Presidenta del PH, Catalina Valenzuela, por inminente salida del Frente Amplio: “No nos complica perder espacios de poder si eso significa mantener la coherencia”

El día de hoy los humanistas chilenos votan vía online su permanencia en el Frente Amplio, conglomerado que ha estado en el ojo del huracán, producto del “Acuerdo por la Paz” que apoyaron y firmaron miembros del Frente Amplio sin previa consulta a las bases y posteriormente la aprobación de la ley “antisaqueos” liderada por los diputados Boric y Jackson quienes posteriormente terminaron pidiendo disculpas públicas al reconocer que aprobaron un proyecto que restringe las libertades civiles y el derecho a la manifestación pública. Catalina Valenzuela, timonel de la colectividad, comenta cual es el camino de los humanistas en este nuevo Chile que se nos viene.

Por Sergio Cárdenas Riquelme

¿Seguirán en el Frente Amplio o no?

“El Partido Humanista ha definido una consulta nacional a nuestro consejo de miembros plenos que son 600 a lo largo del país, porque entendemos que esto no es una decisión de una cúpula, cuando uno dice “Chile cambió” eso no puede ser un discurso, también se debe reflejar en actos concretos y nosotros estamos en esa situación. El día de ayer tuvimos una encuesta piloto a nivel nacional, trabajando respecto a las prioridades del próximo año, más allá de si nos vamos o nos quedamos de algún espacio, ya que sabemos que esto debe estar levantado y refrendado desde las bases y el territorio. Para nosotros es un gran orgullo, nos sentimos muy coherentes”.

¿Respecto a la reforma constitucional para una nueva Constitución, cual es la posición del PH?

“Nosotros no firmamos ningún acuerdo, pero tú sabes que el tema de una nueva Constitución a través de una asamblea constituyente es una línea que levantó el PH en el año 1999, cuando tiramos la Constitución a la basura, entonces malamente nos podríamos restar de levantar un proceso de asamblea constituyente por una nueva Constitución sólo porque ahora se puso de moda y la ponen en un acuerdo un grupo de partidos. Para nosotros es un tema básico y vamos a trabajar y hemos trabajado en eso permanentemente”.

¿Se sumarán entonces al trabajo por una nueva Constitución?

“Nosotros no decimos que este proceso es bueno, lo que no decimos es que es malo, es distinto…”

¿Pero si no participan podrían quedarse afuera?

“Quedarse afuera, es una figura bien interesante porque plantea que esto se está dando dentro de un espacio, en esa misma figura le contesté a un periodista que me decía “bueno, pero ustedes van a ir adentro”, le dije que no, si te imaginas una fiesta a puertas cerradas nosotros no estamos pidiendo que nos dejen llegar a la fiesta, estamos parándonos afuera con la gente, hasta que todas esas puertas y esas ventanas se abran. Nosotros en el plebiscito del año 1988, aunque no lo impulsamos y cuando finalmente se instaló, fuimos el partido que levantó la mayor red de apoderados de mesa a lo largo del país y le prestó apoderados a todo el mundo. Entonces tenemos una capacidad orgánica que obviamente vamos a poner a disposición del movimiento social y ciudadano para poder fortalecerlo en todas las áreas. Lo vayan a usar en una situación u en la otra, ese será nuestro rol hoy día y lo tenemos muy claro. Ahora no vamos a estar pidiendo que nos inviten, pero sí vamos a trabajar en todo lo que permita dar mayor fuerza y empuje a las demandas ciudadanas actualmente”.

¿Y cuáles serían los principios básicos que ustedes no transarían en cuanto a mecanismos de participación?

“Para nosotros la asamblea constituyente es la fórmula y efectivamente esto que aparece hoy como una necesidad de inteligencia superior, con respecto a los porcentajes, es fácil, Chile tiene siete pueblos originarios distintos, un 51 por ciento de mujeres, o sea las matemáticas son aplicables, y esto tiene que ver más con disposición política y más allá de eso, todo lo que se enfoca como una posibilidad, para nosotros se trata de derechos. No nos interesan los bonos ni las regalías, sabemos que detrás de cada bono hay un debilitamiento profundo de un derecho ciudadano y humano, creemos que la salud, la educación y la vivienda son derechos, y no creemos en las prebendas, nos interesa profundizar en los derechos civiles y humanos”.

¿O sea una Constitución a tu juicio que garantice más derechos que la actual?

“La actual Constitución no garantiza ningún derecho, sólo te garantiza el derecho al acceso a las cosas, pero la nueva Constitución debe consagrar derechos civiles y humanos, derechos y deberes por cierto, pero debemos acabar con el entramado actual, el momento histórico señala un antes y un después, no podemos seguir preservando el negocio y no me digan que es imposible, tenemos un montón de países desarrollados que funcionan perfectamente bien y lo han hecho así, pero no se puede pensar que manteniendo esta fórmula injusta por definición, vamos a poder avanzar ciertamente para ser un país desarrollado”.

¿Entonces este “Acuerdo por la paz” y su mesa técnica van por mal camino?

“Hay un error de fondo y forma respecto al acuerdo, mientras esté hecho por las cúpulas no sirve, cuando tu pides algo inédito en la historia de Chile, que es la asamblea constituyente, hay algo que está mal concebido ya que hay un montón de agrupaciones a lo largo del país que no se mencionan en ninguna parte y elegir a 150 asambleístas es poquísimo”.

La clase política que lo apoya señala que es una manera de entregar paz y estabilidad al país

“Todo está en torno a mantener esa estabilidad que es fruto de una represión, porque sabemos que el ejército de Chile ha masacrado contando esta vez 24 veces a su propia ciudadanía, se impuso el “por la razón o la fuerza” y después tuvimos 30 años de una “tranquilidad” que más bien obedece a un país traumado después de una dictadura, entonces de verdad debe cambiar la fórmula”.

Claro, pero señalan que de esta manera se pone fin a la violencia de los saqueos y al famoso “el que baila pasa” que tanto miedo le produce a la derecha chilena

“Para mí es profundamente violento la gente que gana 80 o 120 mil pesos mensuales, es violento el precio de los medicamentos o como las familias se endeudan cinco veces en su sueldo de subsistencia, la inequidad es violenta, por otro lado, evadir no es un crimen en este país, es una falta, sin embargo vimos a carabineros los días anteriores al estallido social, apaleando niños en el Metro, tirando bombas lacrimógenas al interior de los carros del tren subterráneo, me violentan las muertes que se han producido y toda la gente que ha perdido sus ojos y sus derechos”.

Finalmente, esta no sería la primera vez que se van de un conglomerado, también se fueron de la Concertación.

“Efectivamente no sería la primera vez y no nos complica perder espacios de poder si eso significa mantener la coherencia”.