por un bloque “moderno, ágil y flexible”, que habilite nuevos acuerdos comerciales o permita concretar los ya negociados o en curso, como el pactado con la Unión Europea o con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA, por su sigla en inglés). En otras palabras, un Mercosur neoliberal, orientado en el comercio con el resto del mundo en vez de fortalecer los intercambios con Paraguay, Argentina y Brasil.
Asimismo, Uruguay pondrá énfasis en las relaciones económicas con los principales países del Sudeste y Sur de Asia, por lo que promoverá la “profundización de los procesos de desgravación pactados” en los Acuerdos de Complementación Económica ya existentes con los países de la Alianza del Pacífico.
A partir de marzo, cuando Lacalle Pou tome el poder se evidenciará un giro en la política exterior bajo las administraciones del Frente Amplio. Por lo pronto, tomará distancia del gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, acercándose a las acciones golpistas e injerencistas del Grupo de Lima, trazadas desde Washington.
Esto implica que el gobierno de Lacalle Pou reconocerá al autoproclamado Juan Guaidó como «presidente encargado» en Venezuela, tal y como hizo el Directorio del Partido Nacional en febrero pasado.
Un Gobierno condenado a negociar
Las elecciones de octubre dejaron un parlamento mixto sin clara mayoría, por lo que se espera que se produzca una confrontación izquierda-derecha, con propuestas programáticas diferentes y probablemente un duro enfrentamiento de ideas.
En la Cámara de Senadores, de los 30 curules, el Frente Amplio logró 13, el Partido Nacional 10, el Partido Colorado obtuvo 4 representantes, mientras que Cabildo Abierto alcanzó a tener tres asientos.
En la Cámara de Diputados, de los 100 asientos el Frente Amplio logró 42 bancas, el Partido Nacional 30, el Partido Colorado 12, Cabildo Abierto 11, mientras que los partidos Independiente, de la Gente, PERI y Verde Animalista obtuvieron un legislador cada uno. El Movimiento de Participación Popular (MPP) vuelve al parlamento con el expresidente José Mujica.
Con estos resultados, el Legislativo no tendrá mayoría clara para enfrentar las reformas, por lo que Lacalle Pou deberá lograr acuerdos amplios para sacar adelante sus propuestas, y seguro optará por tratar de mantener la coalición con los partidos de derecha que le permitieron obtener la pírrica victoria en el balotaje.
La repartición del botín pactada en esta alianza ya comenzó, Lacalle Pou se reunió con el líder del Partido Colorado Ernesto Talvi (posible canciller) para comenzar a negociar la composición del Ejecutivo para el periodo 2020-2025, y se espera que haga lo mismo con Guido Manini Ríos de Cabildo Abierto, quien según los medios uruguayos aspira tener cuatro ministros en el Gabinete.
Si la coalición de derecha no prospera debido a las diferencias internas, esto le costaría a Lacalle Pou avanzar en reformas como la tributaria, laboral y seguridad social que son propias del sistema neoliberal.