Pese a los esfuerzos de los investigadores no se ha podido determinar a qué especie pertenece la secuenciación de ADN
Es un especimen que vivió hace unos 18 mil años y aun su cuerpo conserva pelaje, nariz y dientes practicamente intactos gracias a que estuvo todo este tiempo congelado en Siberia.
Lo hallaron unos investigadores y la gran incógnita ahora es si es un perro o un lobo, pues hasta el momento no han podido determinarlo ni con la secuenciación de ADN.
“El GPC (Centro Sueco de Paleogenética) tiene el mayor banco de datos genéticos de todos los caninos de todo el mundo, pero en este caso no ha sido posible todavía identificar el origen”, informó Love Dalén, profesor de Genética Evolutiva en ese centro sueco.
De acuerdo con lo que han podido determinar los especialistas, el cachorro era macho, tenía como dos meses cuando murió y su cuerpo se conservó de manera casi perfecta en el permafrost del este de la región siberiana, reseñó BBC Mundo.
“Tiene 18.000 años. Hasta ahora hemos secuenciado su genoma con una cobertura 2X. Pero aún no podemos decir si es un lobo o un perro. ¿Tal vez es el ancestro común? ¡Se necesita más secuenciación!”, indicaron los investigadores en un mensaje difundido en las redes sociales.
Una de las teorías que se mantienen es que sea una raza ancestro común de perros y lobos.
«Ya tenemos muchos datos, y con esa cantidad de datos, uno esperaría saber si fue uno u otro (perro o lobo)», dijo el investigador Dave Stanton, del Centro de Paleogenética de Suecia.
Fuentes: BBC Mundo, La Vanguardia.